Régimen Talibán

Con el paso del tiempo las sociedades han ido evolucionando y con ello, su forma de pensar. En un país como Afganistán donde tienen una muy marcada ideología existe un grupo llamado “talibanes” quienes siguen estrictamente la sharia que contempla la ética ante posibles abusos de poder político. Con su llegada al poder en 1996 y su carácter machista, las mujeres fueron discriminadas recibiendo un trato inhumano, oprimidas del escenario público y con constante violencia. Tras la salida del régimen en 2001 las mujeres y niñas afganas lograron mejoras en su estilo de vida como es el acceso a la educación, participación en la política, libertad en la forma de vestir. Es decir, recuperaron ciertos derechos. Sin embargo, hoy con el regreso de los talibanes las mujeres temen que estos avances se reviertan.

La implementación del Régimen Talibán trae consigo diversas normas de conducta para las mujeres. Entre estas, tiene prohibido estudiar, trabajar, sus apariciones en los espacios públicos deben ser cortas y siempre deben estar en compañía de un varón de su familia, e incluso no pueden cantar o reír en voz alta, de no cumplir estas “prohibiciones” MALTRATO hacia las MUJERES, reciben azotes, palizas o lapidaciones. Hoy en día estos hechos causan indignación y rechazo de la sociedad. Y es una realidad que hoy vivimos. Por un lado, la desigualdad es enorme para las mujeres afganas, que están condicionadas a la terrible Ley tan extrema como la Islámica donde se las invisibiliza y discrimina, en donde ser MUJER es un delito, hasta el punto de desaparecer y correr el riesgo de ser negadas en su dignidad, sometidas, esclavizadas e incluso asesinadas, en donde los límites éticos en la convivencia humana simplemente no existen, y es inconcebible que sigamos viendo que en distintas partes del mundo se niegue el derecho a existir de las mujeres.

“Privar a las personas de sus derechos humanos es poner en tela de juicio su propia humanidad.”  Nelson Mandela (1918-2013)

Es increíble ver como lo peor de la humanidad cae sobre estas mujeres afganas, donde perderán los avances en sus derechos y en sus vidas, no es justo ni humano ser sometidas a ninguna ideología. Estos actos nos hacen reflexionar sobre las condiciones de vida de la mujer en contextos donde se impone el fanatismo religioso.

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