ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

ROL DE LAS FUERZAS ARMADAS


Enviado por   •  13 de Julio de 2014  •  2.268 Palabras (10 Páginas)  •  623 Visitas

Página 1 de 10

LA CUESTIÓN DE LOS ROLES DE LAS FUERZAS ARMADAS

Los escenarios de posible conflicto que se ha revisado y la existencia de amenazas activas y latentes a la seguridad nacional determinan la incuestionable necesidad de que el Perú cuente con unas fuerzas armadas con la capacidad operativa adecuada para defender los intereses nacionales. Salvo opiniones radicales, existe un amplio consenso acerca de que las fuerzas armadas deben estar permanentemente en condiciones de cumplir su misión primordial de defensa. Pero el consenso se debilita sensiblemente cuando el debate aborda la cuestión de los roles militares en una sociedad como la nuestra y, en innegable dependencia de este tópico, la cuestión de cómo un país relativamente pobre en recursos económicos puede garantizar el poder militar necesario.

Esto último coloca el tema de los roles de las FFAA en un plano material concreto y específicamente ante la disyuntiva de admitir que los institutos armados deben limitarse a existir en previsión de enfrentar una amenaza de guerra exterior o interna, tesis de la unicidad del rol castrense, o admitir que pueden y deben actuar otros roles adicionales, creando el espacio de debate acerca de cuáles deben ser tales roles.

1. No obstante las situaciones de conflicto activo o latente entre estados de la región en los últimos años (guerra entre Perú y Ecuador en 1995 y tensión militar entre Colombia y Venezuela desde 1999, por ejemplo) predomina entre los analistas adscritos a entidades académicas norteamericanas de defensa la idea de que "los ejércitos de América Latina no tienen una verdadera misión de guerra que cumplir" y que los ejércitos en esta región se han convertido "en algo más que fuerzas policiales bien armadas, cuya principal tarea es preservar el orden". Este punto de vista aprueba y promueve que las fuerzas militares se involucren en otras actividades distintas de la primordial de la defensa externa. Plantean, por tanto, que las fuerzas armadas pueden y deben actuar una pluralidad de roles institucionales.

Pero otro núcleo de analistas, tanto en Estados Unidos como en ámbitos latinoamericanos, sostiene la idea central de que la misión primordial de las fuerzas armadas es evitar la guerra, por ello deben estar preparadas para ganarla, tesis que se expresa con ciertos matices en planteamientos como: "Los militares tienen que entrenarse y estar listos para combatir, en caso de conflicto" y "La función de los militares es prepararse para la guerra". En esta posición coinciden civiles y militares que opinan en el sentido de que "El fin primordial de las FFAA es garantizar la independencia, la soberanía y la integridad territorial de la República...". Sólo admiten que las fuerzas armadas podrán colaborar en la atención de emergencias y desastres naturales, extraordinaria y transitoriamente. Estos analistas plantean, en contraposición a los anteriores, que las fuerzas armadas deben actuar un rol único, orientado a la defensa externa y al restablecimiento del orden interno.

En el medio nacional Fernando Rospigliosi es el ensayista civil que más consistencia ha mostrado en la defensa del rol único de las FFAA, al afirmar que actividades como la construcción de carreteras, alfabetización y acciones de tipo social no son parte de las funciones de las fuerzas armadas y por lo tanto deben estar prohibidas, y que "Las fuerzas armadas no deben participar en desarrollo porque se vinculan a la política". Otras razones que Rospigliosi aduce para sustentar esta posición son que la participación militar en el desarrollo de infraestructura no proporciona un ahorro al estado y más bien produce corrupción y competencia desleal con la iniciativa privada, y que no es claro que la "acción cívica" sea eficaz, necesaria ni rentable desde el punto de vista económico.

En los últimos meses asistimos en el Perú a la controversia entre ambas corrientes de opinión, pero en la mayoría de casos las posiciones se presentan sustentando la demanda de cambiar los roles actuales de las fuerzas armadas. Sea porque los partidarios de la pluralidad de roles militares proponen reafirmarlos, modificarlos o sustituirlos para atender el requerimiento de los tiempos, sea porque los partidarios del rol único exigen consolidar esta opción dando por concluido el compromiso de los institutos militares con roles que consideran espurios o distorsionadores de la misión castrense.

Pero en una significativa proporción los ponentes de la controversia trivializan el tema al omitir que la asignación de roles a las fuerzas armadas no puede ser resultado de un ejercicio de voluntad política, menos todavía de una decisión militar autónoma. Aunque no lo es, debiera ser evidente que las fuerzas armadas tienen roles determinados por prescripciones constitucionales (en el caso del Perú: defensa de la integridad territorial, contribución a la defensa civil y al desarrollo económico y social del país). De manera que cualquier cambio de los roles de las fuerzas armadas implica una modificación constitucional y no puede ser decidida administrativamente.

Otra trivialización de la controversia de los roles militares procede de ignorar u omitir consideraciones acerca de que estos roles no son arbitrarios sino producto de una "visión" de las fuerzas armadas cabalmente coincidente con la idea de modernidad desarrollista adoptada por el sentido común global en los años 60 y 70. Surgen en el Perú orientados a superar la imagen de los institutos castrenses como meras organizaciones de defensa del fenecido orden oligárquico, orientados también por la entonces novedosa concepción tecnocrática del Estado y por la fuerte influencia norteamericana en el contexto de su política de contención del comunismo en el continente a través de las misiones militares y de la "alianza para el progreso". A partir de estas orientaciones los roles militares Implican maximizar la participación de los medios humanos y materiales de los institutos militares en el desarrollo y la "acción cívica" para contribuir al bienestar general de la sociedad.

El cuestionamiento actual a este paradigma militar apunta en sentido favorable a los partidarios del rol único, respaldando que los institutos armados actúen solamente en cumplimiento de funciones "propiamente militares", de defensa, dejando de lado la actuación para cumplir otro tipo de funciones. Sin embargo, el cuestionamiento del pluralismo que respalda los roles "no propiamente militares" de las fuerzas armadas, no resiste el análisis como cuestión de principio.

Enclaustrar a los militares en tareas propias únicamente de su misión primordial de defensa externa y restablecimiento del orden interno

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (14.8 Kb)  
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com