Simon Bolivar
simonvaldecExamen12 de Enero de 2014
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El siguiente trabajo tratara de el tema de la inseguridad que hoy y cada día que transcurre este problema va aumentando, por eso nosotros nos propusimos informarnos e informales a la sociedad sobre este tema así dándole una solución, nos centraremos en cuatro aspectos social, político, educativo y judicial.
La inseguridad en Acapulco es un tema en el que debemos de tomar mucha importancia, ya que estamos íntimamente relacionados con ello, hoy en día salir en la noche a las calles desérticas de Acapulco inspira mucho temor, los jóvenes ya no podemos salir a las calles de noche ya que podemos ser víctimas de un secuestro o lo peor nos pueden asesinar por creer que somos de algún otro grupo de delincuencia organizada contrario.
Esta información quiere dar a conocer opiniones e ideas, personales y de algunas otras personas interesadas o especializadas sobre el tema de la delincuencia en Acapulco, busca también crear un interés y conciencia de lo que se esta viviendo en Acapulco en estos últimos años, en la resolución del problema y en comprensión racional de toda la población acapulqueña, para lograrlo debemos emplear procesos de razonamiento, argumentación, y estructuración de ideas, lo que nos conducirá a la generación de habilidades, actitudes y valores. También debemos de confiar en las autoridades ya es la única que tiene el poder y las armas necesarias para controlar o terminar con esta grave situación vivida en Acapulco.
La delincuencia también afecta otro sector como lo es la educación ya que se están pidiendo cuotas a los maestros para poder dar clases y el que no les pueda pagar lo amenazan con acecinarlo esto afecta mucho a los estudiantes ya que varios maestro no asisten a dar clases por qué se siente atemorizados de que puedan atentar contra su vida, otros se van de su centro de trabajo ya que su sueldo es muy bajo como para pagar una cuota. El gobierno ya tomo más importancia al asunto y organizo un operativo llamado guerrero seguro el que se asegura que el puerto será un lugar libre de violencia para habitantes y vacacionistas con esto se pretende que haya más turismo en el puerto de Acapulco y que sea un lugar pacifico y seguro para todos los vacacionistas.
La inseguridad provoco que el puerto ya no recibiera a la gran cantidad de turistas que había recibido años anteriores esto provoco que personas que trabajan en la playa o hoteles se quejaran con el gobierno y les exigiera que hicieran algo al respecto para controlar el enorme problema que había provocado la inseguridad y la mala fama que Acapulco estaba obteniendo debido a los hechos violentos que ocurrían en el puerto, varias personas que trabajaban en la playa también se quejaban ya que ellos se mantenían del turismo y al ya no haber mucho turismo no podían mantener a su familia con tan poco dinero obtenido.
Estos y muchos problemas más son los que asechaban al puerto pareciera que el crimen organizado se estaba apoderando de Acapulco y que tenían a toda la población acapulqueña controlada y esclavizada a su manera. Se trato de ocultar lo que se vivía en Acapulco con anuncios publicitarios diciendo que no hablaran mal de Acapulco ya que era un puerto tranquilo en el que no pasaba ningún hecho violento, obviamente nadie creyó esto y lanzaron otro anuncio publicitario diciendo di la verdad de Acapulco con el que se pretendió no esconder los verdaderos hechos ocurridos.
Si bien la violencia urbana existe desde que existe la ciudad, es difícil desconocer que durante estos últimos años se ha convertido en uno de los temas más importantes, la inseguridad se ha expandido con mucha fuerza en las ciudades de la región, a través del incremento real de los eventos delictivos y del cambio en la percepción de la población, provocando mutaciones manifiesta.
La falta de seguridad ciudadana ha pasado a ser en los últimos tiempos uno de los temas centrales de preocupación de los ciudadanos y, por lo tanto, una de las cuestiones a resolver por los responsables políticos de principios de este siglo.
A partir de la década del sesenta, lo que se pudo observar en el escenario de los tratados internacionales de derechos humanos, es la aparición de la controversia entre el status jurídico superior con el que se realzó la categoría de los derechos civiles y políticos, y el status jurídico inferior con el que se intentó des jerarquizar a los derechos económicos, sociales y culturales.
Al hablar de inseguridad, hablar de distintos factores que están ligados de la mano que van desde la desintegración familiar, juegos violentos, drogadicción, la gratificación instantánea con el mínimo esfuerzo, la falta de valores, corrupción en el sistema judicial, apatía por parte de los políticos de efectuar cambios efectivos, así como el desempleo y la crisis, entre otros tantos.
