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Danzas


Enviado por   •  26 de Septiembre de 2015  •  Ensayos  •  1.322 Palabras (6 Páginas)  •  105 Visitas

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ENTRE DIMENSIONES

Se alzaban frente a ella esas montañas que día tras día recorría con extrema rapidez. El cielo azul salpicado de hermosas y esponjosas nubes que creaban formas irregulares. Como todos los días iba a la misma velocidad, por el mismo lugar, hacia el mismo destino: El salón de ingles. Con la misma mochila descansando sobre sus hombros. De la nada, y algo no muy usual, sintió una compañía a su lado, giro el rostro y encontró frente a ella unos ojos muy azules que sonreían pícaramente.  ¿Lo conozco? Paso sagazmente ese pensamiento por su mente y su corazón  dio un salto con rapidez.

-Nunca te había visto por aquí.- susurro ella en su vano intento de crear una conversación.

No hubo respuesta del otro lado solo una vaga sonrisa que se coló por los labios rosados del joven de buen semblante. Su pálido rostro brillaba como rayos de sol colándose entre arboles, dándole un toque brillante a ese azul destellante que se podría comparar con dos destellantes piedras preciosas. ¿Podría haber tanta belleza en un solo paquete? Ella no supo si volver a hablar o callar, pero la sonrisa del otro lado le hizo sentir cierta tranquilidad interna. El no parecía dispuesto a contestarle… pero sonreía y no dejaba de sonreír, algo parecía hacerle chiste.

-¿Eres nuevo acaso?- volvió a insistir ella.

-Tú lo has dicho.- susurro el sin apartar su brillante sonrisa, una voz como esa suave música que colocan de fondo al dar ciertos discursos.

Ella guardo silencio y detuvo su andar, miro a los azules ojos intentando hallar el final de ese mar tan hermoso en los que se había detenido. ¿Podríase ser cierto que fuese tan perfecto? ¿Existía la perfección acaso? No podía estar segura, quizás se trata de que la perfección varía según el ojo.

-Ven conmigo.- le dijo tomándola de la mano.

-¿A dónde? – pregunto algo asustada y mirando nuevamente hacia su lejano salón de clase.

-Vamos a perdernos en el océano de un amor intenso, vamos a crear un amor tan brillante como el sol que resplandece entre lo real y lo imaginario. Vamos a crear un lugar perfecto en la imperfección de un mundo lleno de defectos.- termino él de hablar y al contemplar su alrededor la muchacha hayo algo diferente en su ropa. Un traje con destellos rojos brillantes como el sol y tacones tan altos como pudiese haberlos soñado era lo que vestía ahora.

Y al observar su alrededor, un salón hermoso, destellos de hermosos cristales colgaban del techo y por medio de este  podía observar una hermosa luna y destellos grises. Y al dejar caer nuevamente los ojos se encontró con ese que hace unos segundos le había hablado. Con la piel aun mas blanca, y los ojos aun mas azules y los negros cabellos que tocaban su cuello. Él seguía allí y aunque no lo entendía eso le hacía feliz, una felicidad quizás no muy inteligente pero felicidad de todas formas.

-¿Dónde estamos?- le pregunto ella.

Nuevamente recibió una sonrisa de parte del, una sonrisa que abrió uno de los cerrojos que había en su corazón, oh había pensado que soñar no era posible, habíase olvidado que los sueños pueden convertirse en realidad aunque…también habíase olvidado que las pesadillas son sueños también. Y esa sonrisa brillante que él le dedicaba se fue apagando y se acerco él a ella sin dejar que su sonrisa se borrase por completo y acerco una mano hacia su rostro, tocando con suavidad la tibia mejilla de ella.

-¿Por qué preguntas lo que ya sabes? – interrogo él tranquilamente.

-Por qué no sé lo que se.- contesto ella sin quitar aun de él su mirada.

-Estamos en un abrazo interminable, sobre una dimensión inexistente donde tú y yo somos porque tú y yo nos queremos.- contesto abrazándola delicadamente, ocasionando que los ojos de ella se cerrasen con aparente tranquilidad. No se había sentido tan feliz desde hace tiempo, aquel era simplemente el momento perfecto para ella.

Al abrir sus ojos, aun sin dejar de abrazarlo, se encontró en medio del espacio, podía ver los planetas a su alrededor, podía observar junto a ella a la pálida luna que antes había visto desde aquel lugar y las brillantes estrellas. Y el hermoso sol, del otro lado, a lo lejos…tan lejos de la luna. No entendía bien que hacia allí, pero solo le importaba que estaba abrazada al que consideraba el amor de su vida. Él se alejo un poco de ella pero no ceso su sonrisa. ¿A caso había razón para no sonreír?

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