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LOS NUEVOS RUMBOS DE LA DIDACTICA.


Enviado por   •  12 de Febrero de 2017  •  Resúmenes  •  526 Palabras (3 Páginas)  •  295 Visitas

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ESCUELA NORMAL SUPERIOR DEL ESTADO DE COAHUILA CURSO MIXTO

"Los nuevos rumbos de la didáctica"

De Rafael Ramírez

Angélica Chacón Rey

19/11/2016

El aprender, es una cosa activa que corresponde sólo a los alumnos, y únicamente mediante esta cosa activa es como las actitudes y los hábitos se forman, las habilidades y destrezas se adquieren, se gana la información científica y el carácter se construye".


"Los nuevos rumbos de la didáctica" de Rafael Ramírez

Haciendo una reflexión sobre el significado de la enseñanza que comúnmente conocemos puedo compartir que es; “dar a conocer a otros algo que previamente ya se ha aprendido”. Y por consiguiente aprendizaje sería en términos generales “adquirir conocimiento de algo”.

Y de acuerdo con el autor de ”Los nuevos rumbos de la didáctica” comparto la opinión que todo individuo está en proceso de educación desde que nace hasta que muere. Toda experiencia vivida te deja una enseñanza y un aprendizaje.

Por enseñanza, en términos de educación dirigida y escolarizada se afirma que “El mejor modo de enseñar será aquél que más se aproxime y ajuste al modo como trabaja la mente de los alumnos que tienen interés o necesidad de aprender algo”. Y que “el aprendizaje es un trabajo que ocurre o tiene lugar precisamente dentro del aprendiz, y por eso mismo pudiéramos decir que nadie puede aprender por otro ni ‘pasarle’ a éste, ya digerida, la experiencia que tiene que aprender”.

Es decir, que cada individuo tiene que sufrir la experiencia que le toca vivir y es donde se manifiesta la enseñanza y el aprendizaje en la vida de cada persona de una forma muy particular. En todo momento se aprende o se enseña algo.

En la noción ordinaria que sobre la enseñanza señala el autor, el papel del alumno durante el proceso del aprendizaje, era que había de permanecer inmóvil, quieto, inactivo, pendiente de las palabras del maestro, de cuyos labios fluía la sabiduría que llenaba poco a poco su alma, tal como paulatinamente se llena el cántaro con el chorro cristalino de una fuente. Al maestro le correspondía darle la ciencia ya elaborada, o como dice vulgarmente la gente, "meterle en la cabeza" los conocimientos perfectamente hechos y convenientemente organizados, dispuestos y listos para almacenarse en las bodegas interiores sin más trámite.

La actividad del maestro era realmente grande, variada y múltiple, pero frecuentemente, más a menudo de lo que deseaban, los maestros comprobaban, con gran desilusión, que aunque vertían con incansable afán la ciencia en la mente de los niños, el recipiente permanecía vacío o se llenaba con desesperada lentitud.

Por consecuencia se llegó a la conclusión que el aprender es cosa que sólo puede hacer el aprendiz y no el maestro. Dedujeron el preciso y sabio principio de que el mejor modo de enseñar las cosas a los niños era empeñarlos en aprenderlas por sí mismos. Las condiciones para que el alumno aprenda consisten en aplicar la “doctrina de la actividad”. El aprender, es una cosa activa que corresponde sólo a los alumnos, y únicamente mediante esta cosa activa es como las actitudes y los hábitos se forman, las habilidades y destrezas se adquieren, se gana la información científica y el carácter se construye".

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