Generación Del 27

Generación del 27

Hablar de la generación del 27 es hablar de una de las épocas de apogeo de la literatura española. Esta generación junto con la presencia viva de Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez han sido catalogadas como un nuevo “Siglo de Oro” y por otros como la “Edad de Plata” en la literatura hispana. Ha habido muchos estudios acerca de esta generación de sus influencias, contribuciones y estilos. En este trabajo se tratará de justificar esta gran atención que se ha dado a esta Generación. Se hablará de hechos y temas comunes, afinidades estéticas, diferentes etapas, escuelas y amistades que permitieron la consagración de la Generación del 27.

Si es que hay algún grupo de poetas que merece el nombre de generación, es ésta. Generación involucra un concepto de algo compacto, y duradero, como dijera Guillermo de Torre: “Una generación es un conglomomerado de espíritues suficientemente homogéneos, sin mengua de sus respectivad individualidades, que en un momento dado, el de su laborear, se sienten expresamente unánimes para afirmar unos puntos de vista y negar otros, con aunténtico ardimiento juvenil” . Esta generación la forman Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Luis Cernuda y Rafael Alberti. Hay críticos literarios que incluyen a los malagueños Emilio Prados y Manuel Altolaguirre.

Dentro de los hechos comunes que hacen a ésta, una generación única son que todos nacen en un período menor de quince años, desde el mayor Salinas, quien nace en 1891, a Altolaguirre quien nace en 1905. La formación intelectual de casi todos los miembros de esta generación es semejante entre todos, la mayoría son universitarios, algunos llegan a asumir cargos de catedráticos. La gran mayoría de ellos se educaron o pasaron por la Residencia de Estudiantes. Con la excpeción de Rafael Alberti, todos los miembros se puede decir que vienen de familias ricas. Poseían un sentido de la vida lúdica. Asimismo se les puede denominar también como liberales. Ellos tenían escasa preocupación por lo religioso, con la excepción de Gerado Diego. Hasta se puede atrever a decir que tuvieron una gran libertad sexual. Finalmente, algo que los hace muy particular es que todos ellos eran críticos de su propia literatura.

Hay críticos que dicen que esta generación se quedó con la fecha de 1927 por el mismo acontecimiento que los unió, y que fue la celebración del tricentenario de la muerte de Luis de Góngora. Se reunieron estos poetas en diferentes ocasiones para dar homenaje al poeta cordobés, en estos actos, trataron de reivindicar y estudiar a fondo la poesía gongorina, cosa que no se había hecho anteriormente. Con este propósito común, estos autores reafirman sus lazos comunes y se convierten en los grandes profetas de la literatura de aquella época. Gerado Diego fue quien originó esta idea de rendir el homenaje a Góngora y poco a poco todo el grupo le siguió. Empero, el grupo no sólo se conforma con esta reivindicación y estudio de la poesía gongorina, ellos van más allá y rechazan la tradición académica del historicismo del XIX y hasta cierto punto del Modernismo . Un nombre que mejor describe a este grupo es la de generación de Vanguardia, otras de las caracterísiticas de este grupo fue que trajeron algunos de los famosos ismos .

Muchos de los miembros de este grupo pasaron por los enclaustros de la Residencia de Estudiantes. Este instituto lo dirigía Alberto Jiménez Fraud, quien fue discípulo del fundador del Instituto Libre de Enseñanza. Se escribió de Jiménez:

Jiménez era un fanático para su “Residencia”. En los veinte años que la dirigió, no dejó pasar un día sin pulir de algún modo...Quería un organismo donde se fromase caballeros, mas no señoritos

Como en el Instituto Libre de Enseñanza en la residencia se inculcaba el estudio del pensamiento europeo, como el krausismo, que fue siempre parte del ideal de Francisco Giner de los Ríos. Rafael Alberti diría: “las sobrias alcobas y los árboles de la Residencia han ayudado al crecimiento del nuevo espíritu liberal español, a la creación de sus mejores obras, desde comienzos de siglo hasta el trágico 18 de julio de 1936, fecha de su oscurecimiento” .

Otro hecho singular de esta generación fue que no hubo un caudillo, nunca se alzan contra nada ni nadie irrespetuosamente. A pesar de muchos ideales comunes no existe un único estilo. Empero, en todos, se ve el deseo de renovar el lenguaje poético y a veces coinciden en su trayectoria, aunque cada uno mantiene un estilo muy personal. Para todos los miembros, la poesía representaba algo muy serio. Había que trabajar bien en ella, buscando siempre la perfección formal y conceptual. Es por eso que Góngora era el modelo exacto para el ideal de la Generación.

