Escritores peruanos
Daniela Arroyo HurtadoDocumentos de Investigación20 de Septiembre de 2015
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EDGARDO RIVERA MARTÍNEZ
Nació en Jauja, Junín, en 1933. Es un notable escritor cuya obra propone una visión integradora de la heterogénea sociedad peruana mediante el “encuentro enriquecedor” de la cultura andina y la cultura occidental. Por ello, en sus narraciones conviven armoniosamente mitos clásicos y mitos andinos y, aunque su escenario preferido son los Andes, en particular
Jauja, la ciudad también conforma su universo narrativo.
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INCA GARCILASO DE LA VEGA
Nació en el Cusco el 12 de abril de 1539. Fue hijo del capitán español Sebastián Garcilaso de la Vega y de la ñusta Isabel Chimpu Ocllo, que era descendiente del inca Túpac Yupanqui. Creció en la corte incaica escuchando las historias del Tahuantinsuyo de boca del anciano Cusi Huallpa y de otros parientes. Su vida cambió radicalmente cuando su padre, en 1557, fue obligado por la corona española a casarse con una mujer española. Así, Garcilaso partió con su padre y se alejó del Cusco para vivir en un nuevo hogar. En 1560, viajó a España y se estableció en Montilla para completar su educación. En su búsqueda intelectual, radicó en Córdoba, donde tuvo gran contacto con los círculos de humanistas españoles. Influido por ellos, escribió sus crónicas que le han otorgado fama inmortal.
Murió en esta última ciudad el 23 de abril de 1616 sin haber gozado del reconocimiento por su gran obra.
OBRAS
• La traducción de los Diálogos de amor (1589), de León Hebreo. En esta obra, demuestra su amplia cultura humanista.
• Su segunda obra fue la defensa sobre el origen de su apellido, llamada Genealogía de Garci Pérez de Vargas. Esta obra fue publicada en 1596 y se encuentra dirigida a sus descendientes para que conozcan el pasado glorioso de su nombre.
• La Florida del Inca se publicó en 1605. Se trató de un texto muy complejo, ya que presentaba las características tanto de la crónica como de la novela. La historia narra la desafortunada expedición que Hernando de Soto condujo a la península de La Florida.
FELIPE GUAMÁN POMA DE AYALA
Nació en San Cristóbal de Suntuolo, Lucanas, Ayacucho, en 1535. Se presume que sus padres fueron Martín Guamán Mallqui y una
descendiente del inca Túpac Yupanqui, Juana Curi Ocllo. Se desempeñó como intérprete y catequizador. En 1564, fue desterrado de su tierra, Lucanas, por el corregidor de la región. No obstante, Felipe Guamán Poma de Ayala, lejos de caer en la tristeza, decidió emprender un gran
proyecto: recorrer el Perú para conocerlo a fondo. Nuestro cronista murió en Lima en 1617.
OBRAS
Nueva corónica y Buen gobierno
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JUAN DEL VALLE Y CAVIEDES
Nació en España, probablemente, entre 1645 y 1648. Fue hijo de un acaudalado español. Llegó a edad temprana al Perú y trabajó en la minería con un tío suyo. Se casó en 1671 con Beatriz de Godoy y tuvo cinco hijos. Debido a que se dedicó a vender baratijas en una casa al lado del río Rímac, fue conocido como el Poeta de la Ribera. Se trató de un autor autodidacta, que leyó y admiró a los poetas de su época, sobre todo a Quevedo y Sor Juana. Tuvo una enfermedad por la que sufrió dolencias que los médicos no pudieron curar. Se asegura que murió en 1698.
OBRAS
Sus poemas los escribía y regalaba a sus amigos, por lo que se han encontrado varios manuscritos y copias de sus obras.
• Lírica. Diente del Parnaso (compuesta alrededor de 1689) está integrada por setenta poemas en los que predomina el tono satírico. También se incluyen varios manuscritos como Guerra física, Proezas medicinales, entre otros. Solo tres poemas publicó Juan del Valle y Caviedes en vida. Diente del Parnaso fue publicado póstumamente en 1873 por Manuel de Odriozola y Ricardo Palma.
• Teatro. Escribió tres obras dramáticas: Baile cantado del amor médico, Baile entremesado del amor alcalde y Baile del amor tahúr.
Su obra poética consta de más de 265 poemas. Se clasifican en cuatro tipos:
• Poesía satírica o burlesca
• Poesía religiosa y filosófico-moral
• Poesía amorosa
• Poesía ocasional o circunstancial
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JUAN DE ESPINOSA MEDRANO
El Lunarejo, como llamaban a Juan de Espinosa Medrano, nació en Cusco, posiblemente, en 1629. No se conoce mucho de su vida. Se dice que fue mestizo, de padre español y de madre indígenas. Se dedicó a la vida clesiástica desde sus estudios en el Seminario de San Antonio Abad del Cusco, para luego desempeñar cargos religiosos como el de canónico magistral del Cusco. Fue un hombre políglota de amplia cultura: conocía a la perfección el castellano, quechua, latín, griego y hebreo. Pedro Peralta y Barnuevo lo llamó “Apolo de las musas aplaudido”. Falleció
en Cusco en 1688.
