Ley General Educación de 1970

Contexto Histórico

Durante el siglo XIX y la mayor parte del siglo XX España presenta una estructura social desigual e injusta, dominada por la Iglesia y los grupos sociales rentistas. A mediados del XIX España superaba el 70% de la población analfabeta, siendo superior en el caso de las mujeres. Encontramos en 1841 la primera estadística oficial (Guereña J.L) que refleja que un 24,2% era población alfabetizada (el 14,5% sabía leer, y el 9,6% escribir y leer). Comparado con los países vecinos, lejos se encontraba de la población española alfabetizada, donde en Francia contaban con un 80% y en Inglaterra algo superior al 60%. Era la época de la célebre Ley Moyano de 1857, que permaneció vigente más de cien años.

A mediados del siglo XX, el franquismo va a permitir la entrada masiva de capital extranjero para salir de la crisis económica y social en la que España se veía sumergida. Con la necesidad del capitalismo español de integrarse en la economía europea surge la necesidad de un nuevo modelo de sociedad, más industrial y urbano que necesita una escuela que iguale las oportunidades en el sistema educativo, y con ello, dar legitimidad el régimen (Fernández J.M., 2021).

Ideas principales de LGE 1970

La Ley General Educativa fue la segunda ley española que abarcó todo el sistema educativo, desde la formación infantil hasta la universidad. El régimen franquista buscó la mejora en los arqueos económicos, que supuestamente carecen de ideología, en el progreso social y en la eficacia. Manuel Ramírez denominó esto con el término “Tecnopragmatismo”.

Con la promulgación de la Ley General de Educación y la puesta en marcha de la EGB, aparece una única enseñanza obligatoria hasta los 14 años para la población española. Se buscó democratizar el acceso a la enseñanza secundaria y el acceso universitario. La reforma educativa de 1970 busca la unificación del sistema educativo español, dándole coherencia y conexión a sus niveles, y en sus modalidades. El nuevo sistema educativo expande la educación obligatoria hasta los 14 años (Educación General Básica), crea la Formación Profesional antes de incorporarse al mundo del trabajo, el Bachiller Unificado Polivalente (con intención de que sea gratuito para quienes tengan capacidad para realizarlo) y pretende democratizar el acceso a la Universidad. Además, busca la flexibilización hacia el cambio de especialidad tanto dentro de las Enseñanzas Medias, como Superiores o la vuelta a los estudios posterior a la inserción laboral, y establece una educación permanente o educación de adultos que permita la actualización continua de los profesionales (Ramírez, M. 1978).

Este modelo educativo defiende la no división por clase económica en las aulas, tratando de eliminar la dicotomía entre sistema público y privado, mejorando la dotación de las becas, aumentando el número de plazas escolares. Busca una planificación de los nuevos centros con lógica, que tengan en cuenta la oferta y demanda existentes, y la dispersión de la población para intentar responder adecuadamente a sus necesidades. Pone en marcha profesionales y servicios de orientación que den respuesta a las necesidades de aprendizaje que se detecten durante toda la vida.

Aportaciones y defectos de la LGE 1970

La nueva ley de 1970 respecto a su antecesora se articula dentro de la ley educativa, y se sitúa entre lo educativo y lo profesional. Una importante aportación de la ley es su ambición modernizadora del sistema educativo, se articula como un manifiesto contra la política educativa franquista. Fue un proyecto que hablaba de derecho a la educación, de democratización, que reconoce la educación como servicio público esencial. Pese a su finalidad política, la LGE retomó los principios de la escolarización universal

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