Guadalupe Posadas

GUADALUPE POSADA Y SUS NOTICIAS EXTRAORDINARIAS.

Del hombre que ilustró libros, cancioneros, obras de magia, cuentos infantiles, episodios históricos, periódicos, carteles, cajetillas de cerillos, recetarios e incluso juegos populares, como el de la oca, el nuevo coyote o la famosa lotería, poco se sabe . Plasmó la vida cotidiana: el silencio, la marginalidad, tragedia, dolor, risa, miedo, pecado, fe, miseria, la mexicanidad, llanto, el placer…

Su vida personal realmente es un misterio. Nació un 2 de febrero, en aquél año de 1852. Sus padres fueron Germán Posada y Petra Aguilar. Tuvo tres hermanos y una hermana. Durante su infancia, parece que tuvo su primer acercamiento al caos y a la muerte , a la que más tarde personificaría y le daría vida en infinidad de obras plásticas.

El pequeño Guadalupe, tuvo desde muy temprana edad el don de los trazos, con el que entretenía a los demás niños en la escuela de su hermano, quien era profesor. Al llegar el censo de 1869 fue considerado pintor. Más tarde, entró a la academia de Antonio Varela y en 1871 realizó sus primeras caricaturas.

Abrió un taller de litografía con Trinidad Pedroza, pero en 1888, al llegar la inundación de León, se marchó a trabajar con Ireneo Paz , elaborando libros, revistas y periódicos.

Posteriormente, trabajó con más editores en periódicos como: “El Popular”, “El Chisme”, “El Ahuizote”, “Argos” y “Gil Blas”. Antonio Vanegas Arroyo, quien era su vecino, juntó las obras sobrevivientes y con él, ilustró la Gaceta Callejera, imágenes religiosas, cartas de amor, la Nota Roja, juegos, entre otros.

Se casó con la señorita Jesús Vela, con la que no tuvo hijos. Su único progenitor nació fuera del matrimonio.

La huesuda Catrina realmente se hizo popular con la obra de Diego Rivera: el “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central” .

Guadalupe Posada murió de alcoholismo en Tepito, en el año 1913, sin que nadie lo supiera: -“Sus restos convertidos en polvo, en polvo enamorado, esparcidos en un país que no lo olvidará”- .

Imaginemos ahora, después de esta breve semblanza, que caminamos por el centro histórico, en aquellos siglos XIX y XX, a lo lejos podemos observar aquél taller de litografía y grabado del cronista excepcional. Vemos un local común, pero con una gran genialidad.

Retomando esos periodos de arduo trabajo de Posada, presentaré a continuación dos de sus noticias extraordinarias, las cuales sobrepasan el entendimiento lógico de cualquier persona.

Se escucha a lo lejos un eco que dice: ¡¡Extra, Extra!! y aquí es donde comienzan las historias sorprendentes, que más allá de ser una noticia común, nos hablan de la vida mexicana en un contexto determinado. Era 30 de enero de 1903. Un terrible suceso que acaeció en San Juan de los Lagos, causó el repentino endurecimiento de una mujer, al quedar hecha piedra. Los lamentos de sus familiares se hacen evidentes ante esta tragedia.

Doña Eugenia Chávez, al curarse de su enfermedad, milagro de Virgen de San Juan de los Lagos, decidió hacer una manda que después no quiso cumplir. Tendría que haber caminado desde Nuevo León hasta San Juan de los Lagos para concluirla. Acompañada de su esposo Teodoro Ortiz, su hijo y su madre, decide iniciar el viaje, pero en el camino se resiste a seguir. Su boca arroja fuego con maldiciones y blasfemias, a lo que sus familiares piden “resignación y conformidad”. Ella no hizo caso a estas súplicas y sin ninguna explicación coherente, ella se convierte en piedra: -Sólo le quedó la carne del cuello y la cabeza enclavada en otra piedra-.

La imagen habla demasiado. Está ilustrada con los personajes del suceso, campesinos asombrados al ver la desdicha que les importuna. Están a mitad de su camino y más personas llegan a ver qué ocurre .

La mala nueva es muy interesante, pero es extraña y nos pone a pensar en ¿cómo fue posible que aquello ocurriera? Probablemente pudo haber sido un rayo, lo cual

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