RECORRIENDO EL TERRITORIO, CONOCER, APRENDER Y COMPARTIR
criscamiEnsayo30 de Octubre de 2016
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RECORRIENDO EL TERRITORIO, CONOCER, APRENDER Y COMPARTIR
María Camila Rosales
Andrea Alejandra Marcillo
María Fernanda López Mora
Yenny Cristina Checa
Cristian Camilo Goyes
Universidad de Nariño
Sociología de la educación
27 de marzo de 2015
“La educación no cambia el mundo,
Cambia a las personas que van a
Cambiar el mundo”
Paulo Freire
En el siguiente escrito no sólo plantearemos un proyecto a realizar, sino también expondremos una alternativa viable a la educación formal en la que nuestro sistema de educación actual está sumergido, pues creemos firmemente que la enseñanza no es un mero instrumento de sumisión, menos una forma de adoctrinar a nuestros jóvenes para que puedan desarrollar una labor dentro de una sociedad capitalista, pues la enseñanza se debe entender como la liberación del hombre de sus ataduras, dándole las herramientas suficientes para que pueda desarrollarse en él un pensamiento crítico, para que entienda su realidad, y la pueda transformar en beneficio de su colectividad, por lo tanto no sólo obtener el desarrollo intelectual, sino de igual manera el humano , para que así se pueda lograr una mejor calidad de vida en un futuro.
Expresado esto, nos hemos enfocado en la educación propia de las comunidades indígenas, como un planteamiento de educación popular, ya que esta abarca y desarrolla lo anteriormente mencionado. Vemos necesario en primer lugar, expresar los fundamentos de una educación popular, para que así se comprenda con mayor claridad él porque nos hemos encaminado en la visión de educación propia y como esta es una propuesta legítima de educación, que merece toda nuestra atención y respeto.
Ahora bien, hubo varias propuestas sobre una educación alternativa, pero es en los años 60 con Paulo Freire que la educación popular surge y se fortalece, e incluso se posiciona como una tendencia pedagógica en toda América latina. Esta educación popular nace en los sectores populares y como desde su contexto e intereses, se busca la transformación de la comunidad en su conjunto, sin embargo, no sólo individuos pertenecientes a estos sectores pueden desarrollar propuestas de educación popular, ya que esta se puede realizar de igual manera por personas que están por fuera de dichos grupos, pero que compartan los mismos intereses. En esta propuesta pedagógica se centra en la vida del sujeto, para aprender de sus vivencias, historias personales o experiencias; para así poder construir una pedagogía emancipadora donde cada persona se encuentre comprometida con su propio ser y puedan ser guías para un mejor destino, de esta manera se reconoce que hay infinidad de saberes provenientes de la comunidad que enriquecen el conocimiento, y por lo tanto no es sólo en la escuela donde estos surgen. Por esta razón la enseñanza no se considera una transmisión de conocimiento como la educación tradicional se plantea, por el contrario se promueve crear las posibilidades para su producción o construcción.
Con esto se rompe con la jerarquización de la escuela tradicional, pues en palabras de Freire “Nadie lo conoce todo ni nadie lo desconoce todo; nadie educa a nadie, nadie se educa solo, los hombres se educan entre sí mediados por el mundo” por ello el docente debe tener ante todo humildad para enseñar y aprender de los demás, por lo que el educador tradicional debe ser reeducado para dejar esos paradigmas educativos obsoletos y abra su mente, dejando de ser un agente educativo y convertirse en un mediador del saber, cada uno aporta desde su propio ser, para el fortalecimiento y enriquecimiento del conocimiento, quien enseña, aprende y quien aprende, enseña, aun así se debe tener conciencia de las limitaciones del saber de cada persona, lo que quiere decir, es reconocer hasta donde llega mi saber y como puedo incrementarlo u orientar a los demás a que vayan en búsqueda de la ilustración que yo no les puedo ofrecer. Ahora lo que se debe o no conocer, se orienta a los propósitos de dicha práctica educativa.
Todo en función de la emancipación que debe ir dirigida a comprender y construir libertad, de formar individuos con un pensamiento crítico y autónomo que serán el fundamento para la construcción de una ciudadanía preocupada por su entorno, que no sólo pueda leer su contexto, sino de igual manera poder entender las problemáticas que se dan en este. Tanto la realidad y sus problemáticas deben ser incorporadas en la enseñanza, ya que la realidad tiene que entrar a la escuela, y esta tiene que salir a la comunidad, por tal motivo es de importancia la construcción de seres humanos autónomos que puedan ofrecer su opinión de una forma argumentativa y sin temor. Para esto, entra en juego una pieza esencial, la cual es el diálogo, que no sólo es una simple herramienta didáctica, sino es la posibilidad de constituirnos como individuos capaces de analizar nuestra sociedad; a través de la conversación basada en una práctica compartida, es reconocer mediante el diálogo las necesidades de los demás y mi forma de actuar ante ellas. La realidad en la que tanto se hace énfasis, no sólo es el punto de partida de la educación sino también su punto de llegada, por ello la educación liberadora tiene como finalidad aportar a la elaboración de una sociedad más justa, donde se supere la existencia de opresores y oprimidos o excluyentes y excluidos, pues esta educación tiene como intencionalidad ética la inclusión de sectores que han sido excluidos toda su vida, en varios aspectos tanto en política, educación, edad, cultura, etc. Pero además no sólo se habla de inclusión de estos grupos, de igual forma de personas que estén en disposición de generar una transformación.
