Martin heinegger

Martin Heidegger

Heidegger nació el 26 de septiembre de 1889, en messkirch, Alemania. Estudio teología y filosofía, siendo alumno de Edmund Husserl. Fue profesor de filosofía durante algunos años y elegido rector de la Universidad de Friburgo, en cuyo discurso de toma de posesión del cargo, manifestó su adhesión de nacionalista alemán de los trabajadores (NSDAP: Nacionalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei), despertando fuertes críticas en su contra, motivo que muy pronto le llevo a la renuncia del puesto y, con la caída de nazismo, fue destituido como profesor de la universidad. Como filósofo, tuvo una producción muy prolija y fina, ejerciendo influencia sobre intelectuales Herbert Marcuse, Jean- Paul Sartre, Enmanuel Levinas, Paul Ricoeur, y Hanna Arent, entre otros. Murio el 26 de Mayo de 1976, en Friburgo de Brisgovia.[pic 1]

En su primera obra ser y tiempo (sein und Zeit) traducida al castellano como El ser y el tiempo, Heidegger se centra en el problema del ser. Cree que el “ser” es el más universal de los conceptos, como ya lo habían señalado Aristóteles y Santo Tomas de Aquino. Los cual para el mismo Heidegger no quiere decir que es el más claro, pues es más bien el más oscuro. De la suprema universalidad del ser lo que se ha concluido es que es indefinible, como lo apunto pascal.

Heidegger afirma que tradicionalmente la filosofía para explicar el ser ha recurrido a los entes. Pero. Heidegger no le interesan los entes (lo ontico) sino el ser (lo ontico). De lo cual cree que la ontología tiene prioridad sobre los ontico. No sabemos lo que quiere decir “ser”. Pero ya cuando preguntamos “¿Qué es ser?” nos mantenemos en ciertas compresiones de “es”, sin que podamos fijar en conceptos lo que el “es” significa. Ni siquiera tenemos noción del horizonte desde el cual debamos apresar y fijar el sentido.

Heidegger, separándose de la tradición filosófica, piensa el ser no como una idea o una abstracción sino como un momento de la experiencia. En este sentido aspira buscar un conocimiento nuevo, pretendidamente aún más riguroso que el conceptual, que permita al ser expresarse en sus contenidos.

Para Heidegger, el ser humano es el ahí del ser, donde se desvela el se. Sin el ser humano no habría comprensión del ser, no habría ser. Solo ente. Pero el ser humano es lo que es por el ser. Es el ser lo que nos constituye en dasein.

En ser y tiempo, Heidegger dice que aquello desde lo cual el “ser ahí” en general comprende e interpreta, aunque no expresamente, lo que se dice “ser”, es el tiempo. El tiempo es genuino horizonte de toda comprensión y toda compresión y toda interpretación del ser.

Pero, entonces ¿Cómo accedemos a la nada? Por la angustia. Sucede que el ser humano al enfrentarse a la totalidad esta aparece como algo carente de sentido y de valor, es decir, las cosas aparecen amenazadas por la nada. Asi se nos desvela la nada. Por lo tanto, contraponiéndose a la nada al ser humano se le desvela al ser.

...