Resumen del gobierno de Foucault

La seguridad, relacionada con los problemas específicos de la población, remiten al gobierno. seguridad-población-gobierno

Desde la antigüedad se han creado tratados sobre cómo ejercer el poder. Pero la revolución llega en la mitad del siglo XVI, cuando surgen diversos problemas del gobierno, y finales del XVIII sobre «Cómo gobernarse, cómo ser gobernados, cómo gobernar a los otros, de quien se aceptará ser gobernados, cómo hacer para ser el mejor gobernante posible, etc.» Foucault, M. (1991: 1). Estos problemas son de dos procesos: El cambio estructural de feudalismo a colonia (concentración estatal)y la Reforma y la contrarreforma (dispersión y disidencia religiosa). «….en el entrecruzamiento de estos dos movimientos es donde se plantea, creó, con una intensidad particular el problema de cómo ser gobernados...» Foucault, M. (1991: 1).

Estos antecedentes hacen parte de «...lo que se entiende por gobierno del Estado, lo que hoy llamaríamos gobierno en su forma política»Foucault, M. (1991: 1). Y “El príncipe” de Maquiavelo es el lugar donde se sitúa la literatura del gobierno, aún cuando este texto haya sido honrado y rechazado de manera fluctuante, retomando su importancia a comienzos del siglo XIX en un contexto de revolución y su cuestionamiento del mantenimiento del poder por los soberanos, además de la aparición de los problemas producto de la relación política-estrategia y su importancia en la política respecto a las relaciones de poder.

En esta situación maquiavelo resurge, pero no sin antes ser criticado por «...lo que tenía de escandaloso y de radicalmente inasimilable para su época, sino en relación a algo que se intentaba definir en su especificidad: un arte de gobierno. Unos refutaron la idea de un nuevo arte de gobierno centrado en el Estado y en la razón de Estado...» Foucault, M. (1991: 2). A esto se denominó maquiavelismo. Otros criticaban a Maquiavelo por creer que existía un arte de gobernar. «Lo esencial es que se intentaba hacer aparecer un tipo de racionalidad que sería intrínseca al arte de gobierno sin estar subordinada a la Problemática del Príncipe, y a su relación con el principado del que es señor y patrón.» Foucault, M. (1991: 2).

Esta política más o menos ficticia del príncipe, sea cierta o no, se caracteriza por una «...el Príncipe estaría en una relación de singularidad y de exterioridad [...] respecto a su principado. Recibe su principado por herencia, por adquisición o por conquista, en todo caso no forma parte de él es exterior a él. Los lazos que lo ligan al principado son de violencia o de tradición, ya se haya establecido por tratados, o con la complicidad y alianza de otros príncipes; es pues una ligazón puramente sintética, [...] en la medida en que la relación es de exterioridad, es frágil y no cesará de estar amenazada. Amenazada desde el exterior

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