ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Soy Leyenda


Enviado por   •  1 de Diciembre de 2012  •  1.071 Palabras (5 Páginas)  •  400 Visitas

Página 1 de 5

doctor oculista Conan Doyle consiguió realizar uno de sus dos grandes sueños: poder trasladarse a la capital del Imperio y establecer allí su hogar familiar y su consulta. Sin embargo, todavía le quedaba por alcanzar el segundo: convertirse en un reputado novelista. Y es que en esta época Doyle todavía no es capaz de vivir sin sus dos diferentes fuentes de ingresos, por lo que se ve obligado a cultivarlas por igual. Pero las pretensiones del joven escritor de igualar a su amado Walter Scott y ser aclamado por la crítica no iban a cumplirse con tanta facilidad y serían una serie de coincidencias de unos factores concretos los que, muy a su pesar, ligarían su nombre al de una figura alta y delgada y a la de su inseparable compañero: Holmes y Watson.

Click para continuar.

El primer factor antes mencionado sería sin duda la existencia de cierto editor inglés, cuyo nuevo magazine (The Strand magazine) ganaba con rapidez en popularidad; si a eso añadimos la contratación por parte de Doyle de un nuevo agente literario que veía con buenos ojos la explotación de sus personajes y de los que conservó la mayoría de derechos de autor –incluido la posibilidad de editarse de nuevo en formato libro-, ya tenemos el caldo de cultivo necesario para que las historias del más famoso detective vieran la luz. Si a eso añadimos que su autor dio por fin con la tecla perfecta para narrar sus peripecias –los relatos cortos- ya tenemos la fórmula del éxito. Publicadas entre Julio de 1890 y Junio de 1882, se recopilaron en un volumen en ese mismo año tanto en tierras inglesas como americanas. Sin embargo, Doyle todavía seguía descontento con su creación literaria, un mal menor que, al igual que la mayoría de críticos de la época, creía una criatura inferior a su rango, ya que se veía capaz de historias más elevadas.

Pero la popularidad y la aceptación de estos relatos fueron tal que su editor llegó a ofrecer grandes cantidades de dinero. Si por cada uno de los seis primeros relatos Doyle se embolsó treinta y cinco libras, en un intento desesperado de que no le solicitaran más aventuras del detective, llegó a pedir hasta cincuenta libras por cuento. Algo a lo que se accedió sin dudar, para sorpresa del escritor escocés. Si tardó unos seis meses en terminar las seis primeras entregas (Escándalo en Bohemia, La liga de los pelirrojos, Un caso de identidad, El misterio del Boscombe Valley, Las cinco semillas de naranja, El hombre del labio retorcido) la séptima y la octava (El Carbunclo Azul, La Banda de lunares) tan sólo le llevaron una semana. Las tres siguientes llegaron con igual celeridad (El dedo pulgar del ingeniero, El aristócrata solterón, La Corona de Berilos). Es en la duodécima y última donde Conan Doyle, en una prueba más de su confrontación con el propio Holmes, comienza a maquinar su muerte y desaparición y es testigo de sus cavilaciones la correspondencia que mantenía con su madre y cuyos consejos tenía en gran estima. La reacción de la progenitora fue inesperada y no sólo prohibió a su hijo tamaña insensatez, sino que incluso le sugirió el argumento de la última historia (El misterio de Copper Beeches).

Por

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (6.2 Kb)  
Leer 4 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com