La banca islámica

Es en los años sesenta cuando se empiezan a ver pequeños ápices y empiezan a surgir los primeros bancos islámicos. Estos bancos son, esencialmente, entidades financieras que ejercen su actividad según lo postulado por el islam y de acuerdo con la ley islámica o “sharia” y su actuación se basa principalmente en la intermediación financiera.

La naturaleza y el modo de operar de los bancos islámicos difiere en gran medida de la forma en que funcionan los bancos convencionales (ya que se rige bajo unos principios diferentes y porque utiliza técnicas diferentes para administrar los recursos financieros). Hechos que me han llevado a considerar lo siguiente acerca de la banca islámica:

• Lo que más destaca de la banca islámica es la prohibición de la riba, es decir, la prohibición de pagar o recibir intereses (principal disparidad con la banca convencional). Según la religión musulmana, el dinero es únicamente un medio de intercambio (para definir el valor de una cosa) que no tiene valor alguno y que no puede generar más dinero.

El hecho de no pagar intereses puede resultar beneficioso en el caso de préstamos, hipotecas o derivados concedidos a clientes pero puede ser desfavorable en el caso de tener plazos fijos o parecidos. Desde el punto de vista de la entidad financiera, el hecho de no tener intereses también le resultaría perjudicial (ya que pasaría de cobrar del 9% al 12,50% de intereses sobre cada préstamo o derivado a no cobrar nada de intereses lo que minoraría el margen operacional de esa entidad.

• La prohibición de la especulación, según mi opinión, me ha parecido algo positivo, ya que el hecho de especular supone llevar a cabo actividades, ya sean comerciales o financieras, con el único objetivo de obtener beneficios basándose en la variación de los precios lo que termina dando lugar a capital ficticio (no supone valor alguno ni constituye una riqueza real) e inflación (ambos elementos negativos para la economía de un país).

• La prohibición del gharar y la prohibición de actividades ilícitas, ambas me parecen en cierto modo favorables. La primera de ellas, parte de la transparencia y de la prohibición de cualquier elemento que cause incertidumbre o engaños que puedan perjudicar a los “débiles frente a los poderosos” hecho que fomenta la igualdad.

La segunda prohíbe algunas actividades ilegales con las que estoy de acuerdo en el caso de la pornografia o por ejemplo el trafico de armas. Actividades que puedan intervenir en la economía submergida de un país.

Referente a los recursos e instrumentos utilizados por la banca islámica de entre los que destacan los depósitos o cuentas de ahorro (es decir tipos de cuentas que puede tener un cliente) son muy parecidos a los utilizados por los bancos convencionales con algunas pequeñas diferencias como por ejemplo en el caso de las cuentas de ahorro con retorno positivo en el caso de la banca islámica se concede a los clientes un obsequio para incentivarlos mientras que en el caso de la banca convencional se ofrece a cambio un tipo de interés, por lo que ambos resultarían favorables.

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