La crisis de valores

La crisis de valores

Jorge Bucay permite conocer sus reflexiones acerca de la escala de valores y su importancia en el mundo actual. Señalando, que los valores no son eternos y debemos decidir cuáles son las cosas valiosas para nosotros. Siendo una definición importante, no esencialista. Se cuestiona quienes piensan que lo valores son eternos y quienes piensan que los valores se van ajustando con el desarrollo de la sociedad. Los valores se vinculan con la ética y la moral; haciendo hincapié que moral se refiere a las costumbres; la ética, a la teoría de las costumbres, y señala lo que está bien y lo que está mal. Si una persona no tiene una escala de valores, y desconoce que es más importante que otra, no puede seguir adelante. El valor del respeto, según Jorge. Enfatiza un respeto generalizado, el respeto por uno mismo, el respeto que se otorga al prójimo, el respeto a los mayores y el respeto por los hijos. Esta generalización, tiene un comienzo, que a base de la enseñanza que se da, viene de uno mismo. Una cadena que nuestros padres y la sociedad misma impone. Jorge hace referencia a la posmodernidad actual como crisis. Esto se debe a que los valores que antes se sostenían eran universales; parecía que todos estábamos de acuerdo. En la posmodernidad, todo valor adquirido en el pasado se ha fracturado, ha aparecido el relativismo cultural, según el cual el valor se determina por cada cultura establecida. Hay memorias que no quieren recobrar las partes conflictivas, pero vuelve reiteradamente a equivocarse y se necesita la memoria, porque ahí se construyen valores. Como personas somos capaces de acordar nuestros desacuerdos, no hay una sociedad si no hay valores, no se puede construir con la falta de valores. Empezar a pensar en los valores es el principio. La libertad de expresarnos y pensar en valores, que sean importantes y sólidos. Son posibles por la acción. Jorge Bucay, exige pensar sobre los valores y darle valor a las cosas. De tanto ver acciones impertinentes respecto a nuestros valores nos volvemos realmente unas personas impertinentes de las cosas que creemos y pensamos. No hace falta pensar siempre incongruente y pensar de la misma manera; hace falta ser coherente de lo que uno dice y uno hace, es necesario una coherencia una línea de pensamiento. El valor cambia determinando la valoración que uno le da, lo que cambia es la parte subjetiva de una historia objetiva que es el valor que existe. Hay valores objetivos, que se puede revisar en determinadas circunstancias y valores que son irrevisables en ninguna circunstancia. Valores que no se cuestionan al antojo y valores que determinan nuestra preferencia y otros no. La realidad ajena a la historia de los valores es una estructural, valores de estética y belleza que son revisables. Jorge compara “La mano en la lata” enfocando que es irrevisable y añade que la corrupción no es un valor sometido a las circunstancias, la corrupción no se avala, la corrupción es un valor que no se puede cuestionar. El valor que tiene el dinero y el poder están encima del respeto, encima de lo que significa contemplar la necesidad del otro, encima del amor al prójimo y encima de la solidaridad.  

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