Racionalidad Reproductiva: Hacia La Reproducción De La Vida Humana Y Natural

La racionalidad reproductiva no busca eliminar la racionalidad medio fin si no adaptarla, se mira la eficiencia como lo mejor de lo mejor, como aquello que está por encima de todo, sin embargo al parecer vivir en este tenor de ideas está destruyendo nuestra esperanza de supervivencia sobre la faz de la tierra, una visión en la que importa mayormente la ganancia por sobre todas las cosas, en la que no se respeta como debería respetarse la vida, la naturaleza, sino que son un medio más para obtener esas ganancias, desde un punto de vista completamente monetario, en el que entre más grande sea la brecha costo primario- ganancia, es mejor, debe de verse el trabajo en una compenetración armónica Hombre-Naturaleza, y no como un cáncer consumista en el que se manipula y utiliza la mente humana para obtener el objetivo.

La vida de las personas dentro de este sistema capitalista ha pasado de tener un valor como persona a un valor monetario, donde las personas que hemos crecido dentro de este sistema capitalista con la racionalidad medio-fin etiquetamos a las personas pensadas en cuestión de su valor monetario, en mi punto de vista el uso de estas etiquetas es una atrocidad, esa idea de ponerle valor a las cosas, tratando de sacar ese valor monetario y no ver ese valor que tienen por simple hecho de existir.

La realidad abstracta de la racionalidad medio-fin. Todo esfuerzo no orientado al a conseguir eficiencia está condenado al fracaso, por lo que el mundo se ve envuelto en un espacio de ganadores y perdedores. La consigna es reducir al máximo los medios para agrandar el beneficio.

Algunos economistas afirman que resistirse a la eficiencia es algo irracional, absurdo e incomprensible, sin embargo los efectos de la racionalidad medio-fin están poniendo en peligro las dos condiciones principales que posibilitan la vida en la Tierra: el ser humano y la naturaleza. Eso en conjunto es lo que se llama irracionalidad de la racionalidad medio-fin. A través de esta estamos poniéndonos la soga en el cuello, llevándonos a nuestra propia destrucción, consecuentemente no es racional llevar a cabo cualquier acción que pone en peligro la supervivencia de la humanidad entera. También podemos llamarlo la ineficiencia de la eficiencia.

Esta realidad selecciona los medios más adecuados para lograr fines, pero no selecciona los fines que debe perseguir. Sólo acepta una categoría de fines, los específicos; aquellos relacionados con la producción de productos y servicios. Los medios por su parte corresponden a los insumos que permiten conseguir estos fines. La comparación entre medios y fines lleva a la concepción de eficiencia, cuyo cálculo debe ser representado en términos monetarios, implicando transformar la relación medio-fin en relación costo-beneficio. Entre más costo y beneficio, más eficiencia habrá, lo que genera más ganancia.

La racionalidad medio-fin no es flexible, no acepta opciones alternativas, ignora cualquier otra consideración, como la racionalidad reproductiva, cuya plataforma son las condiciones

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