Sobre la Amnistía

Sobre la Amnistía

     La amnistía es la eliminación de la responsabilidad penal por un delito. Es una causa de extinción de la responsabilidad penal. Es un acto jurídico, normalmente emanado del poder legislativo, porque una pluralidad de individuos que habían sido declarados culpables de un delito pasan a considerarse inocentes por desaparición de la figura delictiva.

     La amnistía suele suponer un nuevo juicio de valor sobre la conveniencia de prohibir o sancionar una conducta. Por esa razón, las leyes o actos de amnistía son más frecuentes en momentos de cambios sociales o de regímenes políticos y, en ocasiones, se asocia al perdón de presos políticos. Sin embargo, su empleo puede ser objeto de polémica, pues puede provocar la impunidad de quienes cometieron graves hechos durante un régimen anterior.

   La realidad Venezolana ha experimentado cambios significativos en materia política a lo largo de los años, la participación ciudadana si se quiere se ha diversificado, no solo de acción, sino también de pensamiento, esto a pesar de que muchas veces puede verse como algo positivo, en Venezuela el contrapeso es la radicalización total en lo antes mencionado.

   Hace ya 17 años para ser exactos se ha venido armando un proyecto político autodenominado Revolución Bolivariana, donde casi a modo de exigencia los dirigentes políticos que acompañan esta bancada, reclaman a toda la sociedad el acompañamiento a todo plan que ellos dicen que es el mejor para la sociedad y el país. Sin tampoco dejar de lado que su contraparte tal vez en igual o menor grado también lo hace.

    Es a partir de este punto donde cualquiera que le adverse (referido al partido de gobierno) o no esté de acuerdo es considerado traidor a la patria, capitalista, desestabilizador, e incluso se le excluye de la palabra “ciudadano”, Este preámbulo sirve para dar pie al porque hoy en día en la sociedad venezolana se habla mucho de la Ley de Amnistía.

   Han sido muchos los hechos que han ocurrido en materia política en el país a la hora de defender cualquiera de las dos realidades ideológicas que actualmente vive el mismo, golpes de estado, protestas, amenazas, amedrentamiento verbales y físicos, persecuciones, acosos, el exilio, detenciones y finalmente aunque creo que la lista es corta, el asesinato.

    La actual propuesta de Ley de Amnistía y Reconciliación del País, supuesto por la bancada opositora (oficialista por ser mayoría en la Asamblea Nacional) o de la Unidad, lleva a consideración una serie de apartados que dejan de toda nulidad crímenes y a sus acusados de juicios y sentencias, que para unos tantos fueron injustos y donde se explica que  el mayor enfoque fue eliminar el peso político que tenían estas personas.

    Muchos de estos juicios se vieron plagados de irregularidades, acusaciones sin pruebas, juicios de valor y que como es el caso del Señor Leopoldo López, el fiscal y otras personas involucradas en el caso declararon que se vieron obligados a presentar pruebas falsas por presiones del gobierno.

    Este es solo uno de los muchos acusados que tienen el titulo de presos políticos, y hay otros tantos que ya sean encarcelados o con otro tipo de coacción o sentencia se ha anulado su libre manifestación y vida en el país, es decir su libertad quedo revocada. Por consiguiente considero que antes tales declaraciones, el Estado Venezolano, su gobierno, los magistrados del TSJ y jueces involucrados, debieron anular este o estos casos, tomar en cuenta estas declaraciones y a quienes se acusaban de tales presiones.

    La Ley de Amnistía en mi opinión es buena,  se ha utilizado a lo largo de los años, incluso el ex presidente Hugo Chávez figura principal del gobierno nacional, obtuvo su libertad por una Ley de este tipo al ser encarcelado por su participación en la intentona de Golpe de Estado contra Carlos Andrés Pérez.

    Si se aprueba esta ley, de hecho ya fue aprobada en primera discusión el 16 de febrero del presente año. Esta Ley rescataría el estado de derecho de las personas que fueron acusadas, además se dice que para que un sistema democrático se considere aun más de este tipo, no deberían de existir presos políticos, es decir, todos los participantes ideológicos y políticos deberían estar presente en el debate de lo que estos consideran la mejor forma de construir el país.

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