Medios De Comunicación Y Trastornos Alimentarios

INTERNET Y CULTURA ADOLESCENTE

Las redes sociales y su influencia en los trastornos de alimentación

Internet se ha convertido en parte de nuestra vida cotidiana y revolucionó el concepto de comunicación. Pero la tecnología se convierte en un arma de doble filo cuando actúa como difusor de trastornos alimentarios, incentivando a la bulimia y la anorexia.

En la actualidad, la utilización de las redes sociales se convirtió en un fenómeno que merece ser tenido en cuenta. Y es que son millones los jóvenes que a diario hacen uso de Internet, en ocasiones para adquirir malos hábitos, uno de ellos es la búsqueda de “consejos” para adelgazar rápidamente con el afán de alcanzar lo que para ellos es la figura ideal.

Es preciso mencionar que la persona que padece anorexia tiene una distorsión de su imagen corporal, esto le hace creer que está aumentando cada vez más de peso. Ante ello, la dieta se vuelve cada vez más rigurosa sin tomar conciencia de que en realidad está adelgazando descontroladamente. Contrariamente, la bulimia se caracteriza por episodios de “atracones” en los que se come en desmesuradamente, para luego intentar vomitar voluntariamente o valiéndose de laxantes u otros medios. El paciente no tiene conciencia de lo que en realidad le esta sucediendo y que padece una enfermedad que requiere ayuda médica, ya que en la mayoría de los casos puede llevarlo a la muerte. En general se trata de personas muy perfeccionistas y con baja autoestima, que resultan permeables a los “cánones de belleza” que se impulsan desde los medios de comunicación.

Pero ¿Cuánto influyen las redes sociales en los jóvenes y de qué manera contribuyen en los trastornos de alimentación? De acuerdo a estadísticas de la Renfrew Center Foundation de Filadelfia, en los Estados Unidos solo el 5 % de las mujeres tiene naturalmente el tipo de cuerpo que se presenta como ideal en las publicidades. Además, las modelos publicitarias pesan un 23 % menos que las mujeres promedio. Aún así, el 69 % de las niñas entre 5º y 12º grado (según el sistema escolar de ese país, tienen aproximadamente entre 9 y 16 años) indicaron que su ideal del cuerpo perfecto está influida por las fotos que ven en las revistas.

Es importante advertir que son numerosos los sitios de Internet destinados a alentar la perdida de peso de muchas formas, con el objeto de lograr el cuerpo perfecto. Incluso existen portales donde se dan instrucciones para engañar a los padres, y disimular los diferentes trastornos que traen ambas patologías. En febrero del año 2010, en España, se presentó el Informe anual sobre la difusión y proliferación de contenidos de apología de la anorexia y la bulimia en la red, realizado por la Agencia de Calidad de Internet (IQUA) en colaboración con la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB). Este estudio muestra como el uso de Internet fue aumentando y con el los sitios con contenidos nocivos referidos a estos trastornos alimentarios, y su impacto en la salud de los jóvenes.

En algunos sitios de la Red se promueven la anorexia y la bulimia como un “estilo de vida” y no tratándolas como una enfermedad. Quienes ingresan a estas paginas web son varones y mujeres que están en el comienzo del trastorno buscando "comprensión y refugio", y encuentran comunidades de usuarios en las que pueden intercambiar trucos para perder peso, para engañar y disimular ante familiares y amigos, incluso cómo conseguir drogas o medicamentos sin receta para adelgazar, etc.

Estos contenidos no solo están en las páginas web, sino también en chats, foros, blogs, redes sociales, Messenger. Existen comunidades virtuales en las que aparecen actividades desarrolladas para lograr más adherentes, a los que además se les proponen juegos, fotos, competencias, etc. El estudio señalaba que los navegadores y otras empresas que facilitan el acceso a estos contenidos debieran asumir cierto grado de responsabilidad, y tomar acciones para no ofrecer cobertura a estos contenidos, y afortunadamente, Facebook y Twitter respondieron rápidamente de manera afirmativa.

Lo cierto es que por un lado hay un vacío legislativo sobre los malos usos que se le dan a Internet, pero además la influencia de la Red es tan poderosa que el grado de sugestión puede compararse al de un “lavado de cerebro”. Esto se ve agravado por la facilidad con que en todos los sectores sociales y en todos lados hoy se accede a Internet, en la rapidez con que se crean un sitio o un blog, se sube información y fotos, etc.

Entre los jóvenes que padecen estas patologías se crea un grupo de pertenencia muy fuerte, y a muchas pacientes les cuesta salir. Por eso el papel de las familias puede ser clave para la prevención y tratamiento de estas enfermedades. Si bien es cierto la necesidad de contar con un marco regulatorio, el principal agente de prevención debe es la familia. Si quienes rodean al adolescente están atentos a lo que le sucede, si se le ofrece una perspectiva de futuro y se trabaja su autoestima, el enfermo podrá adquirir herramientas necesarias para desarrollarse en el mundo real. De esta forma se resaltaran los aspectos positivos del joven y podrá integrarse socialmente, sin tener la necesidad de recurrir a amigos y relaciones virtuales.

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