Martin Chambi

MARTIN CHAMBI: PERU Y SU MAGNIFICENCIA

El pensamiento de Chambi y su imposición de una cultura colonial en su fotografía nos transporta a una época movida y motivada por un auge económico y comercial plasmado en Perú a principios del siglo XX. Su trazado en sus imágenes evidencian esa relación con las montañas peruanas y una imposición cultural estampada a partir del cotidiano vivir de los indígenas vivientes en las inmediaciones. El margen que interpone en cada una de sus fotografías permite que reluzca un sentimiento de tradición que formaliza ese irrepetible relato socio-cultural que nos permea con el mundo exterior.

La estructura de sus imágenes tienen un sello de una revolución industrial tardía llegando a los Andes, pero esto le da una determinada significación cultural a cada fotografía que este autor logra concretar; una flamante llama de ingenio, una fuerza devoradora de lo artístico, un personaje que no busca trascender en otros lugares, sino en un sitio al que él pertenece y que se entremezcla con su vida, con su propia cultura, un Perú que muestra la vitalidad de personas que a través de su cultura forjan un patrimonio y un sentido de pertenencia separado del orbe social.

Los paisajes y retratos de Chambi se convierten en un voraz vehículo que transporta su ideología arrasando la cultura peruana en un sinnúmero de detalles que trascienden más allá, donde siempre hay algo más a fondo para mostrar, una cultura, un pensamiento o un evento en particular que se desvanece en el tiempo y que solo a partir de imágenes se pueden enlazar de nuevo estas historias.

El contemplar cada fotografía de Martín Chambi es procesar un constructo paulatino relevante en este entorno peruano, un ambiente moldeado desde su niñez en el altiplano puneño y un último reflejo donde las lunas y el entorno húmedo de 1973 formaron parte de esa construcción de un sentido formal de una cultura propia, de una sociedad cuzqueña; un encuentro circundante entre escalas sociales que se ven reflejados en cada ilustración fotográfica, una fusión de ricos y pobres, de pensamientos sociales, de lugares rodeados por los serviles que en palabras de Esteban Ierard, en su escrito, “La juventud de la vieja tierra”, inmortalizan el instante fugaz hasta donde los campesinos bailaban o se elevaban en sus ritos.

Esta labor de Chambi a través de un uso captable de instantes precisos de la existencia peruana revela a ese fotógrafo documental, con pretensiones artísticas que revelan ese motor que le da arranque a este vehículo de invención a través de la pictografía, donde fotografías como “Descanso en Q’Olloriti” o “Cargador de chicha en tinta” formalizan el autor con su época. A lo anterior deslinda el cineasta, José Carlos Huayhuaca, en su libro “Martín Chambi, fotógrafo” dictaminándolo como un

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