LA PENA DE MUERTE

LA PENA DE MUERTE….

¿Y QUIENES SOMOS PARA DECIDIR QUIEN DEBE MORIR Y QUIEN NO?

A través del tiempo se ha dado una gran controversia acerca de la aceptación o no de la pena de muerte, y aunque en muchos países ya ha sido aceptada este tipo de condena agradezco que en el mío, aunque la justicia no sea la mejor, por lo menos uno de los más importantes derechos fundamentales, sino el más importante, sea respetado en los tribunales.

Pero, la pregunta sería: ¿Y Quiénes somos para decidir quién debe morir y quién no?; ningún gobernante ni juez son propietarios de la vida de los hombres, porque la vida de los seres humanos pertenece a Dios y es Él quién juzga y considera si ya se está maduro para acceder al cielo o todavía debe purificar sus pecados hasta merecer el único premio por el que merece la pena luchar y vivir. Y sin recurrir a la “teología-ficción”, sabemos que el entorno de Dios es un clima de perdón, de amor apasionado por la mujer y por el hombre, porque somos criaturas hechas a imagen y semejanza de Dios; entonces, ¿Es la condena a muerte, la más indicada para permitir el arrepentimiento del más miserable de los hombres, se llame como se llame?

Pero bueno, saliéndonos un momento del contexto divino, es claro que la justicia comete muchos errores sea el país que sea, precisamente porque son seres humanos y pueden cometerlos; pero así como hay muchas personas inocentes en las cárceles, no creo que sea justo que condenen a alguien a morir y más si, quizá hubo un error en el procedimiento, esta persona no podría luchar por demostrar su inocencia si no tiene la oportunidad. Además con la corrupción que hay actualmente, pienso que se les daría la libertad a los gobernantes, de por sí, de desaparecer de la faz de la Tierra a las personas que les estorban, ósea que los matarían "legalmente".

Quiero agregar también, que David Fathi, director del programa sobre pena de muerte que lidera desde Washington “Human Rights Watch”, señalo a uno de los diarios más importantes mundialmente (La Nación), lo siguiente: "No hay evidencias sólidas que indiquen que la pena de muerte haga disminuir la tasa de delincuencia. En varios países en donde se aplica la pena capital, los índices de asesinatos son más elevados que en aquellos que no adhieren al método”.

Desde la organización internacional, se informó incluso que el sur de los Estados Unidos, región donde ocurren la mayoría de las ejecuciones del país, mantiene la tasa más alta de homicidios. Además Para Fathi, que además es abogado y experto en políticas de justicia criminal norteamericana; Estados Unidos se ubica, en ese sentido, cerca de gobiernos represivos, similares a los instaurados en China, Irán y Arabia Saudita, pese a alzarse en

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