La Economía de México en la compra y construcción de nuevas refinerías

UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

Centro Universitario de Ciencias Económico-Administrativas

La Economía de México en la compra y construcción de nuevas refinerías.

PRESENTA

Villegas Sánchez Cesar Oswaldo

DOI: 10.13140/RG.2.2.31418.72640

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Economía de México en la compra y construcción de nuevas refinerías.

En México, la reforma en materia energética introdujo una serie de cambios en el sector petrolero, entre los que se encuentra la conformación de Pemex como empresa productiva del Estado. En este artículo se analizan los cambios de Pemex y el impacto del gobierno abierto en las contrataciones públicas electrónicas en materia de adquisiciones, arrendamientos y servicios, como parte de la estrategia para favorecer la libre competencia, en la que las licitaciones cumplan con los principios de transparencia, máxima publicidad, igualdad, competitividad y sencillez. El proceso de contrataciones públicas se puede realizar de forma física o electrónica o ambas, sin embargo, como estrategia para combatir la corrupción y favorecer la rendición de cuentas, el reto es que todo el proceso de contratación pública se realice a través del uso de las tecnologías de información y comunicación mediante la plataforma electrónica diseñada por Pemex, que garantice autenticidad y confidencialidad de la información a las personas físicas o jurídicas que deseen participar en dicho proceso.

México lleva años dependiendo económicamente en gran manera de la explotación de petróleo, nuestra economía se rige con base qué tanto petróleo podemos extraer del golfo de México y qué tan rápido se pueda refinar esa materia prima.

Para el país esta dependencia empezó principalmente a partir de la Expropiación Petrolera, esto se dio porque uno de los principales motivos fue el constante rechazo de las compañías petroleras en mejorar las condiciones salariales y laborales de los empleados que se encontraban en los yacimientos de esta industria, otra razón por la cual México se vio forzado a involucrarse en esta industria es que se percató que era un país rico en este recurso natural y debía aprovecharlo.

La decisión de nacionalizar la industria del petróleo fue en primer término una defensa de la Constitución, todo esto se originó el 7 de junio de 1938. Este fue el día que se hizo oficial a manera de promulgación que se aplicaba de manera inmediata, el decreto que daba origen a la institución Petróleos Mexicanos (Pemex), donde se estableció que dicha institución se encargaría de los bienes muebles e inmuebles todos estos fueron expropiados a las empresas petroleras, también se definió que se encargarían de las operaciones de exploración, explotación de hidrocarburos, refinación, almacenamiento, distribución y comercialización de productos petrolíferos.

Por lo tanto, México ya contaba con sus propias refinerías, hace poco acaba de adquirir una muy grande en Texas, EE.UU. llamada “Deer Park”, el costo de esta operación asciende hasta los 600 millones de dólares, agregando que también está en plena construcción otra mega refinería nombrada “Dos Bocas”, se estiman que los costos totales sean de 8,995 millones de dólares.

Dentro de lo que cabe se surgen varias interrogantes sobre las transacciones que acaba de realizar el gobierno de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador. ¿Fue una buena idea? ¿Qué impacto tendría que México siga invirtiendo millones de dólares en la industria petrolera? ¿Por qué no invertir en las energías renovables? ¿Cuánto tiempo más será rentable el uso de los derivados del petróleo (a nivel energético) como principal fuente de energía? Esto podría ser una gran noticia si fuera un par de décadas atrás, en estos momentos puede parecer desde una perspectiva una gran idea y desde otra algo totalmente ilógico y desactualizado.

Nuestro país está invirtiendo millones de dólares en un tipo de energía que tal vez tardará años en que se pueda dejar de utilizar como principal fuente energética del mundo. Las energías limpias cada vez están más avanzadas y es el futuro, países del “primer mundo” están apostando cada vez más al uso de los autos eléctricos y/o híbridos, que cada vez más se empiezan a convertir en una realidad.

Suena un poco peligroso que México apueste por el petróleo para que sea su principal fuente de ingresos, que toda su economía dependa principalmente del petróleo y sus derivados. Los millones que se están invirtiendo se podrían empezar a ver reflejados en 2 o 3 años según comentaba el gobierno de México, eso es en “Deer Park”. Asegura el gobierno que la inversión de “Dos Bocas” se tiene previsto que se pueda recuperar en un tiempo aproximado de 5 años, por otro lado, contrario a lo que dice el gobierno de México el IMCO estimó que la probabilidad de fracaso de la refinería era de 97%, mientras que la tasa interna de retorno promedio fue de 4.84% y un valor presente neto negativo de 3,600 mdd en promedio.

La inversión de “Dos Bocas” también estima que la única manera que se pueda convertir en rentable es que no se le devuelva la inversión gubernamental porque sería el único caso viable para que el proyecto ambicioso del sector energético pueda funcionar, pero todo esto sería a costa del dinero que aportaron los contribuyentes a la hacienda pública.

El gobierno de México intentó con un proyecto muy ambicioso poder sostener su economía y asegurar que dicha inversión se podrá ver reflejada en un par de años (en específico 5 años). No obstante, se valora que eso es simplemente inconcebible. Todos los proyectos que se hacen en la industria de refinación de combustibles oscilan en periodos de 30 a 35 años aproximadamente, la relevancia radica en que sí se puede calcular este tipo de indicador para conocer la rentabilidad con flujos en el costo ponderado de capital de un dígito cuenta arroja que se necesita de periodos más largos de los que el gobierno de México considera, en específico un periodo de 12 a 14 años.

La TIR (Tasa Interna de Retorno) nos dice que fluctúan de manera internacional entre 3 y 5% para este tipo de proyectos. Tales parámetros hacen parecer que México ignoró o pasó por alto esta situación, especulando que se inventó de manera que no tienen fundamentos y fuera de proporción lógica.

La inversión de “Deer Park” si se analiza de manera crítica, fue una mejor inversión que la que se hizo para la de “Dos Bocas”, ya que la adquisición de esta refinería se puede señalar como una clara ventaja para Pemex. La transacción fue supervisada por el grupo de asesor de “Barclays”, que son líderes en el ramo y su firma de consultoría es la de mayor peso de fusiones y adquisiciones que se manejan en el sector energético a una escala global. Estuvieron a un lado Pemex acompañando en todo el recorrido de esta transacción que involucra una inversión de 596 millones de dólares, se les dio el visto bueno y ante esto ellos señalaron que puede ser una alternativa de expansión de capacidad “ventajosa” en un entorno propicio en el sector de refinación.

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