Viajeros curiosos

Viajeros curiosos

Era una noche tranquila pero martin no podia dormir ya se habia recostado hace

rato y no podia pegar sus ojitos. Fue entonces que se levanto a tomar un vasito de

agua que habia quedado en la mesita junto a su cama. Se sento en la misma y mirando

su ventana contemplaba el cielo tan hermoso con la luna llena y las estrellas.

Asi mismo se preguntaba que tan grande podria ser el universo…como seran los

planetas de tan cerca.. como seria el sol de caliente y muchas cosas mas..

De repente una gran luz de todos los colores aparecio en medio del cielo azul.

Martincito abrio los ojos bien grandes y ¡¡ no lo podia creer!!

Una nave espacial aterrizo en su patio, el niño dejo el vaso sobre la mesa ante tan

grata sorpresa. Una criatura extraña salio de la pequeña nave, lo saludo y le conto a martin

que queria recorrer el espacio, pero que no queria ir solo, sino acompañado por un nuevo amigo y que mejor.. un ser terrestre tan curioso, que quiera conocer tanto el universo como el. Martin al escucharlo grito ¡¡¡si, si, si!!! ¡Tengo muchisimas ganas de ir! Acompañame en este viaje tan especial y….espacial! dijo la criatura. El niño sin dudarlo subio a la nave la cual tenia unas escaleras super luminosas. La criatura se presento con el nombre de Alfi. El era pequeñito, su piel era violeta, tenia unos ojos verdes muuuy grandes y era muy amistoso.

Martin que era tan curioso le pregunto que era lo que iban a ver primero... estaba tan ansioso. Alfi le pregunto ¿que es lo que mas te interesaria conocer? El niño pensaba y pensaba y ¡¡¡grito los planetas!!! Entonces vamos hacia ellos dijo alfi… acelero la nave y fueron hacia el primer planeta del sistema solar mercurio… el niño le preguntaba a la criatura ¿como se formaron los planetas? Entonces alfi

Contesto: la Gravedad hizo uso de todas sus fuerzas consiguiendo que el polvo y el gas se juntaran mas y más. De esta forma la grandísima nube se fue haciendo cada vez mas pequeña y la gravedad la apretó tanto, pero tanto, que empezó a arder. En el momento que la bola de gas se incendió,

muchísimas piedritas, salieron despedidas hacia el espacio. Pero la gravedad no quiso que las

piedritas se alejaran mucho y las dejó flotando en el espacio, más o menos cerca de

la gran bola encendida en que se había convertido el Sol. Todos estos pequeños trocitos giraban alrededor de el. Estas se unieron unas con otras formando grupos de diferentes tamaños, colores y materiales.

Así fue como nacieron los “Planetas”, que juegan girando alrededor del Sol, recibiendo todos,

su calor y su luz.

¡Debe ser maravilloso ver a los ocho planetas! dijo martin. Entre charla y charleta llegaron a

mercurio. Los dos contemplaban el mas pequeño de los planetas desde una ventana de la nave y observaron que estaba hecho de fuertes rocas y era color amarillo, además iba muy deprisa girando alrededor del sol.

-¡!!Que gracioso eres!!! ah y no dejes de moverte así de rápido o el sol te atrapará y te dará un caluroso abrazo. Grito alfi. Se despidieron del planeta y fueron a ver al segundo venus.

-¡Qué bonito, como brillas! susurraba martin. Es más grande que Mercurio y tiene una capa muy

espesa de nubes que lo rodea dijo alfi y se empezo a reir…ja,ja,ja , que raro que anda gira al revés que el resto de los demas planetas.

El tercer planeta resultó ser muy bonito y especial. sabian que era la tierra. –

-Mirala dice alfi al niño,¡Esta todo Mojado! tiene agua por todas partes, tambien grandes

extensiones de tierra y una fina capa de aire que la rodea; estate atento martincito porque todos estos detalles fueron muy importantes para que puedan vivir las personas, los animales y las

plantas…

Justo cuando iban a pasar al siguiente planeta, vieron algo que se escondía tras la Tierra.

-¡ Eh, tú,.. No te escondas que te he visto…sal de ahí detrás! Se acercaron con la nave y vieron

que era la luna -“Es mi gran amiga La Luna”, decia martin cuando no puedo dormir mne la quedo mirando Y la veo con formas diferentes. Unas veces está redonda, redonda y brilla

mucho y otras veces parece una cunita. Hay días que no la

puedo ver porque se esconde muy bien. Pero siempre acaba

apareciendo y brillando como una gran farola, le contaba martin

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