Qué Significa Ser Democrático

A través de los años se ha vuelto costumbre decir que México es un país democrático, pero ¿Qué significa ser democrático?. Sin duda alguna muchos, si no es que todos, los mexicanos hemos escuchado y talvez hasta contribuido a la construcción del concepto democracia con toques de idealismo. Resulta curioso, pero éste término diariamente se enfrenta a la contradicción del “debe ser” contra el “en realidad es”. Todo ello se puede entender analizando el gran conflicto que existe entre adquirir conocimiento teórico, entenderlo y posteriormente ponerlo en práctica de manera que el sistema funcione realmente como debe de ser, es decir, que sea capaz de arrojar los resultados con exactitud, tal como lo haría por ejemplo, la aplicación de una fórmula matemática a un cierto problema.

Para llevar acabo la práctica de un sistema democrático, se requiere de la participación de un gobierno dispuesto a recibir retroalimentación por parte de una sociedad participativa, además de una herramienta que funja como intermediario entre el Estado y la sociedad: los medios de comunicación. Cada uno de estos elementos, en base al papel que desarrollan dentro un sistema, están comprometidos a cumplir una serie de obligaciones, las cuales serán las que permitan el eficaz funcionamiento de un sistema democrático.

Los medios de comunicación, como ya anteriormente se dijo, son los encargados de crear un vínculo entre el Estado y la sociedad a través del flujo de información que se genera por parte de cada uno de ellos. A consecuencia de ésta gran responsabilidad que recae en los medios, resulta importante dejar en claro que el pilar o piedra angular que hace que la democracia funcione correctamente: es la difusión de información veraz que refleje los estilos de vida existidos en la vida real.

Los periodistas, por el simple hecho de su profesión, son quienes se encargan de ayudar a la sociedad a interpretar la realidad, sin embargo el nivel de credibilidad que la sociedad les asigna ha ido disminuyendo a través del tiempo. Esta situación se debe a que muchas veces los periodistas no ofrecen el hecho completo, es decir ambas caras de la moneda, sino sólo la parte que responde a sus intereses o peor aún que refuerzan el engaño hacia las audiencias, con lo cual resulta más fácil la dominación de la sociedad. Este comportamiento no se debe a la falta de un código de ética, sino que va más allá de eso, pues estas actitudes demuestran la falta de valor, responsabilidad y decisión por parte de cada periodista.

Es muy probable que la ética periodística en años pasados haya sido violada por periodistas de la época; más sin embargo podemos decir que hoy en día con el surgimiento de nuevos medios de comunicación, que tratan de apoyar y reforzar el papel de los medios dentro de una democracia, hacen más factible que los seres humanos, periodistas profesionales o no del todo profesionales, se tomen la libertad de criticar al gobierno. Dicha acción no resulta del todo negativa, ya que la calidad de la democracia es posible medirla a través del índice de participación de los individuos y por lo tanto a mayor participación, mayor calidad de democracia, pero desgraciadamente la participación que existe en nuestros días por parte de la sociedad lleva un toque de irresponsabilidad, pues la información que muchas veces circula, por ejemplo en Internet, resulta no ser totalmente veraz o simplemente es falsa. Esta situación nos habla de una actividad alarmante ya que por un lado tenemos índices de participación, pero por el otro vivimos en una realidad dibujada y manipulada, ya que cada individuo sólo quiere satisfacer sus intereses sin considerar los de los demás y mucho menos el bien común de la sociedad.

Factores como la ética periodística y la responsabilidad con la que los medios de comunicación desarrollan su papel dentro de una democracia resulta posible observarlos y analizarlos a través de procesos electorales que han ido teniendo lugar dentro de nuestro país durante los últimos años. Un claro ejemplo son las últimas elecciones presidenciales realizadas en el año 2006 con las cuales los ciudadanos eligieron al actual presidente Felipe Calderón Inojosa.

Con cifras del Instituto Federal Electoral podemos ver que la participación ciudadana en el 2006 alcanzó apenas un 58.55%. Cabe destacar que en las elecciones presidenciales los ciudadanos supuestamente presentan mayor interés, información, intervención de los medios y participación, ya que se trata de elegir a la persona que los representará y se hará cargo de la nación. Sin embargo se nota que dicha participación no alcanza ni un 60%. El nivel de abstención es muy alto porque claramente refleja que más del 41% de los mexicanos no tuvieron ni el mínimo interés de ejercer su voto para elegir a quién los representaría.

Los motivos pueden ser muchos, sin embargo la mayor responsabilidad recae en los partidos políticos, los candidatos y los medios de comunicación. En la actualidad la función de los medios va más allá de una responsabilidad o ética profesional como la ética periodística. En el caso especial de México los medios de comunicación son fundamentales pues se han convertido en el medio que logra enlazar a millones de ciudadanos con las propuestas y lemas tanto de los partidos políticos como de los candidatos. Son los medios los que nos presentan al partido, los que nos hacen desarrollar ideas y sobre todo despiertan en nosotros un sentido de creencia, identificación y hasta esperanza por algún candidato. En teoría el periodista simplemente debe de ejercer una libertad de expresión, sin embargo en México esa libertad de expresión es una utopía, pues de cierta forma los periodistas se han visto reprimidos por el gobierno, los políticos y las personas que tienen el poder. Los periodistas tienen el papel más importante de informar a la ciudadanía, sin embargo en muchas ocasiones ganan los intereses personales y hacen a un lado esa responsabilidad para unirse a los partidos políticos y así alimentar sus mentiras.

Como consecuencia a esto los ciudadanos se han dado cuenta de la gran mentira que los partidos políticos crean, pero sobre todo la forma en que algunos periodistas la alimentan. La responsabilidad de crear y mantener un ambiente de confianza entre el gobierno y los ciudadanos también parte de la información que presenten los periodistas y la manera de emitir información objetiva, oportuna, veraz, etc. Es por eso que el elector opta por no votar, pues no cree ni en el partido político, mucho menos en el candidato y actualmente ni en la gente que les proporciona la información, pues muchos de ellos están vendidos a la política o al partido en turno.

Son muy pocos los periodistas

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