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Sistma Penal Y Contral Social

felixrivas9 de Octubre de 2011

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación Superior

Misión Sucre

Aldea Universitaria Wenceslao Monserratte

Municipio Caroní - Estado Bolívar

Cátedra: Política, Derecho y medios de comunicación

EL EMBARAZO PRECOZ

Profesor: Integrante:

Yaritza Vendives Félix Rivas

Jorge Espinoza

José González

Luis Duran

Simón Jiménez

Briyitt Gómez

Ciudad Guayana 15 de noviembre de 2009

EL EMBARAZO PRECOZ

CONCEPTOS GENERALES

La OMS define como adolescencia al "período de la vida en el cual el individuo adquiere la capacidad reproductiva, transita los patrones psicológicos de la niñez a la adultez y consolida la independencia socio – económica" y fija sus límites entre los 10 y 20 años.

Es considerada como un periodo de la vida libre de problemas de salud pero, desde el punto de vista de los cuidados de la salud reproductiva, el adolescente es, en muchos aspectos, un caso especial

En muchos países, los adolescentes llegan a representar del 20 al 25% de su población. En 1980 en el mundo había 856 millones de adolescentes y se estima que en el 2000 llegarán a 1,1 millones. La actividad sexual de los adolescentes va en aumento en todo el mundo, incrementando la incidencia de partos en mujeres menores de 20 años.

En Venezuela, el 21% de todos los nacidos vivos, son hijos de madres adolescentes. El embarazo en adolescentes constituye un problema social, económico y de salud pública que trae un mayor riesgo de morbi-mortalidad materna, fetal y neonatal, debido a la mayor prevalencia de prematuridad, bajo peso al nacer, restricción del crecimiento intrauterino

El embarazo precoz es un problema social latente en todo el mundo, y Venezuela no escapa a esa realidad. Según el site www.celsam.org , del Centro Latinoamericano de Salud y Mujer, nuestro país se encuentra en los primeros lugares en cifras de adolescentes embarazadas.

Ante esta realidad global, se decretó el 26 de septiembre como el día mundial de la lucha contra el embarazo precoz, a fin de crear conciencia en los adolescentes sobre los problemas que surgen cuando una niña gesta a un bebé.

Actualmente las niñas inician su actividad sexual entre los 12 y los 14 años de edad, situación que resulta preocupante, porque a pesar de saber que existen los métodos anticonceptivos, no los utilizan.

La adolescente embarazada tiene más riesgos de sufrir un aborto, porque su anatomía aún no esta bien desarrollada, por lo tanto se puede presentar una pérdida del feto que pone en riesgo la vida de la madre

Por su inmadurez, las jóvenes tienden a ser promiscuas, lo que trae como consecuencia el contagio de enfermedades de transmisión sexual, que en el caso de las embarazadas puede producir un rompimiento de la membrana que recubre el feto y generar un aborto.

El embarazo en la adolescencia no sólo representa un problema de salud, también tiene una repercusión en el área social y económica, dado que implica menores oportunidades educativas o el abandono total de los estudios por parte de la madre adolescente, lo que incide en el incremento de la exclusión y de las desigualdades de género, coadyuvando en el fortalecimiento del círculo de la pobreza. El UNFPA señala cuatro aspectos que expresan los impactos de la maternidad temprana:

Riesgo de muerte y enfermedad, sobre todo para las niñas de 10 a 14 años de edad, quienes tienen cinco veces mayores probabilidades de morir a causa del embarazo o el parto que las mujeres de 20 a 24 años.

Oportunidades perdidas: Las madres adolescentes tienen más probabilidades de abandonar los estudios secundarios, lo que menoscaba sus posibilidades de participar plenamente en la sociedad, tener ingresos, cuidarse a sí mismas y cuidar a sus hijos.

Estos factores la convierten en una consecuencia de la pobreza y puede acentuarla.

Además se convierte en un factor de transmisión de la pobreza de una generación a otra, sumando obstáculos para la movilidad social de esa generación y de la siguiente, profundizando la pobreza.

Más hijos: El inicio temprano de la maternidad aumenta la probabilidad de tener más hijos que las mujeres que comienzan a procrear más tarde. Esto influye en el tamaño de las familias y en el total de la población mundial. Así, si en vez de 18 años se aumentar a 23 años la edad de la madre en su primer alumbramiento, podría reducirse el impulso demográfico en más del 40%.