Hace unos años, uno podía salir sin temor ni preocupación a la calle, podía traer carros de recientes modelos, poseer lujos; podíamos dejar que nuestros hijos salieran durante el día a jugar sin la más mínima preocupación por su seguridad; pero actualmente eso ya no es posible, ahora ya no podemos traer automóviles último modelo, ya no podemos poseer y presumir lujos que han sido producto de nuestro trabajo honrado de cada día ya que existe el temor de que algo nos suceda por el simple hecho de disfrutar de estos bienes suntuarios ya que podemos ser víctimas de un asalto o de un secuestro.
La inseguridad en Diccionario significa la falta de seguridad y podríamos decir que es un miedo a algo, que se refleja a partir de la incapacidad de la persona de realizar tareas por temor a equivocarse, además se podría tener en cuenta que la persona se siente inferior de los demás y considera que todo lo que hace esta mal. Pero nosotros nos enfocaremos al tema de inseguridad hablando de que en una conversación se habla de la violencia el silencio es absoluto. Este problema proviene de muchos fenómenos como el desempleo y las crisis entre otros. Se ha originado un círculo consecutivo que va de la negación de la existencia de los robos, secuestros y demás por parte de las autoridades y por parte de los ciudadanos de forma distinta que va hacia el miedo de ser víctima.
En un grupo social, la inseguridad es a menudo producto del incremento en la tasa de delitos y crímenes, y/o del malestar, la desconfianza y violencia generados por la fragmentación de la sociedad.
Por el contrario, podría definirse a la seguridad como el estado de calma, defensa y protección en una sociedad o en un conjunto de ciudadanos que, en consecuencia, conduce a una sensación de bienestar común.
Y es, en la escala de valores éticos, donde se manifiesta esa diferente ponderación de lo civil-político y lo social, como resultado de la construcción político simbólica hecha por el neoliberalismo y de su impacto sobre el sentido común, donde pareciera que para estas sociedades, el ejercicio de los derechos civiles y políticos es reconocido como natural, mientras que el ejercicio de los derechos sociales no es visto como natural sino como producto de una intervención ultrajante sobre un orden social que es considerado como paradigma global.
A su vez, el concepto de seguridad ciudadana también puede referirse a las prácticas de protección y defensa de la ciudadanía por parte del Estado o el gobierno, en pos de transformar un escenario inseguro o violento en uno socialmente armónico.
La delincuencia de los últimos tiempos ha sido el pan de cada día proliferación de empresas de protección y seguridad privada. Hace unos 15 años había tres o cuatro compañías dedicadas a esta tarea; hoy, son más de 2,000 y se especializan en diversos productos o servicios para seguridad como la fabricación de chalecos antibalas, artefactos para defensa personal, blindaje de automóviles, instalación de alambrados eléctricos o sistemas de rastreo, servicios de vigilancia y guardaespaldas.
El clima de inseguridad que vive Acapulco es algo impresionante: jueces que terminan acusados mientras el presunto delincuente confiesa su deseo de actuar en alguna telenovela; agentes y ex agentes policíacos que encubren o encabezan bandas criminales; secuestradores que huyen de su guarida cinco minutos antes de la llegada de la policía, luego de chantajear a las familias de sus víctimas con tácticas horrorosas. ¿Es una película de terror? No, desgraciadamente: es la historia diaria de miles de acapulqueños que han perdido sus bienes y algunos hasta la vida por culpa de estos delincuentes. Ante todo, está también detrás un sentimiento que ha llegado a ser uno de los más costosos para la sociedad: el miedo.
Mientras todo esto sucede, ¿qué están haciendo nuestras autoridades? Por estos días el gobierno federal ha presentado un programa que busca combatir a la delincuencia, lo menos que esperamos es que este urgente y necesario plan -que sin duda llega bastante tarde- haya considerado al menos un profundo conocimiento con los casos de éxitos de otros países que han disminuido sus índices de criminalidad en tiempos récord. Obra decir que sólo con salarios dignos podremos contar con policías y jueces confiables.
Esto es obligado, ya que el costo que la sociedad mexicana está pagando no es meramente el precio de la inseguridad, sino el de la impunidad. Hay que recordar y subrayar que según cálculos, el clima de violencia que sacude a México arroja un costo –sin contar lo que se deja de ganar de $7,000 millones de pesos anuales. En otras palabras, ese monto representa la mitad del presupuesto total de educación en ese mismo año.
El costo ya lo estamos pagando, y con creces. Por tanto, esperamos que las distintas
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