La Olla Vacia

Personajes:

Emperador

Mendigo

Sirviente

Hombre

Mujer

Multitud

GUION:

Acto I – En las Afueras del Palacio

(El Emperador y su sirviente salen del palacio. Un Mendigo se acerca. Trae en sus manos una olla)

Emperador: ¿Que quieres?

Mendigo: Ja, ja, ja… me preguntas que quiero… como si pudieras satisfacer mis deseos.

Emperador: Ja, ja, ja, claro que puedo satisfacer tus deseos. ¿Que es lo que quieres? ¡Simplemente dímelo!

Mendigo: Antes de hacer una promesa, deberías de pensarlo dos veces.

Emperador: Te daré lo que quieras. Soy muy poderoso. ¿Que puedes tu desear que yo no pueda darte?

Mendigo: Mi deseo es muy simple. ¿Ves esta olla?

Emperador: Si.

Mendigo: ¿Crees que puedas llenarla con algo?

Emperador: (a su sirviente) Llena la olla con monedas de oro.

(El sirviente saca monedas de oro de una bolsa y las coloca en la olla. Las monedas desaparecen)

Emperador: Mmmm……. Ponle más.

(El sirviente coloca más monedas de oro. Las monedas desaparecen)

Sirviente: No entiendo lo que sucede, su Majestad.

Emperador: ¡Solo echa más monedas en la olla!

(El sirviente coloca más monedas de oro. Las monedas desaparecen)

Sirviente: ¡La olla esta vacía!

(Una multitud se reúne a su alrededor)

Hombre: Emperador…. ¿por que no coloca su joyería también?

(El Emperador se quita sus anillos de oro, y los collares de piedras preciosas y los coloca en la olla. Las joyas desaparecen)

Mujer: Vamos…¡quítese la corona también!

(El Emperador se quita la corona y la coloca en la olla. La corona desaparece)

Sirviente: ¡Esta olla no tiene fondo!

Emperador: (a su sirviente) ¡No me importa si pierdo todo mi reino, pero un mendigo no puede vencerme! ¡Ve a mi palacio y tráeme todas mis joyas!

(El sirviente sale de escena)

Emperador: (al Mendigo) ¿Eres un mago?

Mendigo: No, su Majestad.

Emperador: Bueno, tu olla se ha quedado con todas mis joyas, y …¡aun sigue vacía!

(El sirviente entra con una caja llena de joyas. El Emperador toma las joyas de la caja y las coloca adentro de la olla. Las joyas desaparecen)

Emperador: Me has vencido… ¡tu ganaste!

Mendigo: Su Majestad, aunque colocaran dentro de la olla todos los tesoros del mundo… la olla permanecería vacía.

Emperador: ¿Por que? ¿De que esta hecha la olla?

Mendigo: Ja, ja, ja… la olla esta hecha del mismo material que la mente humana. No hay ningún secreto… simplemente esta hecha de deseos humanos.

Emperador: Entiendo. Nosotros queremos tenerlo todo, y cuando lo tenemos, entonces queremos tener mas, y mas, porque nos sentimos vacíos.

Mendigo: Así es, su olla nunca estará llena.

Emperador: Y siempre estaremos pidiendo.

Mendigo: Es una historia sin fin, su Majestad.

Emperador: Me has enseñado una gran lección. Que tengas un buen día.

(El Emperador, su sirviente, y la multitud salen de escena)

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