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Origen Y Evolucion Del Español


Enviado por   •  18 de Julio de 2013  •  2.657 Palabras (11 Páginas)  •  881 Visitas

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Introducción

El idioma castellano, antes de la conquista romana encierra aún problemas difíciles de ser esclarecidos. Las diferentes tribus ibéricas que ocupan ambos lados de los pirineos tienen sus propios dialectos locales. Cuando Roma, en su proceso de extensión conquista España, trae consigo sus costumbres y su lengua, hablada por el vulgo: soldados, comerciantes, administradores. Así, el latín vulgar se va asentando en España y mezclándose con cada dialecto local. El historiador Menéndez y Pidal que por cierto es uno de los más grandes estudiosos del origen y evolución del castellano nos dice: “la base del idioma es el latín vulgar, propagado en España desde fines del siglo III a.C., que se impuso a las lenguas ibéricas".

Otro acontecimiento importante que se agregaría a la transformación del idioma, son las invasiones germánicas o bárbaras. Dentro de ellas los visigodos, que se sublevan ya cuando el imperio romano estaba en decadencia. Pero a lo contrario de lo que introdujeron los romanos, los visigodos perdieron su identidad. El elemento visigodo influyó muy poco en el idioma español. Después vendría la invasión Árabe, rápidamente se adueñan de España. El árabe es después del latín el idioma más influyente en el idioma castellano. En el norte de España los cristianos van ganando terreno a los árabes.

En su proceso de evolución y expansión el castellano es una de las lenguas más habladas del mundo y aún se sigue expandiendo.

Historia del Idioma Español

1. Las Lenguas Paleohispánicas o Prerromanas (anterior al siglo III a.C.)

Antes de la llegada de los romanos, diversas culturas colonizaron la península ibérica en diferentes momentos históricos. Muchos pueblos se hallaban establecidos a ambos lados del Pirineo (cadena montañosa entre España y Francia). Por la costa de Levante y regiones vecinas se extendía la cultura de los íberos, de origen probablemente norteafricano: a ellos debió la península el nombre de Iberia.

La actual baja Andalucía y el sur de Portugal fueron asiento de la civilización tartesia o turdetana, que debió recibir tempranas influencias de los navegantes venidos de Oriente. Los fenicios se establecieron en las costas meridionales.

El ligur en el nordeste; y una serie de pueblo célticos en el cuadrante centro y oeste peninsular; y el vasco, en parte de la zona norte (1).

En la evolución de los pueblos ibéricos se puede distinguir dos períodos claramente definidos. El primero abarca desde la última mitad del siglo VI a la primera mitad del III a.C. y, dentro de este, los siglos V y IV, que es cuando la cultura ibérica alcanza su mayor esplendor. El dominio cartaginés, en el siglo III, pone fin a esta primera etapa y sobreviene una segunda, que se prolongará hasta el cambio de era, a lo largo de la cual, los íberos irán perdiendo su independencia y su personalidad, para integrarse en el enorme mosaico que Roma construyó con todos los pueblos del mundo mediterráneo.

2. Lenguas Románicas

La romanización de la península fue lenta, pero tan intensa, que hizo desaparecer las lenguas anteriores, a excepción de la zona vasca (El vasco, permaneció aislado y sin alteraciones con el paso de los siglos gracias a su situación geográfica); hubo un periodo de bilingüismo más o menos largo, según los lugares y estratos sociales. Poco a poco, las hablas indígenas se irían refugiando en la conversación familiar, y al fin llegó la latinización completa.

Como dice Menéndez Pidal "la base del idioma es el latín vulgar, propagado en España desde fines del siglo III a.C., que se impuso a las lenguas ibéricas"

En el año 218 a.C. desembarcó en Ampurias un ejército romano que venía a combatir contra los cartagineses, en la guerra que la ciudad de Roma sostenía contra éstos. Así comenzó una dominación que había de durar más de seis siglos, imponiendo su propia cultura e idioma: el latín vulgar, que fue exportado por legionarios, colonos y administrativos romanos a las provincias del imperio.

El origen de las lenguas románicas se produce después de la caída del imperio romano en el siglo V, y debido a las invasiones que sufrió España (que en lengua fenicia significaba “tierra de conejos”), se dificultaron notoriamente las comunicaciones entre Roma y todo el territorio que había conquistado. La decadencia generalizada de la cultura y el aislamiento de las distintas regiones dominadas por Roma favorecieron que en cada área la lengua hablada evolucionara rápidamente de manera independiente y según criterios propios con la influencia de las lenguas locales. Esto provocó que con el tiempo se convirtieran en nuevas lenguas. De esta manera se va formando el actual mapa lingüístico de la Península ibérica, formado por cuatro lenguas románicas: Castellano, Catalán, Gallego y Portugués; además de una lengua no románica: el vascuence (1).

Deshecho el imperio en el siglo V, las provincias, convertidas en estados bárbaros, quedaron aisladas unas de otras; la decadencia de las escuelas dejó al latín vulgar sin la contención que antes suponía el ejemplo de la lengua clásica. En cada región se abrieron camino innovaciones fonéticas y gramaticales, nuevas construcciones de frases, preferencias especiales por tal o cual palabra. Y llegó un momento en que la unidad lingüística latina se quebró, y las diferencias locales constituyeron dialectos e idiomas distintos.

3. Invasiones Germánicas o Bárbaras

Un conglomerado de pueblos germánicos (suevos, vándalos y alanos) atravesaron la península por los Pirineos e invadieron España en el año 409. Poco tiempo después el rey visigodo Alarico se apoderaba de Roma y la entregaba al saqueo.

Precipitaron el final del imperio romano los ataques de los bárbaros, persas en Oriente y germanos en Occidente, y los levantamientos indígenas en África. Estas tribus separadas y autónomas poseían características muy similares, hablaban un idioma común que se denominó: “lenguas germánicas”. Ocuparon la región norte de lo que fue el imperio romano. Llegaron al sur de Europa en busca te tierras fértiles, de un mejor clima, atraídos por el esplendor y al mismo tiempo de la decadencia romana.

“En el siglo III, cuando el imperio romano de Occidente se encontraba en su decadencia final, migraron los germanos de manera pacífica, los romanos, ante la disminución de su población, los reclutaron como soldados, así se convirtieron en colonos en las tierras

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