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Mariano Azuela


Enviado por   •  11 de Octubre de 2013  •  1.934 Palabras (8 Páginas)  •  354 Visitas

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AZUELA, Mariano

Lagos de Moreno, Jalisco, 1873

México, D. F., 1952

Archivo fotográfico del CONACULTA-INBA y el CNIPL

on Mariano Azuela y González, escritor ilustre y cirujano distinguido nació en Lagos de Moreno, Jalisco, el 1o. de enero de 1873. Murió en la Ciudad de México, el 1o. de marzo de 1952. Hizo sus primeros estudios en su lugar origen y en Guadalajara, los de médico cirujano. Se inició en la literatura desde que cursaba el bachillerato: en 1896.

Con el seudónimo de Beleño suscribió la columna Impresiones de un estudiante, en el Gil Blas cómico. En 1903 concursó en los Juegos Florales de Lagos, y con su relato De mi tierra obtuvo un diploma. Su primera novela María Luisa (1907), tuvo como punto de partida sus impresiones de estudiante. Después de presentar su tesis profesional se instaló como médico en su tierra natal, donde adquirió una botica y formó su hogar. Fue maderista y jefe político de Lagos. Al caer el presidente Madero, el doctor Azuela, perseguido por sus enemigos, se incorporó a las fuerzas revolucionarias de Julián Medina. Lo que presenció ahí le sirvió de tema para Los de abajo, obra que escribiera en El Paso, Texas, en 1915, cuando vencido emigró a los Estados Unidos. En 1917 se trasladó a la Ciudad de México. Mientras laboraba en un dispensario público, observó el medio: La barriada humilde, las costumbres de las clases medias bajas; observaciones que utilizaría en varias de sus novelas. A partir de 1932 se suceden las obras en que el escritor alterna impresiones de la ciudad y recuerdos del campo.

En esos mismos años de 1930 y en la década siguiente, Mariano Azuela experimentó otras alternativas literarias: El teatro y poco después el cine. Una fallida adaptación dramática de Los de abajo de 1929, lo estimuló para hacer la suya propia y, simultáneamente, a reconocer el alcance que su mensaje crítico podría tener entre un público más amplio. Este descubrimiento lo llevó a la práctica al adaptar Los caciques —Del llano Hermanos, S. en C— y a escribir El búho de noche, todas reunidas en el volumen Teatro (1938).

Su experiencia en el cine comenzó con una certera adaptación de su famosa novela. De aquí pasa a la adaptación de Mala yerba, posteriormente escribe ex profeso un guión para cine La marchanta (convertida en novela en 1944). También su Madero, biografía novelada nace con miras a filmarse.

En 1943 ingresó al Colegio Nacional, sus primeras conferencias en esa institución formarían el libro Cien años de novela mexicana (1947). En 1949 recibió el Premio Nacional de Literatura.

Creador de veintidós novelas, además de cuentos, relatos y ensayos, Azuela nos dio su visión de la sociedad mexicana durante la primera mitad del siglo XX y llegó a situarse, en cuanto a técnica, entre los escritores de vanguardia, especialmente con La Malhora. En 1925, al serle reconocido el mérito de Los de abajo —obra traducida a múltiples idiomas—, fundó con ella el ciclo de La novela de la Revolución que tanta repercusión e importancia tendría en las letras mexicanas. Sus restos descansan en la Rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón Civil de México.

Dentro de su obra publicada tenemos: María Luisa (1907), María Luisa y otros cuentos (1908), Los fracasados (1908), Mala yerba (1909), Andrés Pérez maderista (1911), Sin amor (1915), Los de abajo (1915), Los caciques (1917), Las moscas (1918), Domitilo quiere ser diputado (1918), Las tribulaciones de una familia decente (1918), La Malhora (1923), El desquite (1925), La luciérnaga (1932), Pedro Moreno, el insurgente (1935), Precursores (1935), El camarada Pantoja (1937), San Gabriel de Valdivias, comunidad indígena (1938), Avanzada (1940), Nueva burguesía (1941), La marchanta (1944), La mujer domada (1946), Sendas perdidas (1949), y las novelas póstumas: La maldición (1955) y Esa sangre (1956). Además de la recopilación de su creación literaria: Obras completas (1958).

Sobre su experiencia en el cine, el escritor hizo una larga recapitulación en El Colegio Nacional, en 1950: “Mi pasión por el cine nació con entusiasmo desde que comenzaron a aparecer obras y actores de calidad.

“Se comprenderá ahora el efecto que habrían de producirme las películas nacionales. Por lo demás sería injusto negar que más de una me ha causado la más agradable impresión. Fue la primera El prisionero 13 (...) No obstante la tergiversación histórica, atribuyendo al régimen porfiriano escenas típicas de la revolución —seguramente para no molestar a los poderosos del momento— es una película lograda no sólo por la fuerza de su argumento sino también por la justa caracterización de los personajes. Pero más tarde vi otras que me decepcionaron en absoluto (...)

“...así he visto chotearse las cursilerías de cintas como La calandria que es el mayor escarnio que se ha hecho de la bella novela de don Rafael Delgado.

“Mi primera experiencia en el cine la tuve con el productor, argumentista y director Gabriel Soria en la filmación de mi novela Mala yerba (1940). He de detenerme en este trabajo porque es la demostración clara de cómo un argumento mal adaptado y una dirección desacertada dan al traste con los mejores elementos que hayan podido reunirse en su realización (...)

Revista de Revistas. Año XXII, No. 1141, 27 de marzo de 1932. P. 17

“Yo nada conocía de él cuando firme el contrato. Tenía noticias de que después de haber hecho su aprendizaje en Hollywood había realizado en México varias películas con éxito (...) Que posteriormente había hecho un viaje a Europa para perfeccionar sus conocimientos. Tuve oportunidad de ver dos películas suyas: Chucho el roto (1934) y La bestia negra (1938): La primera me dio muy mediana impresión y pienso que sin la actuación de Fernando Soler ni siquiera la habría tolerado. Con la segunda, mi decepción

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