VIAJERO INTERGALACTICO

Esta vez ni siquiera pretenderé ser objetivo (como si alguna vez lo fuera)... el escritor Douglas Adams ha sido algo así como un gurú, y sus libros son para mi casi como sagrada escritura. Y no sólo me refiero a la famosa "trilogía" de cinco libros de "The Hitchhiker's Guide to the Galaxy", sino también a los volúmenes sobre el detective holístico Dirk Gently, sus diccionarios humorísticos (co-escritos con John Lloyd) y su devastador libro ecológico "Last Chance to See".

Como miles de devotos a Adams, yo también esperé con gran reserva la película basada en su primer libro, y aunque estoy conciente de que nada hubiera cumplido mis expectativas, creo que el resultado final ha sido apenas pasadero.

La historia sigue las aventuras del terrícola Arthur Dent (Martin Freeman), quien se entera, en un fatídico jueves, de que no sólo será su casa derribada para dejar paso a una carretera, sino que la Tierra misma sufrirá un destino similar. Para su fortuna (aunque se podría discutir el asunto), su mejor amigo, Ford Prefect (Mos Def), resulta ser un reportero extraterrestre, de visita en nuestro planeta mientras hace investigación para "La Guía del Viajero Intergaláctico", un compendio de datos, consejos y conocimientos variados para aquellos valerosos seres que deciden viajar por la galaxia con reducidos recursos. Así, luego de un enfrentamiento con los burocráticos Vogons, Arthur y Ford encuentran al excéntrico presidente de la galaxia y a otros personajes, junto a los cuales viajarán en el espacio y tiempo para conocer el propósito real del planeta Tierra y su eventual destino...

La combinación de ciencia ficción y comedia nunca ha sido fácil pero, al menos en la página escrita, Adams logró un balance perfecto entre sátira épica y humor íntimo, prestando cuidadosa atención a sus ingeniosos conceptos cósmicos, y a los sutiles detalles en las personalidades de sus personajes.

La película, a pesar de haber sido co-escrita por Adams, antes de su fallecimiento en el año 2001, ha perdido una buena parte de sus cualidades épicas, convirtiéndose en un entretenido, pero poco satisfactorio "sitcom" centrado en sus exuberantes personajes. Lo cual no es necesariamente malo... pero definitivamente será una desilusión para quien esté familiarizado con el fascinante universo creado por el autor.

Sin embargo, quizás la principal falla de la película está en el elenco. En su esfuerzo por tener mayor alcance comercial, los actores son preponderantemente norteamericanos y, sin que esto suene a racismo, hay una abismal diferencia entre el humor británico y el norteamericano... no estoy diciendo que uno sea mejor que el otro; de hecho, yo disfruto bastante de ambos... en su estado original. Pero el forzar uno a convertirse en el otro nunca funciona. Los aficionados a la serie inglesa "Coupling"

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