MARGARITA MAZA EJEMPLO VALEROSO DE MUJERES MEXICANAS
alex29067618 de Enero de 2012
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MARGARITA MAZA EJEMPLO VALEROSO DE MUJERES MEXICANAS
Amo a Juárez por su legado histórico, porque soy libre, porque cada mañana al andar el camino desde mi humilde hogar, hasta el templo del saber que me cobija, al contemplar lo verde de la campiña, lo esplendoroso de nuestros valles y lo infinito del horizonte, ver la alegría del coloso labriego que con amor cultiva su tierra, y encontrar la sonrisa amable del maestro mexicano que nos entrega su sabiduría, se reafirma mi sentimiento de admiración y respeto.
Hacia el indómito de San Pablo Guelatao, que nos lego Patria Libre y Soberana.
Distinguidas personalidades que integran el jurado calificador, maestros asesores, compañeros participantes, público en general.
Mi Nombre es: ______________________________________________________
Vengo representando con orgullo a la escuela: _______________________________________ del MPIO.: ________________
Y acudo a este certamen con la fe y esperanza de un(a) joven mexicano y tamaulipeco(a), que cree en su patria y admira a sus héroes que como Juárez con su obra y ejemplo, han forjado el destino de México. Y tratare de disertar con el permiso de ustedes el tema: Margarita Maza de Juárez, ejemplo valeroso de mujeres mexicanas.
Benito Pablo Juárez García es para México una de esas figuras, tan representativa y honorable que toda su historia es parte de la nación. Juárez fue reformador de nuestra patria y en esa gran labor lo acompaño su mujer, Margarita Maza de Juárez, su esposa. Probablemente de ahí se inspiraron para el dicho “detrás de un gran hombre, siempre habrá una gran mujer”…Ralph Roeder, en “Juárez y su México” reúne a don Benito y a margarita; los funde en esencia y pensamiento y en síntesis afirma: “No había reverso de la medalla: la figura era idéntica por ambos lados, en alto y en bajo relieve”. Y no podía considerarse aparte al esposo y a la esposa, cuando por veintiocho años, confundidos sus pensamientos y su acción, él le dice a diario: “Recibe el corazón de tu Juárez” y ella incesantemente le repite de palabra y por escrito “Tu esposa que te ama, Margarita”. La esmerada educación de los Maza: su apego a los principios de la moral cristiana; el conocimiento del amor al prójimo y de la caridad para los necesitados formaron el adorno proverbial de la menudita Margarita a quien se vio recorrer desde 1835 todas las casas de la vecindad de las barriadas oaxaqueñas, en las que su yo espiritual y material volcaba sus excelencias sobre los necesitados, los enfermos, los huérfanos y los desnutridos. En su hogar trabajaban, en calidad de criados de confianza, Tiburcio Maldonado y su esposa Josefa Juárez y desde que vio la primera luz advirtió cerca de ésta a su hermano Benito, estudiante acucioso de latín y de jurisprudencia, con veinte años más que los que ella cumplía y de distinta raza. Su sensibilidad le llevo a estimarle, a quererle y cuando llego el 31 de julio de 1843, cuando ella había cumplido 17 años y él 37, se unieron en leal e indisoluble matrimonio. Ella, presintiendo el valer del padre de sus hijos; él, admirando la noble ingenuidad, la amplia virtud de la madre de sus hijos. Margarita se acostumbro a respetar y admirar la firmeza de los principios liberales de su esposo; a no interferir ni contrariar el derrotero de su vida pública y a cuidar la felicidad de su hogar. La esposa amante fue la Primera Dama de México; cumplió con sus funciones filantrópicas pese a las penurias de aquellos años.
Doña Margarita encarna la intima solidaridad. Su vida es una lección viva de generosa comprensión. No es fácil amalgamar tantas virtudes. Es la gran dama de un hogar. ¡Qué sencillo es decirlo! Pero que difícil vivir entre tantas lagrimas, entre tantas zozobras, entre tantas incomprensiones, entre tanta angustia. Ser la esposa del hombre que concibe
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