PLUSVALIA

En el pensamiento de Marx, el concepto de plusvalía es central y concreto, de manera que, es importante tratarlo detenida y cuidadosamente, para esto es fundamental comenzar con el análisis de la mercancía, basándonos en el pensamiento de Karl Marx por medio de su escrito “Mercancía y Dinero” Capítulo I del primer tomo de su obra El Capital, simultáneamente el tema a abordar es la relación de dependencia que existe entre capitalista y obrero, porque si existe la plusvalía implica que debe producirse el encuentro entre el que es poseedor del capital y el que no lo es, entre el que tiene los medios de trabajo para reproducir el capital y el que solo tiene la capacidad física, o sea, la fuerza de trabajo. Esto es igual a la relación de dependencia entre centro y periferia. Estas relaciones de dependencia es una muestra de disociación, de explotación y de exclusión. Que es algo de lo que estamos conscientes, pero que desde su inicio, ha sido necesario y cada vez más evidente en este sistema capitalista que se torna cada vez más salvaje y excluyente. El desarrollo de este ensayo, presenta inicialmente, un análisis de términos fundamentales como punto base de apoyo para introducirnos en el concepto de plusvalía. Posteriormente, se plantea la idea de que el concepto plusvalía, es matriz y cada vez más preponderante en el sistema de producción capitalista.

En el primer capítulo de El Capital, Tomo I “LA MERCANCIA”, Marx comienza con el análisis de la mercancía, que se le considera como el centro de producción y desarrollo del capital. Miremos directamente la definición que tiene Marx de la mercancía, nos dice “La mercancía es, en primer término, un objeto externo, una cosa apta para satisfacer necesidades humanas, de cualquier clase que ellas sean” (2007. P.3). Marx nombra a la mercancía como la base de el sistema económico capitalista en la cual la sociedad se encuentra inmersa, por ende, también la denomino como la matriz de el proceso de producción en el sistema capitalista.

Marx encuentra en la mercancía dos aspectos que son base, dos aspectos determinantes y centrales, dos características esenciales, el valor de uso y el valor de cambio. En primer lugar, toda mercancía tiene un valor de uso y es cuando yo decido darle ese uso, el valor de uso tiene la característica de que en la medida que hacemos uso de las mercancías, las mercancías se gastan, a causa de esto, solo sirven para usarlas. O mejor dicho “Es algo que está condicionado por las cualidades materiales de la mercancía y que no puede existir sin ellas. Lo que constituye un valor de uso o un bien es, por tanto, la materialidad de la mercancía misma” (Marx. 2007. P.4). Por otro lado, la mercancía acarrea un valor de uso que es social, debido al intercambio de mercancías. Es así como el valor de uso soporta al siguiente valor, al valor de cambio.

Cuando decido vender la mercancía, la mercancía adquiere un valor de cambio, pero depende de ciertas condiciones, entonces para qué el valor sea equivalente a otra mercancía, porque mercancía que no es intercambiada simplemente no es mercancía, tienen que haber sido producidas al mismo tiempo o deben tener el mismo tiempo de trabajo. Entonces, ¿Cuál es el valor de la mercancía?, el valor de la mercancía radica en el tiempo de trabajo socialmente necesario que se necesitó para construirse.

A causa de esto, se produce el encuentro que es vital para que todo el proceso anterior se lleve a cabo, en esta instancia, se produce este acercamiento entre capitalista y obrero, uno con el capital y el otro sin el capital, donde el que no tiene el capital, o sea, el obrero, solo es poseedor de su fuerza de trabajo (un compilado de músculos y nervios) ahora bien, el concepto de fuerza de trabajo, llega a ser un término deshumanizador al ser solo una capacidad física que puede cuantificarse, aparte de eso, viene siendo una mercancía que se puede comprar y se puede vender. Sin ir más lejos, se produce la negociación entre el portador del capital y el trabajador, con esto sale la oferta del capitalista que consiste que con el capital que posee, paga al obrero el trabajo que produzca.

Ahora bien, es importante analizar ¿Quién determina o cómo se determina el valor de la fuerza de trabajo? A esta pregunta, Marx responde que el valor de la fuerza de trabajo es equivalente a todo aquello que sea necesario utilizar para mantener viva a la fuerza de trabajo, es decir, simplemente cubrir sus necesidades más básicas (ropa, comida, casa), lo suficiente como para que al día siguiente pueda levantarse y seguir produciendo, es esto lo que vale la fuerza de trabajo.

Pero esto anterior no tiene coherencia alguna con el trabajo realizado por el obrero. Llegamos a percibir una noción de engaño que el obrero no detecta y es la siguiente, en una jornada laboral de ocho horas diarias, su salario es consecuente con cuatro de las ocho horas de la jornada laboral, su trabajo de ocho horas produce el doble o poco más de su salario consecuente (cuatro horas), estamos ante una noción histórica de engaño, ante

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