Migracion forzada en mexico.
isivEnsayo8 de Junio de 2016
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Introducción:
En la realidad social de nuestro país nos encontramos experimentando una transformación de gran importancia en uno de los procesos que han acompañado a la humanidad en su desarrollo: la migración. A lo largo de la historia podemos encontrar bastas referencias a los movimientos culturales, económicos, geográficos y políticos que dieron origen a desplazamientos en masa de la población; sin embargo en las últimas décadas, y más específicamente desde comienzos del siglo, los fenómenos migratorios han sufrido en términos de escala y magnitud.
Hemos entendido por migración los desplazamientos de personas que tienen como intención un cambio de residencia desde un lugar de origen a otro de destino, atravesando algún límite geográfico que generalmente es una división político-administrativa[1]. Estos desplazamientos ocurrían mayoritariamente por la búsqueda de mejoras en las condiciones de vida y nivel económico y hoy se han sumado factores como la creciente desigualdad demográfica, los efectos del cambio climático, el establecimiento de distintos órdenes políticos y las innovaciones tecnológicas.
El Informe sobre las migraciones en el mundo 2010[2] elaborado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), reconoce que la migración es una característica integrante del mundo contemporáneo y que responde a los cambios coyunturales de la sociedad.
En el contexto particular de México, los estudios sobre migración han estado presentes en el ámbito de investigación y también en la agenda pública desde años atrás; sin embargo ha aparecido con gran relevancia una nueva categoría de análisis que no había sido estudiada pero que, respondiendo a nuestra realidad social, es necesario profundizar en ella, dicha categoría es la migración forzada, la cual se abordará a detalle en el desarrollo del presente trabajo.
Desarrollo:
- Elementos para entender la migración forzada
Actualmente nos enfrentamos a la compleja realidad en que grupos sociales son forzados a desplazarse de sus lugares de origen por las condiciones tan precarias en las que se encuentran; la pobreza económica y alimentaria, la violación de derechos humanos, la violencia estructural y la guerra son algunos de los motivos que pueden volver insostenible la situación en que muchas personas se encuentras, incluso peligrando sus propias vidas, dejándoles como única opción es traslado a otras regiones.
El fenómeno denominado como migración forzada, en palabras de Castles incluye un conjunto de categorías legales o políticas donde todas implican a personas que han sido forzadas a escapar de sus hogares y buscar refugio en otras partes[3], aunque es necesario ampliar la definición de la migración forzada y con ello ampliar la responsabilidad del Estado hacia los refugiados, los desplazados y los migrantes de paso así como sus defensores, quienes luchan por mantener estándares mínimos equitativos de protección para las personas y sus derechos.
Por su parte la OIM define la migración forzada como “la realizada por cualquier persona que emigra para escapar de la persecución, el conflicto, la represión, los desastres naturales y los provocados por el hombre, la degradación ecológica u otras situaciones que ponen en riesgo su existencia, libertas o su forma de vida”[4].
Cabe mencionar que estas personas no cuentan con el apoyo que brinda la ONU puesto que según la misma, un refugiado se define como una persona que reside fuera de su país de nacionalidad y que no puede o no desea regresar por un temor bien fundamentado de persecución; por su parte la ACNUR los reconoce como desplazados internos, ya que por los estatus de no salir del país de origen no alcanzan los beneficios de ser refugiados, pero este organismo desempeña el papel principal en la supervisión de las necesidades de protección y alojamiento de los desplazados[5].
Existen en torno a la migración forzada distintas acepciones legales que distinguen entre la misma población migrante; la figura legal de un refugiado está dotada de garantías que los desplazados internos no tienen, tales como la legalidad si se cruza una frontera internacional y el compromiso de no ser repatriados si siguen en una situación de riesgo. Dicha figura cuenta con instituciones internacionales que respaldan su carácter legal, mientras que para los desplazados internos no existe un organismo internacional creado específicamente para protegerlos y en el caso de México tampoco se cuenta con un organismo nacional.
