CONTRATO SOCIAL

Introducción

El contrato social es un acuerdo real realizado por los integrantes de un grupo.

Explica el origen del estado y de los derechos humanos.

En un contexto histórico “El contrato social” se encapsula en un conflicto revolucionario que existió en Francia en el siglo XVIII, con un desorden social y la monarquía en crisis, Francia tenía que restablecer un nuevo régimen político.

Rousseau explica el hombre nace con un estado de naturaleza libre, pero al momento de integrarse en una sociedad pierde tal naturaleza libre, así que por ese medio Rousseau crea el contrato social que mas bien lo define como una guía para las relaciones sociales entre individuos, entre sociedad, entre pueblos,

Que son los deberes, obligaciones y derechos de este ultimo podemos decir que “es un conjunto de normas coesitivas reguladoras de la conducta humana creadas de una norma jurídica suprema inspiradas y razonadas en las relaciones humanas, generadora de conflictos y teológicamente dirigidos a los fines valiosos que la misma norma jurídica establezca”, en la cual la mayoría de la gente debe de estar de acuerdo para llegar a un bien común y conjuntamente desaparecer la discriminación entre individuos.

LIBRO 1

Se propone investigar si dentro del orden civil, existe alguna formula de administración legitima y permanente, comento que si sele preguntara que si era príncipe o legislado para escribir sobre política, contestaría que no, y que precisamente por no ser lo hace, y si lo hubiese sido, no estaría perdiendo su tiempo en decir lo que es necesario hacer, lo haría o se quedaría callado.

CAPITULO I

Objeto de este libro

Lo que nos da ha entender que el hombre ha nacido libre y vive en todas partes entre lazados, dice que si mismo se considera amo, pero no por eso deja de ser menos esclavo que los demás.

Pero el orden social constituye un derecho sagrado que sirve de base a todos los demás. +

CAPITULO II

De las primeras sociedades

La sociedad mas antigua y natural es la familia, es el primer modelo de las sociedades políticas, el jefe lo toma el padre, el pueblo los hijos y todos habiendo nacido iguales y libres, no enajenan su libertad sino en cambio de su utilidad.

Grotio niega que los poderes humanos se hayan establecido en beneficio de los gobernados, citando como ejemplo la esclavitud.

Concluyendo por analogía, que los reyes eran dioses o que los hombres bestias.

CAPITULO III

Del derecho del mas fuerte

El mas fuerte no lo es jamas bastante para ser siempre el amo o señor, si no transforma la fuerza en derecho y la obediencia en deber. Ceder a la fuerza es un acto de necesidad, no de voluntad, cuando mas puede ser prudencia, pues en que la fuerza no hace el derecho y en que no se esta obligado a obedecer sino a los poderes legítimos.

CAPITULO IV

De la esclavitud

Puesto que ningún hombre tiene por naturaleza autoridad sobre su semejante, si un individuo puede enajenar su libertad y hacerse esclavo de otro. Un hombre que se hace esclavo de otro, no cede su libertad, la vende cuando menos por su subsistencia.

Aun admitiendo que el hombre pudiera enajenar su libertad, no puede enajenar la de sus hijos, nacidos hombres y libres. Su libertad les pertenece, sin que nadie tenga derecho a disponer de ella. Antes de que estén en la edad de la razón, puede el padre estipular condiciones para asegurar su conservación y bienestar.

Un estado no puede tener por enemigo sino a otro estado, y no a hombres, pues no pueden fijarse verdaderas relaciones entre cosas de diversa naturaleza.

Con respecto al derecho de conquista, el no tiene otro fundamento que la ley del mas fuerte. Si la guerra no da al vencedor el derecho de asesinar a los pueblos vencidos, no puede darle el de esclavizarlos.

CAPITULO V

Necesidad de retroceder a una convención primitiva

Ni aun concediéndoles todo lo que hasta aquí he refutado, lograrían progresar más los autores del despotismo. Habrá siempre una gran diferencia entre someter una multitud y regir una sociedad. Que hombres dispersos estén sucesivamente sojuzgados a uno solo, cualquiera que sea el número, yo solo veo en esa colectividad un señor y esclavos, jamás un pueblo y su jefe, representaran una agrupación mas no una asociación, porque no hay ni bien público ni cuerpo político.

CAPITULO VI

Del pecado social

Como los hombres no pueden engendrar nuevas fuerzas, sino solamente unir y dirigir las que existen, no tienen otro medio de conservación que el de formar por agregación una suma de fuerza con un solo fin y de hacerlas unidas y de conformidad.

Dándose cada individuo a todos no se da a nadie, y como no hay un asociado sobre el cual no se adquiera el mismo derecho que se cede, se gana la equivalencia de todo lo que se pierde y mayor fuerza para conservar lo que se tiene.

CAPITULO VII

Del soberano

El soberano no respondería nada de los compromisos de éstos los súbditos, si no tuviera los medios de asegurarse su fidelidad, tal es la condición que, dando cada ciudadano a la patria, le garantiza de toda dependencia personal, y es la única por la cual son legítimos los compromisos civiles, que sin ella resultarían absurdos, tiránicos y sujetos a los más enormes abusos. Al conformar ya la persona jurídica, por una asociación de personas enmarcada en el pacto, es necesario la existencia del Soberano quien pueda dar viabilidad a las acciones del común del pueblo, los deberes hacia la asociación del soberano, que cuando un miembro del cuerpo rehúsa el cumplimiento de cualquier asunto del cuerpo, el cuerpo entero a de obligar al individuo su responsabilidad, esto es por el poder del soberano.

CAPITULO VIII

Del estado civil la transición del estado natural al estado civil produce en el hombre un cambio muy notable, sustituyendo en su conducta la justicia al instinto y dando a sus acciones la moralidad de que antes carecían. El hombre pierde su libertad natural y

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