Ensayo De Cortázar

Cortázar y su relación con el género fantástico

Por Rocío Lucero

Julio Cortázar fue un escritor y traductor argentino, nacido en Bruselas el 26 de agosto de 1914. Era hijo de padres argentinos: su padre, diplomático y su madre ama de casa; llegó a Argentina cuando tenía cuatro años, y cursó la escuela primaria junto a su hermana en Banfiel. Inteligente, lector, retraído y tímido son adjetivos que lo definen.

Cortázar fue un autor vanguardista y surrealista, características que se plasman en sus obras, ya que sus escritos se caracterizaron por poseer ese pasaje que une la realidad con la fantasía. Quería hacer de su literatura algo similar al jazz, es decir, una literatura que identifique a lo popular. Innovó a la lengua española e introdujo lo fantástico en la realidad cotidiana, por lo que sorprendió en literatura y fue muy original. Cuestionó todos los límites y fue maestro del relato corto, creador de importantes novelas que inauguraron una nueva forma de hacer literatura contemporánea en Latinoamérica.

Indudablemente Julio Cortázar se destacó en el surrealismo ya que en sus obras hay una interposición entre el mundo real y lo fantástico. Sus cuentos se caracterizan por el interés metafísico en relación con el tiempo y el espacio que se refleja a través de la ruptura de la linealidad cronológica y la disociación de los espacios; hecho que se manifiesta en la novela Rayuela ya que propone diferentes maneras de leerla y en donde el tiempo y los espacios no son para nada lineales. Otro ejemplo es el cuento “Continuidad de los parques” donde la historia transcurre en dos espacios en simultáneo, en el parque donde se vieron los amantes y en el sillón de la casa.

Algunas de sus obras se destacan por la brevedad de los relatos que causan una unidad de efecto en el lector, que además permite crear una atmósfera fantástica e inquietante en la historia.

Se observa con claridad en el cuento “Casa tomada” cómo el escritor introduce al lector en una atmósfera fantástica: “[…] Fui por el pasillo hasta enfrentar la entornada puerta de roble, y daba la vuelta al codo que llevaba a la cocina cuando escuché algo en el comedor o en la biblioteca. El sonido venía impreciso y sordo, como un volcarse de silla sobre la alfombra o un ahogado susurro de conversación. También lo oí en el fondo del pasillo que traía desde aquellas piezas hasta la puerta. Me tiré contra la pared antes de que fuera demasiado tarde, la cerré de golpe apoyando el cuerpo […]” En esta cita se aprecia cómo hace que el lector se introduzca en el relato y el hecho fantástico o sobrenatural que ocurre en la casa, ya que es usurpada por “ALGO”, que nunca se precisará qué es.

En “Continuidad de los parques” también logra introducirnos en la atmósfera: “[…] Los perros no debían ladrar,

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