La muerte de Rubén Darío, en 1916, es una fecha importante ya que fue el poeta nicaragüense quien innova la lírica española a finales del siglo XIX, con su Modernismo. Aunque ya algunos de sus seguidores habían encontrado sus propios estilos, tal es el caso de Antonio Machado, otros aún lo seguían, como Manuel Machado. Juan Ramón Jiménez por aquella época escribe su poesía pura y sólo para la minoría selecta. “Poesía pura es todo lo que permanece en el poema después de haber eliminado de ésta todo lo que no es poesía”dijo Jorge Gullén . Muchos ensayistas afirman que fueron las figuras de Juan Ramón Jiménez, Antonio y Manuel Machado, el Modernismo los que forman la colummna principal de la poética de la generación del 27.

La gran mayoría de la poética que caracteriza a esta promoción son de 1920 a 1936. Se dice que estos dieciseis años fueron cuando las vidas de ellos estaban más unidas. En esta poética se rastrea el interés por el empleo más adecuado de la forma y de la lengua. Se observa de la misma manera el desdén por el sentimentalismo y la retórica. También se ve ese rechazo de cualquier léxico particular como válido en sí . Finalmente también se puede decir que trataban de encontrar una igualdad en el concepto de poesía como misterio.

La poesía pura es una de los ideales de esta generación. Tal vez este concepto nazca de Juan Ramón Jiménez, quien publica una poesía desnuda, de expresión concentrada y muy admirada por los miembros de la promoción del 27. La estética que propone Juan Ramón Jiménez la describe él mismo en los versos finales de su poema de Eternidades

...Más se fue desnudando.

Y yo le sonreía.

Se quedó con la túnica

de su inocencia antigua.

Creí de nuevo en ella.

Y se quitó la túnica,

y apareció desnuda toda...

¡Oh pasión de mi vida, poesía

desnuda, mía para siempre.

Buscaba Juan Ramón Jiménez, desnudar a la poesía de elementos que no venían al caso dentro de la poesía. La poesía pura esta mejor representada en Cántico por Jorge Guillén.

Otro lazo profundo de esta generación fue la colaboración de ellos en muchas revistas literarias. Por aquella época, los poetas se daban a conocer por sus publicaciones primeras en estas revistas. Muchas de las revistas existentes se pueden catalogar como auténticas del grupo. Tal es el caso de Litoral de 1926-1928, editada por Altolaguirre y Prado. Durante el homenaje a Góngora, esta revista aparece con la firma de todos los poetas de la generación. También están las revistas Mediodía de 1926-1929, Papel de Aleluyas de Huelva, Carmen de Santander durante 1927-1928 editada por Gerardo Diego, y quizá la más exigentes en sus colaboraciones, Verso y Prosa editada por Jorge Guillén, Gallo de Granada y editada por los hermanos Lorca, Alfar de La Coruña 1921-1927, Meseta de Valladolid en 1928, La Gaceta Literaria de 1927 a 1932 y la Revista de Occidente de 1923 a 1936. Ya en los años treinta aparecería nuevas revistas de claro contenido político Octubre, editada por Rafael Alberti, Caballo verde para la poesía, editada por el poeta chileno Pablo Neruda.

Antes de entrar a ciertas afinidades estéticas de esta Generación cabe la pena mencionar que había un gran interés en la ciudad en la mayoría de los poetas. Hay cierta atracción a los nuevos tiempos que trae la ciudad, los bares, el cine, la radio, el teléfono, etc. Existen obras con tema urbano en Diario de un poeta recién casado de Juan Ramón Jiménez, que como se ha dicho antes tiene una gran influencia en este grupo, Pruebas de Nueva York de Moreno Villa, El hombre desabitado de Rafael Alberti, 13 barras y 48 estrellas de Alberti, Poeta en Nueva York de García Lorca. Esta visión hacia la ciudad influyó mucho en el concepto de pareja y de la visión de la mujer.

Dentro de las afinidades poéticas de la generación del 27 es muy significativo la tendencia al equilibrio. Entre lo intelectual y lo sentimental, la emoción tiende a ser refrenada por el intelecto. Prefieren inteligencia, sentimiento y sensibilidad a intelectualismo, sentimentalismo y sensiblería, como es el caso de Salinas . Había una concepción romántica del arte y una concepción clásica, Lorca decía que si era poeta “por la gracia de Dios (o por del demonio)” no lo era menos “por la gracia de la técnica y del esfuerzo” . Se observa entre la pureza estética y la autenticidad humana, entre la poesía pura y la poesía humana, la preocupación por lor problemas del hombre, tal es el caso en Guillén y Aleixandre. Existe el arte para la minoría y mayoría. Se alternan el hermetismo y la claridad, lo culto y lo popular. Se da un paso del “yo” al “nosotros”, bien lo diría Aleixandre “El poeta canta por todos”

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