Paper Towns

SINOPSIS: En su último año de instituto, Quentin no ha aprobado ni en popularidad ni en asuntos del corazón... Pero todo cambia cuando su vecina, la legendaria, inalcanzable y enigmática Margo Roth Spiegelman, se presenta en mitad de la noche para proponerle que le acompañe en un plan de venganza inaudito. Después de una intensa noche que reaviva el vínculo de una infancia compartida y parece sellar un nuevo destino para ambos, Margo desaparece dejando tras de sí un extraño cerco de pistas. Con un estilo único que combina humor y sensibilidad, John Green, el autor de Bajo la misma estrella, teje una emotiva historia a la que da vida un inolvidable elenco de personajes. Ganadora del prestigioso premio Edgar, Ciudades de papel aborda los temas de la amistad, el amor y la identidad para plantearnos una pregunta: ¿vemos en los demás, y en nosotros mismos, solo aquello que queremos ver?

Cuando cogí Ciudades de Papel iba con una idea bastante clara: esto no es Bajo la Misma Estrella. He sabido que a mucha gente este libro le ha decepcionado porque se han creado unas ideas demasiado estereotipadas pero yo no he hecho eso porque, uno, Ciudades de Papel es muy anterior a Bajo la Misma Estrella y, dos, es imposible que haya una segunda versión de Bajo la Misma Estrella. Con eso en mente, empecé a leer Ciudades de Papel y he de decir que he disfrutado este libro. He conseguido saborear esos pequeños detalles que hacen de esta historia algo especial, diferente y única, esos toques personales que da el autor para mantenernos siempre dentro de las páginas, he disfrutado la lectura gracias a todos los aspectos que la caracterizan, me he reído, he compartido las ideas alocadas de nuestros personajes y, finalmente, se ha convertido en una historia que recordaré siempre. Como bien dice su portada, este libro es brillante.

Quentin y Margo son amigos y vecinos desde que tenían dos años. Siempre han estado juntos y un día en el que paseaban los dos con nueve años, se encontraron en el parque algo que cambiaría sus vidas para siempre: un hombre muerto. Y en esa misma noche, Margo y Quentin se separan. Después de 10 años en los que Quentin no ha dejado de sentir algo por Margo, ésta aparece de repente por la ventana de su habitación en una noche cualquiera con una misión, que Quentin le ayude en su plan de venganza. Y, al día siguiente, Margo lo abandona de nuevo. No está ni en su casa, ni en el instituto ni en ninguna parte. No es la primera vez que Margo desaparece repentinamente; la primera vez se fue unos días a Disney World y, en otra ocasión viajó hasta Mississippi durante varios días. Pero la escapada de ahora es diferente. Absolutamente nadie sabe a dónde ha ido y si volverá, pero cuando Quentin empieza a encontrar las primeras pistas que Margo le ha dejado para poder encontrarla –desde un libro de poemas hasta unas oficinas abandonadas-, le seguirá el juego. La cuestión que siempre tiene Quentin es una. ¿Dónde está Margo Roth Spiegelman y porque se ha evaporado de repente? En su camino para encontrarla, Quentin no solo descubrirá nuevas cosas sobre la chica a la que creía conocer sino que también se descubrirá a sí mismo y que, quizás, a las personas no se les ve como realmente son.

Con esa premisa nos sorprende Ciudades de Papel, el cual está contado en primera persona a través de Quentin, con quien vamos a ir descubriendo poco a poco ese misterio que rodea a Margo y el cambio que se produce en su vida a causa de ella. El libro se encuentra dividido claramente en tres partes, pero antes les precede un prólogo que nos cuenta una experiencia que bien podría marcar para siempre la vida de ambos. Después empezamos con la primera parte, que cumple la función de enganchar al lector puesto que será ahí donde nos embarcaremos al plan de venganza de Margo. Me he divertido muchísimo con sus ideas alocadas, esos planes que se nos describirán y que son dignos de llevarse la medalla de oro al plan de venganza más original, silencioso y bien ejecutado; la segunda parte del libro se caracteriza por el misterio y la repentina desaparición de Margo. Aquí trabajaremos con Quentin para descubrir qué es lo que le ha sucedido, porqué ha abandonado a su familia, a sus amigos y al pueblo que la ha visto crecer, a través de unas pistas misteriosas que la desaparecida ha dejado solamente a su amigo de la infancia para que este pueda encontrarla. Y la tercera parte es una cuenta a contrarreloj para dar finalmente con ella cuando ya se conoce el destino, un viaje por carretera en el que sucederán un montón de cosas donde finalmente el grupo de amigos que se creó después de que Margo se fuera se une más que nunca y empieza a formarse el camino de cada uno de ellos.

En este libro me he encontrado un ritmo algo descolocado, es decir, la primera parte es muy entretenida, te mantiene enganchada a causa de lo que nuestros dos protagonistas hacen para hacerle la puñeta a aquellos que han jugado con Margo y las páginas se pasan volando y la lectura es muy ágil, pero llegando a la segunda parte, toda la diversión se cambia por un halo de misterio, en donde lo principal es ir creando algunas hipótesis sobre dónde puede haber ido Margo tras su desaparición e ir analizando cada pista nueva que tan meticulosamente se ha escondido para que no sea fácil de encontrar y saber. No quiero decir que eso se haya hecho pesado porque no es así, el entretenimiento sigue estando asegurado, pero dentro de esta segunda parte existen momentos en los que Quentin empieza a obsesionarse con ciertas pistas que han hecho que la lectura se haya ralentizado

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