Revisoría fiscal en Colombia

En este ensayo vamos a estudiar el papel del revisor fiscal y sus impedimentos a la hora de ejecutar, para lo cual tomaremos el caso de agro ingreso seguro, conocido como uno de los sucesos de corrupción más emblemáticos en la actualidad de nuestro país.

Para ello debemos tener presente que en Colombia los entes públicos no cuentan exactamente con la figura de revisor fiscal, siendo otras entidades ligadas al gobierno las que se encargan de velar por el correcto funcionamiento de estas, como lo son: La contraloría general de la nación y la procuraduría general de la nación. Las cuales a nivel interno cuentan con un auditor que además de hacer parte de ese órgano previamente, es elegido por quien está a cargo.

Ahora, entremos en contexto con agro ingreso seguro; ocurrió en el periodo presidencial de Álvaro Uribe Vélez, donde el ministerio de agricultura, liderado entonces por Andrés Felipe Árias, impulsó uno de los programas más polémicos en la historia de Colombia a partir de la inversión económica de recursos para la ciencia y la tecnología dentro del sector agropecuario.

Sin embargo, luego de una exhaustiva investigación se descubrió que en dicho proyecto había desviaciones de dinero hacia políticos, empresas privadas e incluso hacia el narcotraficante extraditado Ismael Pantoja Carrillo, alias El negro.

Entonces, ¿Cómo puede ocurrir esto en presencia de un revisor fiscal en una entidad pública?

En principio no debería ser posible que este tipo de sucesos pasen de manera desapercibida bajo la inspección de un revisor fiscal, ya que este vela por el adecuado funcionamiento de una compañía supervisando sus operaciones; el correcto cumplimiento de la ley, estatutos y manejo contable y financiero; la conducta de los administradores y empleados; el cuidado de los intereses de los propietarios, la comunidad en general y del estado. Llevando ante los entes de control gubernamental de la actividad empresarial, cualquier tipo de anomalía que se descubra y así realizar las acciones pertinentes.

No obstante, en Colombia esta labor se torna difícil de realizar debido a situaciones que ponen a este cargo entre la espada y la pared, como lo son:

• Compañías conformadas por un número reducido de accionistas entre los cuales uno posee el mayor porcentaje de acciones, lo cual puede impedir el proceso natural de elección del revisor fiscal y en su defecto ser elegido a dedo.
• Quien le paga al revisor fiscal es el mismo a quien él debe supervisar y controlar ante los entes reguladores del estado. Convirtiendo al revisor fiscal en un órgano regulador inútil al encontrarse bajo un conflicto de intereses.
• El revisor fiscal trabaja de la mano de un administrador y lo asesora en operaciones contables o acciones a tomar en la empresa o compañía, perdiendo su objetividad y empezando a verse impedido en informar íntegramente a los socios, la comunidad o al estado con respecto a su accionar. Por lo tanto deja de velar por los intereses que legalmente le fueron encomendados.

Por otro lado, algunos profesionales consideran que a estos revisores fiscales se les está exigiendo de más pese a que al asumir sus funciones van a tener que regular a quien les está pagando, lo cual afecta su independencia.

Por lo tanto, las fallas en este regulador fiscal se van a seguir presentando si el Estado no toma acciones al respecto para permitir la independización de los revisores, y así procurar que estos puedan controlar con total libertad el accionar de las compañías.

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