MEJORAMIENTO DE LA RED DE DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA
Enviado por Victor javier Vanegas arango • 1 de Abril de 2021 • Informes • 3.817 Palabras (16 Páginas) • 128 Visitas
MEJORAMIENTO DE LA RED DE DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA EN LAS ZONAS ALEJADAS DE LA CABECERA MUNICIPAL POR MEDIO DE LA ACTUALIZACIÓN DEL CABLEADO DE LA RED ACTUAL DE LA PROVINCIA CÁRTAMA DEL SUROESTE
Ferraro Naranjo Haggy Santiago
Pérez Jesús Aníbal
INSTITUCIÓN UNIVERSITARIA PASCUAL BRAVO
FACULTAD DE INGENIERÍA
TÉCNICA PROFESIONAL EN REDES DE DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA
LA PINTADA - ANTIOQUIA.
2021.
MEJORAMIENTO DE LA RED DE DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA EN LAS ZONAS ALEJADAS DE LA CABECERA MUNICIPAL POR MEDIO DE LA ACTUALIZACIÓN DEL CABLEADO DE LA RED ACTUAL DE LA PROVINCIA Cártama DEL SUROESTE
Ferraro Naranjo Haggy Santiago
Pérez Jesús Aníbal
Trabajo de metodología de la investigación para cumplimiento con horas de servicio social.
Asesores:
Sergio Andrés Sánchez Osorno
Diego Mauricio Sánchez Osorno
Docente Ocasional
INSTITUCIÓN UNIVERSITARIA PASCUAL BRAVO
FACULTAD DE INGENIERÍA
TÉCNICA PROFESIONAL EN REDES DE DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA
LA PINTADA - ANTIOQUIA.
2021.
planteamiento del problema
En América Latina, 24 millones de personas, la mayoría en el sector rural, no tienen acceso a servicios de energía eléctrica modernos, lo que contribuye al deterioro de su calidad de vida e impide el desarrollo de las zonas que habitan.
La energía está presente en todas las actividades humanas y su disponibilidad es un requisito para el desarrollo de los pueblos. Esta provee servicios que son esenciales para el desarrollo humano, social y económico, como son iluminación, refrigeración, cocinado de alimentos, calefacción, acceso a información, transporte, maquinaria, etc. Todos ellos son servicios absolutamente necesarios para acceder a la educación, la salud, la comunicación, el transporte y los procesos productivos.
Existe una relación clara que nadie discute entre acceso a formas modernas de energía y desarrollo humano. La electricidad, como forma moderna de energía, es un vector esencial en la lucha contra la pobreza y es una de las condiciones necesarias para avanzar en el desarrollo; la falta de cobertura eléctrica afecta sobre todo a la población rural, que es, por otro lado, donde reside la mayoría de la población en extrema pobreza, el 80% de las personas sin acceso a electricidad vive en zonas rurales
La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 establece una serie de derechos que son imposibles de conseguir sin el acceso adecuado a los servicios energéticos. En concreto, el derecho a un nivel de vida adecuado, incluyendo la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios (artículo 25 de la Declaración), el derecho al trabajo (artículo 23) en condiciones equitativas y satisfactorias, y finalmente, el derecho a la educación (artículo 26). Posteriormente, la Declaración sobre el Derecho al Desarrollo (1986) establece que los Estados son los principales responsables de este y quienes deben garantizar y velar por su extensión a todos los ciudadanos.
zona rural aislada son aquellas zonas que por su dificultad de acceso o por razones económicas, hacen muy difícil su conexión a las redes de distribución, y por ello, han quedado excluidas del proceso de electrificación mediante la extensión de redes en un plazo de tiempo razonable. Estas zonas tienen ciertas características que hacen que la extensión de redes sea en muchos casos prohibitiva. Se caracterizan, por tener una alta dispersión geográfica y estar alejadas de los núcleos habitados, cuentan con débiles infraestructuras viales y de comunicación, y en muchos casos, con geografías inaccesibles. Estas condiciones hacen que, tanto la inversión inicial como los costes de operación y mantenimiento de las redes, sean excesivamente altos.
El financiamiento de las soluciones energéticas ha sido otro de los retos para los países, es aquí donde los gobiernos deberían establecer e incentivar mecanismos como las alianzas público-privadas o las áreas de servicio exclusivo, que permitan a los privados entrar a hacer inversiones en las zonas apartadas para cubrir la brecha de acceso que aún se mantiene.
Por otro lado, las zonas rurales tienen una baja densidad de consumo, y un bajo nivel de ingresos, con pocas perspectivas de crecimiento, lo que hace que el tiempo de retorno de la inversión sea demasiado largo. Además, las zonas rurales aisladas también tienen dificultad de acceso a suministros y servicios técnicos, y están alejadas de los centros administrativos y de toma de decisiones.
En general, cuando se trata de zonas empobrecidas y aisladas, el uso de energía generada mediante sistemas renovables aislados suele ser la mejor solución, Sin embargo, hay que considerar que la tecnología es solo una parte de la solución del problema, la formación en el uso de las energías es esencial en la sostenibilidad de un proyecto y en el uso productivo del mismo.
Para que se den estas condiciones, es imprescindible la “alfabetización energética” de la población en general y una sencilla formación especializada para algunos grupos o personas necesarios para el mantenimiento y gestión de las instalaciones. Las personas deben entender que la energía es necesaria para alcanzar otras necesidades básicas como la salud, el agua, la educación, la comunicación o el transporte, y es imprescindible para incrementar la eficiencia de los procesos productivos. es por eso que Llegar a alcanzar un 100% de cobertura eléctrica y de buena calidad con estabilidad en el tiempo, permitirá que los habitantes de las comunidades rurales aisladas mejoren de forma radical su calidad de vida; usar un mechero o velas de cera para iluminarse sería anecdótico para las personas, en cambio podrían acceder a mejores herramientas para educarse, podrían refrigerar alimentos y vacunas, además de poder emprender proyectos productivos que les permitan soñar con un mejor presente y futuro.
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