Inmerso en esta forma de enseñanza, aparece la figura del educador, el cual debe tener un compromiso ético-político por la edificación de un mundo imparcial; no puede perder su capacidad de indignación, de ser impasible frente a las injusticias, la opresión, la discriminación y la explotación; debe mantener y promover la esperanza para que se pueda superar el injusto orden establecido. No puede haber innovación o búsqueda sin esperanza, perderla es disipar la posibilidad de cambiar el mundo y de conocerlo. Por esto, la educación popular se plantea una pedagogía de la esperanza que supere el conformismo y las desilusiones que la clase dominante quiere imponer a toda costa, es darle al individuo la oportunidad de salir del mundo de la ignorancia hacia el conocimiento, que es el único medio de salir de la alienación, por lo que se debe reconocer que el hombre es un ser histórico y no a-histórico.
La educación debe tener un carácter político para la construcción de una política sincera, que no engaña con falsas promesas, que no busca dotar al pueblo de cosas que lo hagan un ser conforme con lo que vive, sino la política y democracia de una participación de comunidad, en el cual se pueda forjar un nuevo futuro, cualquier proyecto de transformación que no esté acompañado por la educación, se pierde. Y como la educación desde la perspectiva sociológica es vista como un hecho social que abarca toda la vida, no solo se la puede plantear simplemente como escolaridad como la educación tradicional la observa.
Este proceso educativo, busca tejer redes de afecto donde las relaciones entre educador y educado resultará en un verdadero lazo de cariño, en una relación genuina entre dos personas que deben verse todos los días pero no con un sentimiento de obligatoriedad, sino más bien con la mejor disposición de las dos partes, sobre todo porque la educación popular cala en lo más profundo, en los sentimientos, en las necesidades de ese niño, de esa persona si queremos verlo de una manera más sencilla en sus deficiencias, abordándolas de una manera singular, derrotando el miedo, y las frustraciones, venciendo los “no se puede”, enseñando para la vida no para el aula, salvaguardando al estudiante de la educación tradicional, conservadora y distante y grabando en ellos que es un ciclo maravilloso donde el que aprende algún día tiene que enseñar.
La escuela debería ser de fácil acceso, debería ser inimaginable que un niño se tenga que desplazar durante horas para llegar a su centro educativo, por esta razón la educación popular está diseñada para estar continuamente a disposición de la población y es de fácil acceso, sin embargo, el modelo acartonado institucionalizado no permite que las necesidades escolares de la población sean satisfechas porque el modelo implantado generaliza y no ve a cada estudiante dentro de su singularidad, en estos momentos se necesita una escuela que deje huella, que transforme, y que logre considerarse como parte importante de la vida del ciudadano.
Cabe en este punto recordar que la educación que hoy nos ofrecen los gobiernos más bien está encaminada a hacer del ser humano un ser homogéneo cegado por los innumerables opios que enajenan su vida, no puede develar la realidad en la que está inmerso, no puede tener un pensamiento propio o una manera propia de desarrollarse en la sociedad, porque desde su nacimiento quienes lo rodean ya inculcan en él, la postura que debe tener en la sociedad. La educación propia no sólo es importante porque permite a los individuos participar activamente en su proceso de transformación, sino también porque no es una educación egoísta que busca el interés de unos pocos sino más bien los intereses colectivos, pues vivimos en una sociedad selectiva en donde el más fuerte o el que tiene los medios para desarrollarse y avanzar es el que sobrevive, nos hemos olvidado ya sea por la culpa del estado, o porque nos tocó vivir en una sociedad capitalista en donde la desigualdad es la que prima, que sin la cooperación de todos no va a haber cambios radicales en el mundo, que el hombre y sólo el hombre, ha sido el culpable de su destrucción porque quienes crean los sistemas que nos explotan son los hombres, sin darse cuenta de las futuras consecuencias de sus actos, solamente la educación será la capaz de hacer que el hombre se libere y se emancipe de todos los yugos opresores que lo rodean, teniendo una educación que ofrezca las mismas condiciones para todos y que haga al hombre un ser libre no para actuar mal y destruir a los demás sino libre para que tenga conciencia del papel que cumple en la sociedad.
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