SOCIOLOGÍA VIOLENCIA DE GÉNERO CONTRA LA MUJER

SOCIOLOGÍA

VIOLENCIA DE GÉNERO CONTRA LA MUJER

Introducción

En el siguiente informe, abordaremos una problemática social que nos compete a todos desde siempre, la forma más extrema de discriminación: La violencia de género hacia la mujer; en base a una serie de conceptos teóricos tomados de la cátedra de Sociología de la Educación.

En el desarrollo del mismo, se hace una breve revisión de conceptos relacionados con la Sociología, fundamentales para la comprensión del tema; a seguir, definiciones en cuanto a violencia de género, tipos y modalidaOrganizuir el trabajo, la perspectiva que cada integrante del grupo tiene acerca de esta problemática.

Desarrollo

Antes de adentrarse en esta problemática social, la violencia de género ejercida contra la mujer, existen una serie de conceptos básicos relacionados con la sociología para así que deben plantearse para así proceder a analizarla.

Giddens nos dice que la sociología es el estudio de la vida social humana, de los grupos y sociedades. Para tal estudio, a su vez, es necesario saber de qué hablamos cuando hablamos de sociedad, de cultura, de estratificación social, de clases sociales, de status y de rol social.

Cuando nos referimos a sociedad, se hace referencia a aquel conjunto de interrelaciones que vinculan a los individuos. De este modo, se hace alusión a cultura como aquellos valores que comparten esos individuos de una misma sociedad -o miembros de un grupo dado-, cultura también son aquellas normas que acatan y esos elementos que producen. En otras palabras, no seríamos humanos si una sociedad careciera de cultura, porque ésta influye en nuestras acciones ayudando a formar nuestra personalidad. La especie humana es la única que depende de su cultura, y no de rasgos naturales como los instintos en los animales, para sobrevivir. Símbolos con una determinada significación, las normas sociales, valores y creencias, son los que componen la cultura.

La estratificación social hace alusión a la diferenciación en una sociedad, en la que cada persona desempeña un papel distinto, es decir, la existencia de estratos, niveles o clases en una sociedad, lo que implica una desigualdad social. Existen cuatro tipos de sistemas de estratificación social, el sistema de esclavitud, de castas, de estamentos y de clases; donde las clases sociales son el sistema de estratificación propio de la sociedad industrial basado en la desigualdad económica entre las mismas.

Cuando hablamos de status, se hace referencia al puesto que una persona obtiene en la estructura social por su disponibilidad económica. En cuanto a rol social, se dice es aquel conjunto de pautas de comportamiento que una persona, dependiendo de su status, desempeña dentro de una estructura social.

Habiendo planteado estos conceptos, al hablar de la violencia de género ejercida contra la mujer es competente basarnos en la sociología, por el solo hecho de ser una problemática dada dentro de una sociedad. Quizás hoy es un tema menos naturalizado que años anteriores, lo que no significa su inexistencia, existe aunque con menos naturalización pero de igual -o peor- manera que cuando nadie hablaba de esto.

Esta problemática social, surge de las relaciones que vinculan al hombre con la mujer, suponiéndose a éste como ser superior al género femenino, dando lugar a así al surgimiento de aquella ideología conocida como machismo. El machismo propiamente dicho, como cultura en las sociedades históricamente desiguales y como forma de violencia hacia la mujer por ser mujer, se dá de manera explícita -por ejemplo los piropos callejeros o la agresión física- como implícita -las publicidades de productos de limpieza o la dominación patriarcal en la familia-. Esta realidad está presente sin distinción de clases ni estratos sociales (quizá es más “común” su notoriedad en grupos sociales de clase baja), siendo la desigualdad económica un desencadenante, tanto entre individuos de clase baja como de clase alta, donde la mujer está limitada de cierta forma, a cumplir un rol que no opaque ni supere al rol del hombre.

Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como "todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada".

La Ley Nacional Nº26.485 de “Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos que desarrollen sus relaciones interpersonales”, sancionada en el año 2009, en su artículo 4º define a la violencia contra las mujeres como “toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal. Quedan comprendidas las perpetradas desde el Estado o por sus agentes. Se considera violencia indirecta, a los efectos de la presente ley, toda conducta, acción, omisión, disposición o práctica discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja con respecto al varón”. A su vez, en su artículo 5º nombra los tipos violencia como física, psicológica, sexual, económica y patrimonial, simbólica. Y las modalidades de violencia como violencia doméstica, violencia institucional, violencia laboral, violencia contra la libertad reproductiva, violencia obstétrica y violencia mediática.

Después de saber a qué nos referimos con violencia de género hacia la mujer podemos decir que es algo que siempre estuvo presente aunque en silencio. Antes, era considerado un asunto de familia que no debía hacerse conocer de puertas para fuera ni mucho menos se podía intervenir.

La violencia hacia la mujer es vista como una situación de subordinación de la mujer respecto del hombre, implica asumir las relaciones de poder históricamente dispares entre ambos y a través de las cuales el hombre logra, de cierto modo, mantener su status-quo de dominante incluso a través de la violencia. Lo que a su vez, contribuye a que las mujeres no denuncien su situación por miedo, vergüenza o culpabilidad.

Desde un punto de vista objetivo, hablando dentro de lo que es el proceso de socialización primaria, diversas situaciones de violencia contra la mujer tienen lugar durante la etapa de la niñez, en la que son internalizadas por el infante influenciado por la carga emocional que mantiene con las figuras parentales.

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