Sufragio Femenino en Chile

Sufragio Femenino en Chile

De acuerdo a Wikipedia el sufragio es el derecho político y constitucional a votar a los cargos públicos electos el cual se empezó a realizarse desde 1893 y desde en adelante varios países han comenzado a imitar esta práctica dando a sus habitantes el derecho a votar, pero no siempre ha sido igual para todos, muchas veces se ha discriminado con quien puede realizar esta práctica y quienes no, por raza, religión, sexo, etc. Un ejemplo claro de esto es la desigualdad de derechos políticos entre hombres y mujeres en el mundo, en el cual se les discrimina a las mujeres negándole el derecho a voto solo por el hecho de pertenecer al sexo femenino.

A mitad del siglo XIX surgió pero tomo fuerzas a inicios del siglo XX en New York, el movimiento sufragista en el cual las mujeres luchaban principalmente por búsqueda de la extensión de sufragio a ellas, este movimiento se fue esparciendo en varios países, adaptándose a sus distintos contextos, incluso en Chile el cual el movimiento fue liderado por dos grandes mujeres, Elena Caffarena y Amanda Labarca, las cuales fundaron el MEMCH, Movimiento de Emancipación de la mujer Chilena, el cual era la principal organización pro sufragista que tenia como fin integrar mujeres de toda condición social, intelectual e ideológica, profesionales de todas las áreas, obreras, campesinas, dirigentes sindicales y un gran número de dueñas de casa, para avanzar en la igualdad de la mujer chilena ante la ley (cita textual) para así lograr igualdad política y obtener sus derechos civiles. Además de este movimiento se encontraba "El club de lectoras", "El club de señoras" pero estos tenían un rol mas educativo-social que sufragista, ya que, buscaban educar y desarrollar intelectualmente a las mujeres mas que luchar por sus derechos, aunque muchos de estos apoyaron firmemente la causa participando activamente de ellas pero el que llevaba la delantera era el MEMCH.

Los movimientos femeninos, feministas y pro emancipación de la mujer fueron movimientos que tomaron fuerzas en generaciones que ya habían recibido estas corrientes previo a otras grandes mujeres de fines del siglo XIX que lucharon por pequeños cambios en esta epoca, pero que fueron muy grandes en tal siglo, como el decreto Amunátegui, el cual permitía a las mujeres ser recibidas en la universidad de Chile, o también la creación del Liceo de niñas, el cual daba la posibilidad a las mujeres a recibir una educación.

Durante los años 30 las hijas de estas corrientes feministas en Chile, la mayoría provenientes de familias de elite con una educación la cual podría llamarse liberal para la época, empezaron a hacer grandes cambios e hitos en la historia de la mujer en Chile, el primer gran hito de estas mujeres como Elena Caffarena, Amanda Labarca, Delia Matte, etc. Fue la creación

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