Solventar Conflictos

SOLVENTAR CONFLICTOS

Escena de: “La guerra de los Rose”

1. HISTORIA

Michael Douglas y Kathleen Turner son los protagonistas de este film que aunque pase el

tiempo sigue sin pasarse de moda ¿por qué? Quizá por la actualidad del tema: Los

conflictos.

La historia es muy sencilla de entender pero lo mejor es verla y disfrutar de un buen

momento, no sin antes sacar algunas enseñanzas que podemos aplicar tanto en nuestra

vida personal como en los negocios.

Un matrimonio felizmente casado, con dos hijos y un perro que viven en una casa de

ensueño deciden tirarlo todo por la borda. ¿Qué ocurre?

Kathleen Turner en el papel de Bárbara Rose se da cuenta de que ya no quiere a su marido

y quiere separarse de él, pero su interés es quedarse con la casa.

Michael Douglas, en el papel de Oliver Rose, no soporta la idea de separarse y no está

dispuesto a ceder la casa, ya que considera que es el vínculo que los seguirá manteniendo

unidos.

Ambos pelearán hasta la muerte por la casa pero, en el fondo, los intereses de cada uno

son diferentes.

La guerra ha comenzado y el conflicto ha surgido. Las tácticas al principio empiezan siendo

suaves, se escucha algún insulto que otro y tratan de hacerse la vida imposible

mutuamente, pero la escala del conflicto sigue aumentando y las tácticas se endurecen.

Pasan de las ofensas verbales a hacerse la vida imposible. Mientras que Oliver se carga

todos los zapatos serrando los tacones, ella decide destrozarle su mejor coche. Entonces

comienzan las amenazas y de ahí pasan a la agresión física. No tiene desperdicio, ya que

ella había sido gimnasta y merece la pena ver su demostración de agilidad y flexibilidad.

La vía de lo legal, protagonizada por Danny DeVito en el papel de abogado, no tiene éxito y

aunque él insiste en recomendarles que la mejor solución sea vender la casa, ninguno de

ellos lo acepta y cada vez la situación se pone más difícil.

Las posturas están cerradas, cada uno a lo suyo y no aceptan soluciones y posturas

intermedias, o todo o nada, hemos llegado al estancamiento.

Aunque aparecen pequeños atisbos de reconciliación, no dejan de ser falsas ilusiones

porque la desconfianza entre ambos gobierna la situación.

¿Cómo termina todo? Eso es mejor que cada uno

...