Política Y Comunicación En Uruguay

COMUNICACIÓN Y POLÍTICA EN URUGUAY:

Las primeras radios uruguayas no eran propiedad del Estado, ni eran servicios públicos, y el gobierno uruguayo no desempeñó ningún papel en los primeros experimentos de radiodifusión en el país, que tuvieron lugar poco después de la Primera Guerra Mundial. Aparecieron pequeñas radios privadas.

Los gobiernos liberales habían adoptado formas de propiedad estatal en 1911, y en los años 20, Uruguay presentaba características de una situación de bienestar. El estado uruguayo era propietario de la electricidad, el teléfono, ferrocarril, cemento, refinación de petróleo y otras industrias. El gobierno concedió a la radiodifusión menos prioridad que a servicios sociales como la educación, la sanidad y la vivienda. No experimentaba la necesidad de utilizar la radio para el logro de la unificación nacional.

Nunca llegó a desarrollarse en Uruguay una auténtica legislación que regulase la radio y la televisión. Las 50 emisoras radiofónicas privadas que emitían en 1936, habían obtenido sus licencias con escasa seguridad, economía y recursos y fácilmente revocables mediante decretos del poder ejecutivo.

En 1929 el gobierno asignó un presupuesto y una onda corta y dos ondas medias a un servicio público no comercial de radiodifusión, el Servicio Oficial de Difusión Radio Eléctrica (SODRE). Las actividades del SODRE se expandieron rápidamente a otros campos de la cultura: una orquesta sinfónica nacional, un ballet nacional, un club de cine que disponía de una sala de exhibición propia y en 1963, un canal público de T.V.

En los años 30, era un país próspero, con economía activa basada en la exportación agrícola. Después de la Primera Guerra Mundial, Uruguay, “la Suiza de América”, tenía estabilidad política, de un régimen presidencial colegiado, niveles elevados de higiene y educación, además de tener una de las tasas de alfabetización más altas de América Latina. La prosperidad económica y el alto nivel educativo de la población, posibilitaban que pequeñas emisoras radiofónicas locales (y también periódicos) consiguieran públicos atractivos para los anunciantes.

La estabilidad del clima político posibilitaba al gobierno abstenerse de interferencias directas en el contenido y las actividades de los media privados. El gobierno y los partidos políticos ocultaban ciertas fuentes de conflicto social en desarrollo. En el gobierno de Gabriel Terra (1933-1938), una huelga de los trabajadores de los periódicos unificaron a propietarios en un sólido bloque defensivo.

Para crear una emisora bastaba, con un repertorio de discos que pudiesen poner una y otra vez y no quedar anticuados. Las más de 200 emisoras radiofónicas de Montevideo tenían pautas de programación similares. La publicidad, era la única fuente de financiación de esas emisoras, que competían entre sí. Las radios locales eran de carácter informativo y estaban muy politizadas.

La música popular ocupaba la mayor parte del tiempo se emisión. Solamente las radios públicas CX6 y CX26 emitían música clásica. La música folklórica y los tangos, monopolizaban las demás emisoras. Los partidos de futbol sonaban en las principales radios. Los anunciantes y comentaristas desarrollaban estilos distintivos, inimitables y afianzaban sus públicos y clientela publicitaria habitual. Las emisoras desarrollaban un papel importante en la visa social y familiar. La radio uruguaya desempeñaba un papel clave en la política nacional.

Uruguay tuvo el sufragio universal desde 1938, con alta alfabetización y poca presencia pública militar (hasta 1973). La alta participación política explica, el papel activo ejercido por la radio en ella. La actitud informativa de la prensa había estado estrechamente vinculada a los principales partidos políticos. A través de la prensa y de la radio, muchas personas participaban en la vida política del país.

Durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón en Argentina (1945-1955), muchos políticos argentinos perseguidos por sus opiniones políticas huyeron a Uruguay. Las radios uruguayas transmitían noticias detalladas sobre Argentina a las provincias argentinas fronterizas.

Las numerosas emisoras privadas que transmitían para una población altamente politizada, tuvieron un efecto duradero en la vida política del país. La televisión llegó a Uruguay en 1955, cuando la prosperidad económica uruguaya empezaba a desvanecerse. En 1964, una nueva legislación permitió la publicidad tanto pública como privada en el Canal propiedad gubernamental. La Asociación Nacional Uruguaya de la Radiodifusión combatió la legislación que permitía al SODRE aceptar publicidad comercial.

Los partidarios de la radiodifusión pública perdieron la batalla y la televisión comercial privada uruguaya predominó sobre el canal del SODRE. A partir de 1955, la economía uruguaya

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