OBRA
Apologético en favor de Luis de Góngora
AMARILIS
Dama huanuqueña de familia ilustre y descendiente de los primeros conquistadores, María de Rojas y Garay, “Amarilis” (1594?-1622).
OBRA
Epístola a Belardo
Es una larga carta amorosa enviada al poeta español Lope de Vega y compuesta hacia 1615. Fue publicada por el mismo Lope de Vega en La Filomena (1621) junto a otra epístola como respuesta a su secreta admiradora.
LECTURA
El sustentarse amor sin esperanza,
es fineza tan rara, que quisiera
saber si en algún pecho se ha hallado,
que las más veces la desconfianza
amortigua la llama que pudiera
obligar con amar lo deseado;
mas nunca tuve por dichoso estado
amar bienes posibles,
sino aquellos que son más imposibles.
A estos ha de amar un alma osada,
pues para más alteza fue criada
que la que el mundo enseña;
y así quiero hacer una reseña
de amor dificultoso,
que sin pensar desvela mi reposo,[pic 6]
amando a quien no veo y me lastima:
ved qué extraños contrarios,
venidos de otro mundo y de otro clima.
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OLLANTAY
El drama Ollantay es una obra teatral de autor anónimo, aunque algunos sospechan que su posible autor es Antonio Valdés, párroco de Sicuani (Cusco), quien fijó el texto de la obra en 1770.
Argumento[pic 8]
La obra se inicia con la conversación entre Ollantay y su sirviente Piquichaqui, pues el primero no ha podido ver a su amada Cusi Coyllur, hija del inca Pachacútec. Ollantay decide pedir la mano de Cusi Coyllur a pesar de las advertencias de Huillca Uma. Pachacútec, ante su pedido, se molesta por el atrevimiento, dado que él no pertenece a la nobleza de sangre para poder casarse con la princesa. Después de despedir y desterrar a Ollantay, su mejor general de combate, Pachacútec encierra a Cusi Coyllur en un acllahuasi por ocultarle su amorío.
Ollantay decide rebelarse ante la injusticia y el Inca no logra derrotarlo por más de una década. Cusi Coyllur tiene una hija de Ollantay en el acllahuasi a la que llama Ima Súmac. Pachacútec muere y le sucede su hijo Túpac Yupanqui. Rumiñahui, en su segundo intento, logra vencer a Ollantay mediante una treta y lo lleva prisionero a la presencia del Inca. Túpac Yupanqui decide perdonar a Ollantay a cambio de lealtad y la devolución del mando del ejército.[pic 9]
Mientras tanto, Ima Súmac logra escaparse del acllahuasi al saber que su madre está prisionera. Se dirige al palacio real para pedirle al inca Túpac Yupanqui la liberación de su progenitora. Ollantay sigue al Inca y al liberar a la prisionera reconoce a su amada Cusi Coyllur y a Ima Súmac como su hija. Tras varios años la familia al fin se reencuentra.
MARIANO MELGAR[pic 10]
(1791-1815)
Poeta peruano a quien se considera, como al ecuatoriano José Joaquín Olmedo y al cubano José María Heredia, uno de los introductores de la sensibilidad romántica en América, por la tristeza y lacrimosidad de sus acentos.
Nacido en Arequipa, tuvo que romper los moldes de la educación clásica que recibió (Horacio, Virgilio) para encontrar en su voz un temblor romántico, estimulado por un amor imposible y un ardor patriótico. Es un caso de poeta y mártir, pues murió fusilado por los españoles debido a sus actividades insurreccionales. Al juzgar su obra hay que tener en cuenta que es la de un hombre que murió a los 24 años. Aunque escribió poesía filosófica, cívica y epigramática (véase Epigrama), es recordado sobre todo por su poesía amorosa, en la que destaca su Carta a Silvia (Ayacucho, 1827) y sus yaravíes (del quechua haraui, ‘canto’ o ‘poesía’). Silvia fue el gran amor de su breve vida y la idealizó e inmortalizó en versos doloridos. El mérito de sus yaravíes es haber adaptado al lenguaje lírico culto una forma popular mestiza, proveniente de fuentes indígenas y ya asimilada al folclore musical de Arequipa, donde había nacido. Traspasados de simple emoción y dulzura, los del autor suenan con un timbre de sinceridad: la de un joven que confiesa, entre púdico y arrebatado, sus cuitas de amor. Su defecto es el limitado registro de esa voz: es una poesía de una sola nota y, siendo auténtica, tiende a resultar algo monótona.
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