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SEQUIA EN LA GUAJIRA.


Enviado por   •  15 de Marzo de 2016  •  Ensayos  •  704 Palabras (3 Páginas)  •  254 Visitas

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SEQUIA EN LA GUAJIRA

La importancia del agua es conocida por todos, parece increíble cuándo analizamos qué es el agua, que algo tan simple como dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno tengan una importancia tan vital para la vida en la tierra. La sequía que azota a la zona norte del país, especialmente a La Guajira, se suma a una problemática histórica para esta región y el pueblo Wayuu: la imposibilidad de tener un sistema efectivo de almacenamiento y suministro de agua. A eso se añade, que hay que sumarle las condiciones naturales de su ecosistema: el desierto, vientos que soplan muy fuertes y que impiden que exista humedad que se pueda convertir en lluvia, y el impacto generado por el cambio climático que ha hecho que ya no llueva en una región donde llueve muy poco. Sí. La única posibilidad de tener agua depende de la lluvia. La GUAJIRA a pesar de ser la zona más seca de Colombia, los wayuu, dueños de ese territorio, admiten que de un par de años para acá este desierto ya no es el mismo. La última vez que llovió con fuerza, recuerdan, fue en 2010, cuando los vendavales del fenómeno de La Niña volvieron los caminos de arena barriales intransitables y los poblados cercanos quedaron incomunicados. Durante meses el agua obligó a algunos indígenas a abandonar sus rancherías. Pero en los años siguientes las lluvias de octubre, noviembre y diciembre, que servían para alimentar los cultivos de arroz, maíz, frijol, yuca y patilla, mermaron hasta desaparecer. “El problema se agudiza porque aquí no consigues un solo río. La Alta Guajira se abastecía de pequeños arroyos alimentados por las temporadas de lluvia, pero uno a uno se fueron secando, afectando a los 80.000 pobladores, allí, como en la mayoría de La Guajira, no hay servicio de acueducto. Nunca ha habido agua potable. El agua para beber, cocinar, lavar la ropa y bañarse, para alimentar a los chivos, la surten las lluvias o el río. Hoy no hay ni una cosa ni la otra. "En La Guajira no hay 'fenómeno del niño'. Aquí ese niño ya es un anciano", asevera la voz firme de la líder de la comunidad Wayuu, mientras el viento ondea en su manta roja y forma remolinos sobre sus hilos de colores.

Sus palabras traducen el escenario que la rodea: pastizales secos que se extienden como un colchón amarillo pálido, árboles y matorrales reducidos a chamizos, un suelo árido y resquebrajado, el fogonazo de 40 grados centígrados que azotan el ambiente, la imposibilidad de encontrar siquiera una charca de agua; pozos, caños y ríos colonizados por el polvo…todo, absolutamente todo en esta zona da la sensación de que en cualquier momento la tierra va a empezar a arder. No es la escasez de lluvia lo que amenaza a La Guajira. Es el abandono estatal, la corrupción que no ha permitido que lleguen los recursos, la falta de inversión social, el hambre y la creciente mortalidad infantil, donde algunos de

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