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La Vulneración de los Derechos Fundamentales ocasionado por El Decreto Supremo N.º 179-2021-PCM


Enviado por   •  3 de Junio de 2022  •  Documentos de Investigación  •  5.509 Palabras (23 Páginas)  •  72 Visitas

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FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE DERECHO

Título Del Trabajo De Investigación

Vulneración de los Derechos de libertad de decisión, de transito y de trabajo ocasionado por el Decreto Supremo N.º 179-2021-PCM mediante la obligatoriedad de vacunación y pasaporte sanitario.

Autores:

Arcos Vásquez, Luis Fernando ( orcid.org/…)

Cristancho Castillo, Mitzi ( orcid.org/…)

Dávila, Sandra ( orcid.org/…)

Ruiz Rodríguez, Jair Enrique( orcid.org/…)

Asesor:

Dr. Méndez Ibáñez Gesell Edinson Leihgton

Línea De Investigación:

Derecho Constitucional, Derecho Civil, Y Derecho Laboral

TARAPOTO - PERÚ

2022

INDICADORES REFERENCIALES

  1. CONTEXTO

La presión psicosocial, y la dictadura sanitaria, a través de nuestro estado peruano ha implantado en nuestro país con intención lascerativa y vulnerativa, la imposición obligatoria del pasaporte sanitario, y la coacción restrictiva de la libertad humana, en sus diferentes modalidades y ramas, como lo son el Derecho a la libertad de decisión, a la libertad de tránsito, al trabajo, libre comercio, la salud entre otras.

Pero Primero para abordar, explicar y discernir esta gran problemática que experimentamos en carne propia actualmente en el año 2022, debemos observar dos asuntos transcendentales y fácticos:

 La vacunación obligatoria y el pasaporte COVID. Realmente ¿Es ético? ¿Son prácticos en nuestra realidad? E incluso ¿tienen la legitimidad constitucional para materializarse en nuestro país?

 Ya sea la vacunación obligatoria sobre el personal sanitario en centros de salud o de cualquier individuo, ciudadano del Perú, que optaron acciones sanitarias y que dieron como resultado el uso obligatorio del pasaporte COVID, impuesto e implantado por nuestro gobierno con la excusa de poder recuperar nuestrasvidas “normales” y con el engaño de volver a recuperar nuestros derechos como la libertad, derecho que siempre lo hemos tenido y que nadie nos puede quitar.

Y que mediante el uso obligatorio de este pasaporte sanitario recién podriamos tener el acceso parcial a locales comerciales, instituciones financieras, acceso a un puesto de trabajo, acceso a un centro de salud y a la salud como tal, el derecho a usar un medio de transporte público o privado, y otros derechos de suma relevancia vestidos igualmente con la túnica de importancia como otros.

Estas acciones impositivas al estilo de la santa-inquisicion en el medioevo, solo demuestran la ineficacia y la ceguedad de nuestras autoridades que se dejaron manipular e influenciar por esta psicosis llamada: covid-19.

Desde luego es menester mencionar que, la obligatoriedad de la vacunación ( acción coactiva indirecta)y del uso del pasaporte covid ( acción coactiva directa) plantea, un debate indudablemente objetivo sobre los aspectos morales, éticos y prácticos que conciernen a toda persona, por que todas las personas como seres vivos, somos seres humanos, pensantes y únicos en este planeta llamada tierra.

En tal contraste, tales medidas impuestas por las autoridades (Poderes de Gobierno), han sido ejecutadas de forma independiente, impositiva, autoritaria y a espaldas de la opinión pública sin consentimiento voluntario de cada ciudadano o incluso de las entidades que nos representan como la defensoría del pueblo.

No les importó la abrumadora evidenciafáctica,sobre la efectividad de las pseudavacunas y la  vacunación en general, ni sobre la ineficacia de la estrategias anitaria que se promovió por todos los medios legales y de prensa, pensada inicialmente para aplicar los efectos de la“pandemia” en la lucha contra el nuevo coronavirus.

Es posible también ser firme y colocarse en la posición del defensor de la vacunación como a su vez estar en contra de esta, a la imposición de vacunas o pasaportes de vacunación.

Pero justo aquí, es importante resaltar y aclarar que no estamos en contra de las vacunas ni de la vacunación en sí,(puesto que las verdaderas vacunas tardan entre 5 a 8 años en ser aprobadas por la OMS, teniendo para ello todos sus estudios farmacológicos y de bioseguridad), y es la misma historia medica a nivel mundial ha demostrado contribuir y suprimir enfermedades que la humanidad muchas veces ah afrontado como raza humana, ni somos en definitiva un grupo anti-vacunas, pero,sí indudablemente estamos en contra de la obligatoriedad de la misma, de la obligatoriedad de portar el pasaporte sanitario, el impedimento a circular o acceder a espacios publicos y privados, la limitacion que nos imponen para acceder a servicios tan basicos para cualquier ciudadano como lo és el trabajo, la salud, el credito, etc

Es en este punto donde hacemos incapié como peruanos, es esa libertad que representa un bien protegido por el estado, que la hemos ganado con el sudor y sacrificio real como humanidad desde la revolucion francesa en 1789, y que porsupuesto la diferenciamos del mero libertinaje, que no avalamos ni apoyamos, como lo explicaremos en páginas posteriores.

Ahora desde el punto de vista ético, es discutible obligar a personas adultas(18 años), que estando en dominio de sus facultades sustanciales como seres humanos, a someterse a tratamientos médicos o prácticas médicas en contra de su voluntad. Simplemente por el hecho que el gobierno lo imponga sobre nosotros, no necesariamente debemos optar por tales acciones, por Dios todos tenemos sentido común, tenemos la autonomia privada de la voluntad, elemento tan propio de los seres humanos que siempre nos han permitido tomar nuestras decisiones.

Es evidente que, analizando estos preceptos, observamos que la vacunación frente al nuevo-coronavirus, en cualquier caso, supone la agresión física irrestricta de una inyección y la administración en el cuerpo del vacunado de un producto extraño a él, con componentes que hasta hace 1 año eran un secreto industrial y contractual en los contratos de las farmacéuticas. Pero que ahora han comenzado a salir recién a la luz de verdad, recién a la luz pública.

Debemos decir que, es una responsabilidad para nosotros como ciudadanos y como personas con criterio personal, analizar, leer, distinguir, discernir e informarse de los componentes de una sustancia que será ingerida y absorbida por nuestro cuerpo humano y asimilada por nuestro organismo mediante una catálisis enzimática a nivel genético. Tal acción que mencionamos no representa un delito ni una infracción penal, como muchos periodistas y medios lo afirman, y hacen hincapié en la supuesta “rebeldía” de que somos reacios con la vacunación, periodistas que se aprovechan de esta psicosis del covid-19 para lucrase y favorecer a los lobbies económicos y farmacéutico.

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