Más abortos: A escala mundial, al menos uno de cada diez abortos ocurre entre jóvenes de 15 a 19 años de edad. En este grupo de edades, más de 4,4 millones de jóvenes se someten cada año a abortos, un 40% de los cuales se realizan en malas condiciones, comprometiendo la salud y la vida de la joven. Esto obedece a que muchos embarazos de adolescentes no son planificados no deseados, como lo reportan estudios en América Latina (en Brasil 50 por ciento de los nacimientos de mujeres entre 15 y

19 años no son planificados; en Jamaica, casi 45 por ciento de las jóvenes de entre 15

y 24 años había estado embarazadas alguna vez y habían interrumpido la gestación.12.

También la salud de los bebés puede verse afectada: los hijos de madres adolescentes tienen de 2 a 6 veces más probabilidades de tener hijos con bajo peso al nacer que las madres de 20 años o más.

El embarazo en adolescentes representa costos para el Estado13, por concepto de atención en salud por las complicaciones que el parto y el recién nacido puedan presentar, así como por la atención y el apoyo social de los niños en situación de desventaja: educación, hogares de guarda, programas de nutrición infantil, programas alimentarios y viviendas subsidiadas por el gobierno, amén de las demandas generadas por niños con problemas psicosociales asociados a rechazo o abandono físico o afectivo.

En la actualidad, se está revisando el término embarazo adolescente. Este término, ha sido tradicionalmente aceptado y manejado por los especialistas; no obstante, a la luz de los derechos sexuales y reproductivos y de la perspectiva de género, luce incompleto, ya que omite un actor importante en la ocurrencia del fenómeno: el padre.

Los especialistas que abordan el tema de las masculinidades, así como las declaraciones de Naciones Unidas a favor de la igualdad de género señalan efectos importantes de esta omisión, que excluye al hombre y ratifica la creencia tradicional de que la procreación y la crianza de los hijos es tarea de las mujeres. Por otra parte, recientes estudios permiten identificar la presencia de padres adolescentes, muchos de ellos con tres hijos a los 21 años.

El enfoque tradicional del problema conlleva deficiencias importantes para la formulación de estrategias de atención y prevención, por cuanto deja de lado la participación del varón, quien representa la mitad de los sujetos que participan en la aparición de los embarazos en adolescentes. En atención a las premisas expuestas se propone un nuevo modelo de aproximación al problema y hablar de maternidad y paternidad adolescente.

En Venezuela, el Ministerio de Salud asume el embarazo en adolescentes como el segundo gran problema de salud sexual y reproductiva a nivel nacional, siendo el primero la alta cifra de mortalidad materna por causas prevenibles. Las cifras disponibles para perfilar la situación de la maternidad temprana provienen de la.

Encuesta nacional de población y familia

Se extraen los datos más ilustrativos:

El 50% de las adolescentes venezolanas se inicia sexualmente antes de los 19 años y el 10% antes de los 15. En zonas menos urbanizadas y rurales la edad disminuye, el 30% se inicia antes de los 15 años y el 70% antes de los 19.

Las adolescentes no suelen usar métodos anticonceptivos en sus primeras relaciones sexuales. A pesar de que 9 de cada 10 adolescentes conoce los métodos anticonceptivos, sólo 1 de cada 10 los usa21 y solamente 1 de cada 5 adolescentes conoce su período fértil, lo que torna en “muy riesgoso” el tan usado método del coito interrumpido.

La tasa de fecundidad de las jóvenes de 15 a 19 años ha se estima en 97‰, lo que quiere decir que 97 jóvenes por cada mil ha tenido un hijo.

La tasa de fecundidad para el grupo adolescente se ha mantenido o ha mostrado una discreta tendencia a la baja, lo que no se corresponde con la importante disminución de la tasa de fecundidad para las mujeres de más edad en los mismos lapsos.

El 21% de los nacimientos vivos registrados (NVR) en el país ocurre en adolescentes entre los 15 y 19 años (MSDN 2001).

El embarazo interrumpe los estudios: 2 de cada 5 adolescentes dejan la escuela como consecuencia del embarazo y a mayor educación, menos embarazos.

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