La Formación Del Estado Mexicano

Nuestro país ha pasado por diversas limitaciones para lograr el desarrollo existente hasta ahora, que si bien no es lo que alguna vez se ha imaginado o soñado, es suficiente para nuestra subsistencia y mucho mejor que en épocas anteriores. México surgió como país independiente con una fragmentación de poder derivada de la organización política colonial; en ese tiempo, la sociedad y hasta el mismo “gobierno” se veían seriamente afectados por grupos sociales que se daban más importancia: la milicia y el clero, mismos que se encargaban de imponer decisiones y obstáculos para el desarrollo y consolidación del Estado. Los militares dominaban al pueblo atendiendo más a las peticiones de los que poseían más propiedades, los llamados terratenientes; mientras que el clero hacía que creciera aún más la deuda. El gobierno de esa época tenía que quedar bien con la Iglesia, ya que ésta le surtía al ejército y no podían imponer algún impuesto a los terratenientes. Existía un Estado en el que la organización económica y social estaban fracturadas, tanto que la extensión territorial, su escasa y mal distribuida población, y la falta de vías de comunicación y de medios de transporte eran meramente signos de una falsa dominación. El Estado mexicano logró progresar con el paso de los años, logrando por fin su consolidación.

El Positivismo y el Liberalismo fueron piezas fundamentales para la consolidación del Estado. El Liberalismo fue una etapa de lucha en contra de la burguesía, dando origen a oficiales, generales, periodistas, ministros, mártires y vencedores. Los liberales, tenían la concepción de una sociedad donde el individuo representara el principio rector y el Estado solo se limitaría a garantizar y promover intereses particulares. El Estado y la Iglesia tendrían que manejarse por separado y el Estado pasaría a ser como un gobierno federal. La burguesía se fundamentó en las ciencias positivas, tomando las ideas de Augusto Comte, que estableció la idea de ideal de un nuevo orden, se trató de sustituir a la iglesia por el conocimiento. El positivismo en México fue considerado y comparado con momentos históricos gracias a los positivistas mexicanos que identificaron dos estados de esta corriente: l estado teológico, representado por la época en que el dominio social estuvo en manos de la milicia y el clero, y el estadio metafísico, identificado con la época de la lucha entre liberales y conservadores. En 1867, se suprimió la educación religiosa de las escuelas oficiales, educando con las necesidades del nuevo orden. Fue así como se impuso la educación primaria como obligatoria para todos los ciudadanos. El Partido Liberal Mexicano, que fue el primer partido político en el país, trataba de justificar la estricta dictadura porfirista en base a la ciencia; pero en el año de 1903, los ideales de revolución en contra de la reelección de Díaz comenzaron a cobrar fuerza gracias a los planes de Juan Sarabia, Librado Rivera, Ricardo Flores Magón y Antonio Díaz, quienes defendían la Constitución de 1857; e incluso hubo quien le sugirió a Díaz ya no postularse de nuevo a las elecciones y que mejor fuera elegido por el voto del pueblo. En 1910, Francisco I. Madero y Francisco Vázquez se postularon para los cargos de presidente y vicepresidente respectivamente, estaban en contra de la reelección y buscaron mejoras de la instrucción pública, las garantías mínimas a trabajadores y de algunas reformas.

La política del Estado consta de tres aspectos de suma importancia, que son regidos por la Constitución de 1917: la democracia representativa, la dictadura presidencial y el corporativismo. El primero se refiere a que la soberanía reside en el pueblo, sus representantes son elegidos mediante el voto y el país se coincibe como República con Estados libres y soberanos, regidos por los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. La dictadura presidencial

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