La población comienza a desplazarse hacia zonas con mayor seguridad cuando no ve una respuesta del Estado a sus problemáticas, puede ser a otra región al interior del mismo país o hacia el exterior de este. Cuando estos flujos migratorios se mantienen al margen de procesos legales e institucionales son considerados como migración económica[6], cuya movilidad tiene como fin buscar mejoras en sus condiciones de vida y trabajo, y es considerada como voluntaria, por ende es gestionada de manera distinta y convierte a las personas en migrantes irregulares en lugar de posibles desplazados o solicitantes de refugio.
Dentro de la migración forzada resaltan las causas que son derivadas de las crisis políticas que se presentan en ciertos países, personas que temen venganza o persecución por parte de cualquier aparato del Estado buscan la posibilidad de establecerse en otro lugar.
A lo anterior es necesario agregar el tema de la creciente violencia e inseguridad, que se han convertido en las principales causas de migración forzada en América Latina, principalmente la violencia que ha generado el auge del narcotráfico y las condiciones de pobreza extrema en algunas de las regiones de Centroamérica y México son los dos principales factores por los que los pobladores locales tienen que emigrar, en su mayoría a Estados Unidos.
2) Migración forzada: su auge en el contexto nacional mexicano
La migración forzada no es una realidad totalmente nueva en nuestro país pero es cierto que se inserta con mayor fuerza en nuestra sociedad desde las pasadas décadas, desde comienzos del siglo este fenómeno se ha incrementado a tal manera que nos obliga con ello a profundizar en su estudio.
México ha sido el principal país de tránsito[7] en los movimientos migratorios de América Latina, pero ante la gran crisis de violencia que se vive en el país desde 2006 muchos migrantes han perdido la vida en territorio mexicano, y otra gran cantidad ha sido despojada de sus pertenencias viéndose obligadas a permanecer en el país mientras buscan la manera de seguir su travesía hacia su país de destino[8].
En la frontera de México con Centroamérica la movilización de migrantes y desplazados tiene mucho que ver con la existencia a ambos lados de la frontera de redes ilegales, principalmente de armas y drogas pero con gran presencia también de trata de personas y tráfico de migrantes, organizaciones como el Centro Internacional para los Derechos Humanos de los Migrantes (cidehum) buscan recabar datos duros pero el tener todas estas actividades inscritas fuera de marcos legales se desconocen datos sociodemográficos de la población forzada a desplazarse y de sus necesidades generales.
Durante la década del 2000, la mayoría de los migrantes que entraban al país, así como los desplazados internos, no formaban parte de los flujos migratorios tradicionales, comúnmente relacionados con la precariedad laboral o económica, sino que se veían obligados a migrar por cuestiones de inseguridad. Y es también en estos años que la situación de seguridad en el país comienza a decaer debido al impacto de las acciones del crimen organizado, cuyo número de víctimas aumenta a la par de los desplazados internos.
Gran parte del territorio del país se ha visto afectada por el constante incremento de la violencia, entidades federativas a lo largo y ancho de la república han sufrido migración forzada de grandes grupos de su población, entre estos estados afectados destacan Baja California, Chihuahua, Coahuila, Durango; Guerrero, Michoacán, Nuevo León; Oaxaca, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz. A pesar de que desde 2002 la ONU reconoció que una de las principales causas de la migración forzada dentro de México era la presencia y abusos del narcotráfico no se creó una instancia pública para atender el tema.
La situación se agravó aún más cuando en el 2006 el gobierno de Felipe Calderón lanzó como respuesta a la situación de violencia una ofensiva militar contra los cárteles de droga en México, denominada por él mismo como “Guerra contra el narco”; se tomó la decisión de que las fuerzas armadas fueran llevadas a la calle para perseguir y minimizar a los grupos criminales, esta acción desencadenó una lucha aún más violenta pues los cárteles peleaban entre sí por el control y dominio de las rutas de narcotráfico mientras se enfrentaban también a las fuerzas estatales.
La implementación de esta política llevó al país a una situación de migración forzada más grave pues también la instalación del ejército o la policía federal en algunas localidades produjo abusos de poder que generaron más violencia contra la población, en algunos casos la permanecía de las fuerzas federales significó un cambio total en la vida pública de las localidades; un ejemplo clave son los toque de queda. La población se encontró sumamente vulnerable, sin una verdadera protección y con el incremento de la cooptación de las autoridades por parte del crimen organizado la alternativa restante es huir.
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