La Inseguridad Ciudadana

La Inseguridad Ciudadana

La seguridad ciudadana son las acciones democráticas que desarrolla el Estado para asegurar la seguridad de los habitantes y sus bienes. La inseguridad ciudadano es uno de los principales problemas a los que se enfrenta el país junto con la corrupción y el desempleo. La delincuencia está presente en el día a día de todos los peruanos y tiene como principales causas el desempleo, la falta de educación, la injusticia, y la pobreza. Este problema socio-político exige la necesidad de implementar medidas concretas para lograr su disminución y, a largo plazo, su erradicación. En el siguiente artículo se analizarán por qué motivos existe un alta tasa de inseguridad en las ciudades. Además, se explicará cada uno de los factores de la delincuencia y se propondrán formas de prevención que podrían resultar efectivas y eficaces para garantizar la seguridad ciudadana del país.

Entre los factores de la delincuencia, la ausencia de oportunidades de empleo impulsa a muchas personas a dedicarse a actividades ilegales, donde se atenta contra los bienes ajenos y a integridad física de las personas. Este fenómeno es definitivamente uno de los determinantes de la delincuencia juvenil.  Las formas de prevención podrían ser políticas de empleo especializadas para jóvenes y mujeres, el fortalecimiento de los programas laborales existentes para estos mismos.

En segundo lugar se encuentra la falta de educación. El Perú presenta un grave deterioro de la calidad educativa (escasos conocimientos y valores) que se ve reflejada en el bajo rendimiento académico de los estudiantes, en la cantidad de analfabetismo y en falta de oportunidades que tienen estos mismos. En este sentido, la educación es esencial para contrarrestar la inseguridad ciudadana al aumentar el conocimiento y la cantidad de valores del individuo. Intentar reducir el número de personas que optan por la deserción escolar (las personas que se retiran sin concluir sus estudios escolares) y, a su vez, promover su reinserción.

Por otro lado, se encuentra la injusticia ligada a la corrupción. Justicia que muchas veces es solo para los ricos, para los que tienen dinero y son capaces de pagar una coima para que se haga “justicia” a su favor, ya sea en los poderes del Estado, la policía, el Gobierno y distintos entes e instituciones. Por último, la pobreza representa el desnivel de riqueza entre los ciudadanos. Esta marcada diferencia entre personas de la misma sociedad promueve e incentiva a que muchas personas busquen ganar dinero de manera “fácil” para satisfacer sus necesidades.  

Se entiende que acabar con la inseguridad ciudadana implica acabar con cada una de sus causas, una reforma integral, donde se promueva una educación inclusiva y de calidad (con cultura, valores, deportes), mayores oportunidades en el ámbito laboral para jóvenes, creación de espacios de recreación en las zonas más vulnerables de los distritos, fomentar programas (importancia de la familia) , la transparencia del poder judicial, la policía, etc.; y justicia objetiva (sanciones justas).

Entre las formas de prevención en el país, se encuentran la situacional, la social y la comunitaria. En primer lugar, la prevención situacional tiene como centro reducir las incitaciones para el delito al aumentar las dificultades y los riesgos para los delincuentes (alarma, reja, entre otros instrumentos preventivos). En segundo lugar, la social persigue actuar sobre condiciones que dan pie a factores de riesgo; es decir, las circunstancias (alcohol, drogas, armas de fuego). Por último, la comunitaria supone el involucramiento de la comunidad en los delitos (el papel que esta juega en relación con el entorno y las circunstancias).

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