La obra de José Guadalupe Posada
tannitta123Ensayo23 de Octubre de 2017
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José Guadalupe Posada y la sátira política. Breve análisis sobre su obra y posicionamiento político durante finales del siglo XIX.
La obra de José Guadalupe Posada ha tenido un gran auge en los últimos años, en parte por su la sensibilidad de la cotidianidad mexicana por otro lado, sea quizá el mito del ilustrador influyente el que permeó tanto y tan profundo en la identidad nacional. Posada y su obra han sido objeto de exposiciones en los que se narra como un personaje revolucionario, quien mediante sus obras de grabado coadyuvó a movilizar al sector popular de la sociedad mexicana con el propósito de impedir la reelección de Porfirio Díaz, criticando su régimen. Después mediante sus ilustraciones y litografías, -técnica que manejaba mejor- hizo eco de las atrocidades que vivía la gente durante el gobierno de Madero y posteriormente en la guerra de Revolución Mexicana.
La intención de este ensayo es, en primera parte, la de abordar la trascendencia de la obra de José Guadalupe Posada en la cultura mexicana, ya que al ser pictográfica y de un lenguaje sencillo y directo sirvió como arma de convencimiento, politización, opinión – ya sea en pro o en contra-, de los lectores de los periódicos de combate en los que él trabajaba. No pretendo señalar que ésa era su intención, más bien que los ánimos de la época, así como sus circunstancias, marcaban una tendencia en Posada de ilustrar de la forma en que lo hizo, más tarde se demostraría que pese al mito, Posada tendría tendencias Porfiristas.
Por otro lado, realizaré una breve descripción de los elementos que impulsaban a Posada a plasmar en sus grabados, personajes, eventos naturales, ideas, etc. Finalmente intentaré realizar una relación entre el posicionamiento político real de Posada y contraponerlo con las versiones que lo colocan como Porfirista y otras que lo sentencian como anti porfirista.
El siglo XIX fue, desde su primera mitad, un periodo de grandes transformaciones sociales, que permitieron en el caso mexicano la instauración de una nueva cultura, en un estado débil y fragmentado. Dentro de un país en crisis económica que dejo una cruenta guerra entre liberales y conservadores para legitimarse en el poder, en un territorio con ánimos de independizarse de un estado con el que discernía ideológicamente y que a base de perseverancia lograría su emancipación en 1857 para llamarse “Aguascalientes” nació José Guadalupe Posada Aguilar, proveniente de una familia indígena.
Posada fue instruido, desde temprana edad, por su hermano José Cirilo, de quien adquirió la facultad de observar y criticar no solo los problemas diarios a los que el pueblo se enfrentaba (pobreza, hambre, muerte constante), también de las medidas que el gobierno del segundo imperio tomaba para regir a una nación dividida. Muy pronto José Guadalupe descubriría sus dotes de dibujante, que lo llevarían a ayudar a su hermano a ilustrar material didáctico con el que impartía clase, y más tarde a trabajar en el Taller de José Trinidad Pedroza donde aprendería técnicas de litografía, grabado y dibujo.
En 1871, Posada se introduciría en el mundo de la comunicación visual, al comenzar su trabajo como caricaturista en “El Jicote”, periódico de Aguascalientes, influido por trabajos de otros caricaturistas como Santiago Hernández, quien sería de los primeros en México en realizar duras críticas al régimen Juarista, a pesar de ser partidario de sus ideas. Posada iniciaba así su carrera en la ilustración de periódicos, publicidad y estampa religiosa. Su trabajo en “El Jicote” sería tomado como agitador, por lo que sería perseguido y huiría a Guanajuato. En la ciudad de León, fundaría su imprenta “Guadalupe Posada y Hermano” en 1876.
Así, José Guadalupe iniciaba una larga trayectoria de ilustración, principalmente en periódicos, publicidad, estampa religiosa y cuadernillos didácticos, para periódicos como: la gacetilla, almanaque del padre Cobos, el fandanguito, el popular o el periquillo Sarniento, entre otros.
Desde el comienzo de su carrera Posada creó una gran variedad de imágenes que en algunos casos informaban al público de acontecimientos importantes en el momento inmediato, mientras que otros transmitían valores históricos y culturales (Museo Nacional de Arte 2013) de ahí que la obra de Posada haya cobrado relevancia, y permeara tanto en la cultura mexicana de finales de siglo XIX. José Guadalupe manejaba un discurso sencillo y cercano en sus ilustraciones, mediante el cual el sector popular de la sociedad mexicana se sentía identificada, si tomamos en cuenta que la mayor parte de la población no sabía leer, y no tenía acceso a información de otros sitios distintos a su comunidad. Apelaba a retratar eventos cotidianos como, sismos, festejos religiosos, riñas, discusiones entre aguadores y garbanceras o accidentes. Representaba la muerte como un hecho que en las calles se vivía a diario y del que no existía tabú. Tal sencillez y picardía permeó en las concepciones ideológicas sobre la noción de identidad y nación, pues fue capaz de materializar la mescolanza que es la idiosincrasia mexicana, mexicanizando la cultura según María Luna, en material visual, tangible, que hasta la fecha permanece en el ideario colectivo mexicano.
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