EL ESTADO COLOMBIANO Y EL RECURSO HÍDRICO

Natalia Lucia Lozano Sánchez

EL ESTADO COLOMBIANO Y EL RECURSO HÍDRICO

El recurso hídrico es una de las riquezas naturales más importantes para el desarrollo de una nación, debido a que alrededor de este se desenvuelven los diversos sectores que constituyen un país; como lo son el económico, político, cultural, ambiental y social. Un ejemplo de cómo se da esta interacción entre este recurso con las actividades socioeconómicas, ambientales y políticas, son los fenómenos del niño y la niña; cuando hay inundaciones o hay déficit de agua, se genera escases de alimentos, porque los cultivos se secan o se inundan, se dan las emergencias sanitarias, ya que aumentan las enfermedades, así mismo, causa desplazamiento forzoso en la población, lo que trae consecuencias como sobre costos para el estado, y conflictos por el territorio. Por consiguiente de la buena administración y gestión de este recurso depende la prosperidad de un país.

En Colombia, el agua es uno los recursos más abundantes, debido a que en el territorio hay gran cantidad de paramos y en el departamento del choco llueve constantemente. De hecho en el mundo el país es conocido como una de las potencias hídricas, siendo uno de los primeros países más ricos en este recurso, según él PNUMA. Esto se debe a la localización geográfica, la gran variedad de regímenes climáticos que cuenta el país.

Pero aunque Colombia es rica en recursos hídricos, su distribución no es equitativa; según el Sistema de información Ambiental de Colombia SIAC, el 70% de la población colombiana vivé sobre la cuenca del río Magdalena-Cauca, la cual aporta el 15% de la oferta natural del agua y el 30% restante está ubicada en las vertientes del Orinoco, Amazonas, Atrato, Catatumbo, y Sierra Nevada, aportan con el 85% del agua.

Así mismo la disponibilidad del recurso y el comportamiento de los ríos, también depende del estado de conservación y de las características físicas, químicas y bioquímicas de los ecosistemas, en donde se dan las mayores precipitaciones (Casaretto, 2011).

El tema de la gobernabilidad, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, abarca aspectos relacionados con la manera como se toman y aplican las decisiones, la relación, interacción y negociación entre los actores relacionados en la prestación de servicios, así como la inclusión de los usuarios y otras entidades no gubernamentales en la toma de decisiones (Gomez, 2011).

Para el PNUD, la gobernabilidad del agua es el conjunto de sistemas políticos, sociales, económicos y administrativos encargados de desarrollar y gestionar los recursos hídricos y su distribución; además, abarca otros aspectos tales como el desarrollo económico, la salud, el uso de la tierra y la seguridad alimentaria, entre otros. Mediante la gobernabilidad del agua, se clarifican los roles y las responsabilidades de todos los actores-gobiernos locales y nacionales, el sector privado y la sociedad civil- en lo que a la propiedad y a la administración de los recursos en el agua concierne.

En resumen, la gobernabilidad del agua se basa en las políticas, leyes y decretos emanados por el gobierno para proteger los recursos hídricos y garantizar el agua, en las entidades que gestionan el agua permitiendo la participación de todos los interesados y, por último, en la manera como se toman las decisiones de tal forma que deriven en uso óptimo de los recursos, el desarrollo y la sostenibilidad ecológica, todo ello enfocado a que el agua sea para la gente, para la comida, para la naturaleza y para la industria.

Para lograr una adecuada gobernabilidad del agua, el estado colombiano se ha valido de un sin número de leyes, decretos, políticas y mandatos, que hablan de cómo se debe hacer el adecuado manejo del recuso, para poder garantizar su disponibilidad, para lograr el desarrollo social y económico, así mismo se abordan diversos temas que están estrechamente relacionados al agua, desde la seguridad alimentaria, la salud pública, los temas ambientales hasta el desarrollo político.

A partir de la década de los 70, se comenzó a dar en Colombia relevancia al tema de la preservación de los recursos hídricos; en 1974, con el Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente se determinó que el agua era un bien de uso público, dándose de esta manera los primeros lineamientos para que se promulgaran planes y programas de protección y manejo de los recursos hídricos (C., 2012).

En los años 90,

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