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Prostitucion. Aspectos sanitarios


Enviado por   •  22 de Julio de 2014  •  1.567 Palabras (7 Páginas)  •  243 Visitas

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Aspectos sanitarios

Ya que las prostitutas y los prostitutos mantienen habitualmente relaciones con un elevado número de clientes, la prostitución se asocia con la dispersión deenfermedades de transmisión sexual. Entre éstas, el sida es la que actualmente reviste un mayor riesgo.

Las respuestas a este problema pueden ser, o bien intentar prohibir definitivamente la prostitución, o establecer un registro de las prostitutas y prostitutos encaminado a que realicen controles médicos periódicos, o animar de manera informal a prostitutas y prostitutos, y a sus clientes, a utilizar medios de protección y a someterse a revisiones médicas.

Las dos primeras alternativas son consideradas frecuentemente inadecuadas. Prohibir la prostitución significa que ésta se convertiría en una actividad a escondidas, con lo cual aumentarían aún más los problemas sanitarios, y también criminales. La segunda alternativa, consistente en llevar un registro de las prostitutas y prostitutos, convertiría al estado en cómplice de esta actividad, y no solucionaría el control sanitario de todas aquellas personas que trabajan en esta profesión de manera oculta. En consecuencia, según muchos expertos sólo queda la tercera vía, que depende de la voluntad de todos los implicados.

Personajes ilustres

Numerosas personalidades a lo largo de la historia han recurrido al servicio de prostitutas y/o prostitutos, e incluso algunos han prestado servicios sexuales remunerados. Destacan entre ellos los siguientes:

• Friné, hetaira y modelo para esculturas de Afrodita.

• Julio César: líder político y militar de la etapa final de la República de Roma. Famosa era la habladuría que corría por las calles de Roma sobre su persona: «Es el hombre de todas las mujeres y la mujer de todos los hombres» (difundida por Curión). De hecho, su especial relación con Nicomedes IV, rey de Bitinia, hizo ―según Suetonio― que se le dedicaran otras lindeces como rival de la reina y plancha interior del lecho real, establo de Nicomedes y prostituta bitiniana. Además de esta supuesta bisexualidad, algunos escritos lo señalan como putero. Según el historiador Suetonio: «Tiénese por cierto que [César] fue muy dado a la incontinencia y que no reparaba en gastos para conseguir tales placeres, habiendo corrompido considerable número de mujeres de familias distinguidas, entre las que se cita a Postumia, esposa de Servio Sulpicio; a Lollia, de Aulo Gabinio; a Tertula, de M. Crasso, como también a Mucia, de Cn. Pompeyo […] Pero a ninguna amó tanto como a la madre de Bruto, Servilia, a la que regaló durante su primer consulado una perla que le había costado seis millones de sestercios […]. No guardó más respeto en las provincias de su mando al lecho conyugal […] Tuvo también amores con reinas, entre otras con Eunoé, esposa de Bagud, rey de Mauritania, y a la que según refiere Nasón, hizo lo mismo que a su marido, numerosos y ricos presentes; pero a la que más amó fue a Cleopatra, con la que frecuentemente prolongó festines hasta la nueva aurora […]. Tan desarregladas eran, en fin, sus costumbres y tan ostensible la infamia de sus adulterios, que Curión padre le llama en un discurso marido de todas las mujeres y mujer de todos los maridos».

• Tiberio: emperador romano que, de acuerdo con algunos escritos, fue un consumado voyeur, revolucionando este concepto y convirtiéndolo en un arte, como cuenta Suetonio: «En su quinta de Capri tenía una habitación destinada a sus desórdenes más secretos, con lechos por todas partes. Un grupo elegido de muchachas, de jóvenes y de disolutos, inventores de placeres monstruosos, y a los que llamaba sus ‘maestros de voluptuosidad’ (spintrias), formaban allí entre sí una triple cadena, y entrelazados de este modo se prostituían en su presencia para despertar, por medio de este espectáculo, sus estragados deseos...».

• Agripina la menor: hermana del emperador Calígula, éste la prostituía entre sus favoritos, además de mantener una relación incestuosa con ella. Mujer de gran belleza y ambición, trató de gobernar a través de su hijo Nerón - con quien se le atribuye otra relación incestuosa - hasta que éste la mandó asesinar por oponerse a una de sus relaciones.

• Mesalina: tercera esposa del emperador Claudio, dio rienda suelta a su ninfomanía, llegó a prostituirse bajo el apodo de Liscia, lanzando un reto a las demás prostitutas de Roma para ver cual de ellas podía atender a más hombres en un solo día. Su nombre está asociado al de mujer libidinosa por antonomasia.

• Miguel Ángel: uno de los mayores genios que ha dado la humanidad. Sentía pasión por la belleza del cuerpo, en este caso, masculino. Así lo prueban estatuas como el David, considerado por muchos como la quintaesencia de la belleza física masculina. Llegó a contratar los servicios de jóvenes prostitutos, como un tal Febo di Poggio.

• Enrique VI de Inglaterra: este monarca, hastiado de su esposa, solía frecuentar otras compañías que le proporcionaban

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