Trabajo Enajenado

TRABAJO ENAJENADO (RESUMEN)

El trabajo en modo de producción capitalista ha convertido al hombre en una mercancía, en una máquina de producción que sirve a favor del constante crecimiento de la acumulación de capital de los burgueses, quienes organizan de una forma arbitraria la división de la sociedad en dos clases: burguesía y proletariado.

Se puede afirmar qué estas relaciones de producción enajenan al hombre de su trabajo, al hacer que el hombre como trabajador produzca solo para enriquecer a otros. La enajenación es el hecho de alterar la realidad, hallándola fuera de de sí, en oposición al ser mismo, alejando al hombre de su actividad, haciendo que el hombre vea como ajeno el fruto de su labor.

Existen cuatro clases de enajenación postuladas por Marx que son: La enajenación de sí mismo, que consiste en que el hombre (trabajador), no trabaja por un gusto propio, sino, sino que se sacrifica en el trabajo. Así mismo modifica cada círculo de su vida y llega con esto a la perdida de sí, no trabajando para él y su beneficio, sino, para beneficiar a otros.

El hombre solo obra libremente en el trabajo enajenado cuando actúa en efecto de sus funciones naturales; Como el alimentarse y el procrear, entre otras; Pero cuando retorna a su vida laboral pierde sus facultades humanas, estancándose en su actividad.

Enajenación del objeto: esta es la acción de convertir el objeto o artículo de su producción en algo ajeno y superior a quien lo produce, ya que en esta relación de producción el objeto adquiere un valor subjetivo a la producción y al valor monetario cambiante. El trabajador se enajena de su producto ya que no le pertenece; además, no está dentro de la naturaleza humana el producir en masa, sino, producir para vivir.

Enajenación de la naturaleza: Se puede entender que el hombre como animal vive de la naturaleza, al ser esta parte del individuo de una forma tanto física como teórica, perteneciente a su conciencia. Siendo el hombre el que cambia y transforma a la naturaleza para su beneficio, así teniendo el hombre y la naturaleza una relación intrínseca y constante.

La actividad enajenada hace del hombre un ser genérico, en la medida que existe solo productivamente, a través de las relaciones de producción que se convierten en la única forma de satisfacer las necesidades básicas del trabajador, quien labora para mantener su existencia física.

Enajenación hacia el otro: La que hace del hombre un ser individual, hace de su actividad una constante competencia con su entorno y con el otro. Gracias a esto se crea la superioridad de clases, los hombres de primer y segundo nivel (dominador-dominado), viéndonos unos a otros como contendores, como un obstáculo por vencer, y en otros casos como el perro que ve a su amo.

Explicadas ya las clases de enajenación y su derivación; Podría concluirse que la forma de

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