Sociología de la cultura-Violencia de género

Sociología

Sociología de la cultura-Violencia de género

Julián Andrés Ruiz Socha

Universidad nacional abierta y a distancia (UNAD)

Bogotá, Colombia

2018

El machismo como cultura.

Cuando hablamos de violencia de género son muchos los paradigmas de los que se pueden hablar referenciándonos desde la sociología de la cultura pues la violencia de género va más directamente hacia la mujer y las diferentes formas de violentar contra ella sean física o psicológicamente.

Ahora bien, el hombre también es víctima de la violencia de género aunque la palabra género no sea tan generalizada en la actualidad puesto que en la línea de tiempo se ha visto como las personas que más sufren esta problemática son las mujeres pero esto no quiere decir que los hombres no la sufran.

La violencia de genero implica remontarnos a la desigualdad que ha existido por muchas años entre hombres y mujeres, desde muchos años atrás los hombres han tenido más derechos que las mujeres como lo era el derecho al voto, no podían vestirse libremente, ser parte de grupos políticos o trabajar libremente en lo que cada una escogiera.

Las mujeres eran obligadas por sus parejas a mantenerse en sus casas cuidando de sus hijos y haciendo los que haceres de esta sin derecho a nada más mientras sus parejas eran encontradas en sus trabajos y muchas veces no precisamente en el lugar donde deberían estar. ¿A que nos lleva esto? Al machismo resultante de varias razones como pueden serlo la crianza y cuestiones que según hombres son biológicas o naturales.

El machismo es una vertiente del sexismo o prejuicio sexual, que se expresa por lo regular, de manera inconsciente en la mayoría de las sociedades humanas. Este sistema de creencias o ideología clasifica por grados de superioridad e inferioridad a los seres humanos según el grado en que actúan; esta clasificación se hace de acuerdo a las expectativas supuestamente “esenciales”, “naturales” o “biológicas” de lo que representa ser un “verdadero hombre” o una “verdadera mujer”.

-Por Antonio de Moya

Nada tiene en común la biología o la naturaleza una mujer no debe abstenerse a ser lo que en realidad es, ella no debe ser lo que no tiene su esencia. Por décadas se les ha hecho creer que solo sirven para tareas domésticas se les inculca el miedo y el terror una mala reacción si se decide salir de su ‘’zona de confort’’ mejor llamada en la que se encuentra atrapada.

Retomando el machismo podemos decir que esta vertiente se destaca en la violencia de genero por ser la problemática más difícil de asumir por quien la padece y por la victima ya que ninguna de las dos partes son capaces de aceptar la realidad en la que viven y la esconden para sí mismos con razones invalidas que conllevan a un fondo sin salida.

Por un lado tenemos a la víctima que se deja golpear, permite recibir agresiones físicas y mentales que sin importar el dolor que pueda sentir no se sensibiliza por sí misma y deja así que las personas pasen por encima de sus valores poniendo así sus cualidades y virtudes en manos de cualquier persona sin preocuparse si quiera por quienes desean su bienestar y más allá de esto por ellas mismas, valga la redundancia en desventaja con lo que le confiere ser una mujer poderosa.

Por otro lado el hombre machista es criado por mujeres que no le han permitido ser autosuficiente y esto implica creer que el no puedo hacer lo que es ‘’trabajo de las mujeres’’ es decir lo que común mente se conocen como las tareas de la casa, lavar, cocinar y el respectivo aseo de la vivienda.

Desde muy pequeños los ‘’hombres’’ de la casa se remiten únicamente a dar órdenes a sus esposas y ellas a las mujeres que hay en la casa si alguna de las ordenes no las cumplen ellas serian maltratadas y obligadas a cumplirlas con golpes fuertes causándoles miedo y así mismo llegarse a sentir culpables por pensar que todo el daño causado lo provocaron ellas mismas al no rendirle pleitesía a los hombres.

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