Los Hornos De Hitler

Los hornos de Hitler

Olga Lengyel fue la escritora del libro “Los hornos de Hitler”, y nos da a conocer las pesadillas que se encontraban en los campos de concentración en Auschwitz-Birquenau Alemania, ella se conservo como testimonio de esta terrible experiencia, las cicatrices y la marca del cautiverio son pruebas indelebles que mantienen incólume su espíritu del humanismo, narra al mundo civilizado el horror y perversidad que imperaron en los campos de exterminación nazi, a pesar de todos los trabajos que desarrollaba, todo tenía sus consecuencias pero “eso nos sirve de reflexión para que sigamos luchando día con día para vivir”, porque ella sobrevivió de ese infierno, a pesar de esa larga pesadilla su vida y de mas internados siempre era muy complicada, ya que les exigían mucho a consecuencia de la muerte, cumpliendo sus leyes , si no lo hacían así, eran condenados a muerte, por que realizaban actos impuros para los alemanes y eran llevados inmediatamente a la exterminación final y eso consistía en matarlos, lo cual para los alemanes era muy fascinable realizar ese acto. Los más afectados por las cámaras de gas, eran las personas religiosas, ya que los Alemanes no creían en Dios Jesucristo, ellos querían un dios pagano que aceptara todas sus torturas, para Olga Lengyel cada vez se ponía difícil, ya que un día se llevo a cabo la visita del doctor Osvath en su casa cuando Hitler invadió Polonia; Olga y su esposo tenían un hospital que construyeron juntos, hasta que un día había corrido el rumor que su esposo lo habían llevado a Alemania por cuestiones de trabajo, pero ella estaba segura que su esposo ya estaba en manos de los Alemanes,

“Aprender de los errores”, “El que la sigue, la consigue”; se piensa que Hitler era muy racista, ya que él no quería a las personas religiosas pero eso no era problema, porque era cierto, si estaba en manos de los alemanes su esposo, pero ella que podía hacer, ellos eran muy poderosos, Olga muy preocupada se fue con su familia, sus hijos y sus papas, a Alemania, lo cual los metieron también a los campos de concentración que se encontraban en Auschwitz, los separaron en diferentes campos, ella vio su entorno y se dio cuenta que de un edificio salía humo de chimenea, ella preguntaba, y le decían que era la panadería, inmediatamente pensó que eso era un crematorio de gente, por que como en ese lugar tan horrendo iba a ver una panadería, pero eso era una forma de decirlo.

Los cuerpos que eran cremados en ese lugar, primero tenían que ser muertos en las cámaras de gas, y los dejaban tirados hasta que inventaron los hornos, ya que los trabajadores pensaban que podían infectarse de alguna enfermedad de los muertos, pero no hay otra cosa que ir a experimentar ese lugar “Hasta no ver no creer” pero tomar sus precauciones, Olga decía que era peor que un infierno, pero se piensa que para todo hay que tener una fe, como dice la virgen María, “que no estoy yo aquí, que soy tu madre”, y creer en alguna religión es algo espiritual que te puede ayudar a encontrar alguna tranquilidad o solución, ya que te guiaran para estar mejor sin preocupaciones, pero desgraciadamente no fue así, los Alemanes se habían apoderado de todo Alemania, y realizaban varios planes para poder matar a los internados que se encontraban en Auschwitz, se piensa sobre esta es que principalmente algunos internados eran privilegiados, ya que ayudaban en alguna labor en los campos de concentración

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